Woodes Rogers (1679 – 15 de julio de 1732) fue un corsario inglés, el primer Gobernador Real de Las Bahamas y miembro de la Orden de los Templarios.
Biografía[]
Carrera militar temprana[]
Rogers se afilió a la marina británica cuando tenía veinte años y subió a través de las filas hasta llegar al grado de capitán. También heredó la compañía naviera de su padre y ganó una fortuna. Casándose con una mujer, que le daría a un hijo y dos hijas.
Sin embargo, perdió grandes cantidades de dinero con los franceses, que convencieron a Rogers de viajar al nuevo mundo para hacerse un corsario. En 1709, rescataría a un marinero marooned que inspiraría el libro Robinson Crusoe.
Según soldados desplegados en Kingston, Jamaica, era durante este período de tiempo la base de Rogers. Durante una batalla feroz que duraría mucho tiempo con la marina armada española Rogers recibió un tiro en la mejilla izquierda; sin embargo, se relató que siguió mandando a sus hombres hasta que fuera herido por un casco de madera que se encajo en su pie. La última herida se curó, pero el daño facial dejó una cicatriz terrible que nunca se marcharía.
Rogers comenzaría más tarde a escribir y publicar sus memorias que tuvieron un gran éxito y le ganaron fortuna. Sin embargo, la muerte de su hijo y alejamiento de su esposa lo dejo amargado. Esto se empeoró cuando su ex-equipo le acusó de distribuir injustamente bienes durante su carrera como un corsario.
Entre 1713 y 1714, Rogers se había ido a Madagascar, donde se aprovechó de los piratas locales, dándoles el mismo ultimátum que más tarde emplearía en las Antillas: acepte el perdón del Rey y vuelva a Inglaterra sin dinero, pero libre; o sera colgado por el cuello hasta la muerte. Gastó dieciocho meses alrededor de la isla africana hasta que los piratas se rindieron, después se dirigió hacia el Caribe.
Introducción en los Templarios[]
- «Ahora son templarios. Los secretos y auténticos legisladores del mundo...»
- ―Torres dándoles la bienvenida a Rogers y a los otros a la orden templaria
En julio de 1715, Rogers y los otros Templarios se reunieron en La Habana, esperaban la llegada de Duncan Walpole, un Asesino que había traicionado a la hermandad, que debía entregar un frasco de la sangre de un Sabio y
Rogers junto con los otros templarios
los mapas de los campamentos Asesinos en todas partes de las Antillas. Eran inconscientes sin embargo, que Duncan fue asesinado por un pirata llamado Edward Kenway, que tomó la personalidad de Duncan para entregar la carga y reclamar la recompensa para sí.
Con la llegada de Edward, Rogers comentó que no se parecía al hombre que la esposa de Rogers describió, antes de presentarle a Julien du Casse, un distribuidor de armas francés y un Templario del mismo tipo. Después, se encontraron con el gran maestro y gobernador, Laureano de Torres y Ayala, y hablaron de sus proyectos de localizar un sitio construido por los Isu conocido como el Observatorio. Torres envió a Edward y Rogers abajo a los muelles para recoger a Bartolomeo Roberts, un Sabio que los podría llevar al Observatorio.
En el camino, Rogers oyó que Stede Bonnet llamaba a "Duncan" Edward por su verdadero nombre y le preguntó sobre ello. Edward afirmó que dio a Bonnet un nombre falso como una precaución, aliviando la sospecha de Rogers. Siguieron abajo a los muelles recogieron a Roberts, antes de sufrir una emboscada Asesina. Después de escoltar sin peligro a Roberts a la prisión del gobernador, Rogers volvió a Inglaterra con esperanzas de hacerse un gobernador.
Negociaciones con los piratas[]
En 1718, Rogers volvió a el Caribe, habiendo sido nombrado gobernador de las Bahamas, para hacer cumplir la
Rogers llegando a Nasáu
regla británica en Nasáu. Le ofreció indulto a los líderes piratas, Edward Thatch, Benjamin Hornigold y Charles Vane, así como ordenar un bloqueo de Nassau por la marina de guerra real. Sin embargo, Edward Kenway y Charles Vane escaparon de Nasáu tras matar a el socio militar de Rogers, el comodoro Peter Chamberlaine, que tenía la intención de hacer caso omiso a las órdenes de Rogers de no hundir los barcos piratas en Nasáu. En 1719, Rogers y Hornigold fueron a Kingston en búsqueda de Roberts, que había escapado de la custodia durante la ausencia de Rogers. Un miembro de la compañía real africana les dijo que Roberts estaba en una nave llamada princesa, que iba a llegar pronto. Los dos entonces se reunieron con Torres y le informaron de ello. Hornigold ya había enviado a Josiah Burgess y John Cockram a Príncipe en búsqueda de Roberts. Entonces vio al Jackdaw y se dio cuenta de que Edward estaba siguiéndolos. Los Templarios abandonaron la zona y los guardias persiguieron a Edward. En 1719, Rogers fue enviado a Inglaterra por Torres, asignado a recoger muestras de sangre de los miembros del parlamento británico, para su eventual uso por los Templarios en el observatorio.
Tratos con Edward[]
En 1721, Rogers acompañó a Torres a Jamaica para interrogar a Edward Kenway después de ser traicionado por Bartholomew Roberts y capturado por fuerzas británicas. Observaron como condenaban a Mary Read y Anne Bonny, Rogers y Torres amenazaron a Edward con su esposa separada.
Rogers y Torres interrogando a Edward
Ofrecieron a Kenway un indulto de encarcelamiento y ejecución probable a cambio de la conducción de ellos al Observatorio. Sin embargo, Edward fue liberado por los Asesinos antes de que los Templarios pudieran adquirir la información que querían de él.
Más tarde ese año, Edward viajó a Kingston con la intención de oponerse y matar a Rogers. Imitando a un diplomático italiano, Ruggiero Ferraro, Edward se metió en un patio durante una fiesta, la fiesta era para celebrar el final del periodo como gobernador de Rogers en las Bahamas y su regreso a Londres, una decisión con la cual Rogers profundamente se disgustó.
Rogers herido por Edward
Colocándose en un banco, Edward saltó cuando Rogers paso cerca y le apuñaló en el abdomen con su hoja oculta. Interrogando a Rogers herido, Edward se opuso a él sobre los proyectos de los Templarios para el Observatorio y exigió la información de la ubicación de Bartolomeo Roberts, para evitar que usaran mal esos conocimientos.
Rogers agradecido porque Edward no lo había asesinado, le informó que Roberts había sido visto en Príncipe, antes de sucumbir supuestamente a sus heridas.
Vida posterior[]
Habiendo sobrevivido a la tentativa de Edward contra su vida, Woodes volvió a Inglaterra, quebrado y humillado, pero todavía peligroso ante los ojos de los Asesinos.
Finalmente, se convirtió en comerciante de esclavos, Woodes fue expulsado de la Orden de los Templarios hacia 1723, languideció en la prisión de un deudor. Finalmente sin embargo, Woodes fue liberado de la prisión y comenzó a reconstruir su reputación, ayudando a abolir los últimos remanentes restantes de la piratería en las Antillas. Murió en 1732, en la ciudad de Nasáu, durante su segundo período como gobernador.
Galería[]
