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Assassin's Creed: Embers es una película animada corta diseñada para expandir la metaserie Assassin's Creed. Fue revelada por Ubisoft en junio de 2011, y salió el 15 de noviembre del mismo año con la publicación de las ediciones Signature, Collector y Animus del videojuego Assassin's Creed: Revelations.

Esta película corta fue creada y producida por UbiWorkShop, y fue terminada en Ubisoft Montreal. UbiWorkShop se asoció con otros dos equipos: Ubik, y Technology Group, para crear la película.[1]

Embers cuenta la historia en la que se ve al Asesino Ezio Auditore da Firenze previamente visto en los videojuegos Assassin's Creed II, Assassin's Creed: Brotherhood y Assassin's Creed: Revelations durante sus últimos días de vida en compañía de su familia.

Argumento[]

Y comieron perdices...[]

«"Cuando era joven disfrutaba de gran libertad, pero no la valoraba, tenía tiempo pero no lo disfrutaba y tenía amor pero no lo sentía, pasarían muchas décadas hasta comprender el significado de los tres y ahora en el ocaso de mi vida la comprensión se ha tornado en satisfacción, amor, libertad y tiempo, antaño tan desechables, son ahora lo que me impulsan en especial el amor, querida mía para ti, nuestros hijos, nuestros hermanos y hermanas y el vasto y maravilloso mundo que nos dio vida y nos mantiene en ascuas. Con infinito afecto, mi Sofía, siempre tuyo.»
―Ezio Auditore en la carta para Sofía.

Han pasado 11 años tras lo sucedido en Constantinopla, y Ezio Auditore, junto con su esposa Sofía e hijos, llevan una vida tranquila y apacible, en una villa solitaria en la Toscana. Pero tanta libertad no durará mucho, ya que, con la llegada de la Asesina Shao Jun, Ezio vuelve a encontrarse con su vida pasada, la que el mismo creía haber abandonado: La vida de un Asesino. Ezio y Shao Jun ahora están juntos en lo que sera "la última gran aventura de Ezio Auditore da Firenze".

La llegada de Shao Jun.[]

«Vamos a ver a tu hermana.»
―Sofia a Ezio.

Nada más abandonar la casa para ver a la hermana de Ezio, Sofía deja a cargo de la casa a Ezio y a Flavia. Cuando Ezio fue a recoger la cosecha, pudo divisar a lo lejos a una misteriosa figura hablando con su hija. Ezio corrió lo más rápido que pudo hasta coger brutalmente a la extraña figura. Ezio, inmediatamente, reconoce que aquella figura era una asesina, y, soltándola, ordena a Flavia a meterse en casa.

Heredera de la Ordén.[]

«Quiero comprender... ¡ Comprender como guiar a mi pueblo!»
―Shao Jun a Ezio.

Esa misma noche, Shao Jun explica los motivos de su repentina aparición, Alegando que quería aprender a guiar a su orden y rescatar a su pueblo. A esto, Ezio responde malhumorado, alegando que esa vida ya paso para el, y que debería irse ya. Sofía, al ver que Ezio no era nada agradable con su huésped, le ofrece una cena y una habitación, las cuales Jun no niega.

Tras un rato, Ezio entra a la habitación de sus hijos, y cuando llega Sofía, le explica que "tiene miedo de no tener tiempo para no hacer nada".

El comienzo de la guerra.[]

«El viento... abrió la puerta...»
―Shao Jun intenta darle una explicación a Ezio.

Al día siguiente, Ezio, buscando a Shao Jun, se encuentra con que ella estaba en su estudio, mirando sus papeles. Ezio, muy furioso por la acción de Jun, le ordena que se marche. Cuando están fuera, Shao repite lo escrito en la carta de Ezio, y este le explica que la vida de un asesino le trajo la preocupación de que en cualquier momento alguien podría ir a por el, o a por su propia familia. Entonces Ezio le ofrece algo de comer a Jun, terminando así la charla.

Tortura China.[]

«La mitad de mi familia murió en esta piazza...»
―Ezio explicando a Jun sus inicios como Asesino.

