Isabel I de Castilla (22 de abril de 1451 – 26 de noviembre de 1504), nacida Ysabel, fue la Reina de Castilla y Léon. Después de que Muhammad XII, enemigo de Isabel y su marido, se retiró de España, ella agradeció al Asesino italiano Ezio Auditore da Firenze, que era responsable del hecho participando con la ayuda de los Asesinos Luis de Santángel, consejero de Isabel, y Rafael Sánchez, su ministro de hacienda. Ezio le preguntó si ella estaría dispuesta a financiar los planes del explorador Cristóbal Colón de navegar al oeste, que ella rechazó y respondió que el Rey de Francia ya había accedido a hacerlo. Luis y Ezio no tardaron en percatarse de que aquello había sido una trampa preparada por los Templarios, y Ezio advirtió a Colón. Aunque Ezio no lo sabía en ese entonces, Isabel era una Templaria, o por lo menos estaba muy influenciada por los miembros de la orden resurgida por Rodrigo Borgia.
Luis de Santángel falleció, de modo que Ezio envió a alguien para que buscara su diario. Descubrieron que Luis había estado tratando de envenenar a la reina presuntamente en señal de venganza hacia la Inquisición, durante la cual su familia fue colgada por judía. En 1504, Ezio envió a sus aprendices a envenenarla con la misma toxina que Luis había intentado usar. Isabel murió durante el intento de asesinato en su contra.
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