Esa misma tarde, Ezio y Shao Jun salen a hacer compras. Cuando Ezio está comprando semillas, Jun percibe a alguien, pero es interrumpida por Ezio, que le quería enseñar algo. Ezio lleva a Shao Jun a la misma plaza en la que, 45 años antes, fue asesinada la mitad de su familia. Ezio alega que, ahora la mira con ojos muy distintos, y que ahora no podía verla sino como un lugar alegre y lleno de paz. Nada más irse, se encuentran en un callejón, donde un hombre con una espada les esperaba. Ezio estaba dispuesto a luchar, pero Shao Jun le detiene, dispuesta a enfrentarse ella a aquel sujeto. Tras una pelea desigual, Shao le corta el cuello a el hombre con una hoja oculta escondida en su zapato. Cuando escapan hacia la villa, Ezio le ordena a su mujer que se fuera a pasar la noche a casa de Maquiavelo, explicando que ha pasado "algo".

La batalla final.[]

«Cuando iba a por los Borgia, la venganza me movía, y mi primer instinto era apuntar a la cabeza...»
―Ezio a Shao Jun

Ezio, aquella noche, le explica a Jun que durante toda su vida se dedico a enseñar a hombres y a mujeres a ser buenos asesinos, y que hay que aprender a amar, antes que matar. Tras la charla, Jun va a descansar a su habitación, y es cuando Ezio oye un ruido extraño. Después de coger un "arma", Ezio se encuentra con hombres con la misma vestimenta que aquel otro sujeto de esa misma tarde. Ezio, con sus últimas fuerzas, lucha contra ellos, matando así a tres hombres, mientras que Shao Jun se ocupaba de un cuarto. Es en ese mismo momento cuando Ezio contempla a un bruto con una especie de cañon apuntando a Jun, y Ezio, corriendo velozmente, consigue llegar hasta Jun antes de que el proyectil le diera de lleno. Ambos saltan por la ventana (aunque Ezio no resulta muy bien parado) y se topan de nuevo con el bruto, al cual Ezio clava un cuchillo en el ojo. El bruto, enfurecido, arremete contra Ezio, él cual consigue clavarle una espada en el hombro, acabando así esta batalla.

El águila caída.[]

«No creo que Firenze sea vuestro problema...»
―Ezio a un extraño joven en Firenze.

Al día siguiente, Ezio se despide de Shao Jun, no sin antes darle una misteriosa caja, que a día de hoy se desconoce su contenido. Ezio, se despide finalmente de Jun, mientras se prepara para recibir a los soldados de Florencia.

Unas horas después Sofía avisa a Ezio de que ella y Flavia se iban a comprar a Florencia. Ezio, con un gesto de silencio, recoge sus papeles, dispuesto a irse con ellas. Cuando llegan al mercado, Ezio se sienta en un banco, mientras su esposa e hija compraban. Al rato, un joven de aspecto aventurero se sienta al lado de Ezio, y el joven le explica al viejo que odia Florencia. Ezio, que no entendía tal ira, le dijo que su problema no era Florencia. A continuación de estas palabras, Ezio empieza a sentir un dolor muy profundo, y el joven agarra la mano del anciano, para que este se serene. El joven, tras aconsejarle que descansara, se va. Ezio, en ese momento, empieza a debilitarse, hasta sentir que no le quedaban fuerzas. Su vida había llegado a su fin. Y en ese mismo instante, un águila sobrevuela la plaza, simbolizando que un gran asesino ha caído.

Curiosidades[]

  • Hay ciertas teorías de como pudo Ezio morir. Algunos alegan que fueron causas naturales, aunque otros piensan que fue el joven con el que Ezio comparte su última conversación ya que en una escena se puede apreciar un símbolo en forma de cruz, sinónimo de Templarios. En cualquier caso, no se sabe con exactitud.
  • Es posible que el joven que se sienta junto a Ezio hubiera sido su hijo, ya que lleva cierto parecido con Ezio cuando era joven. Como su actitud sobre las mujeres y la cicatriz en el rostro, posiblemente obtenida en una pelea como ocurrió con Ezio.

Galería[]

References[]

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