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Las Calaveras de Cristal, llamados también comunicadores Mitchell-Hedges, son artefactos creados por la Primera Civilización con fines de comunicación y rastreo.

Se conoce al menos tres variaciones: la primera, que permite grabar y enviar mensajes audiovisuales a otro que tenga en su poder una Calavera[1]; la segunda, que sirve para observar lo que otro gracias a una muestra de su sangre[2]; y la tercera, que permite la comunicación con quienes también posean un artefacto idéntico[3].

Curiosamente gran parte de estos objetos se encuentran en Centroamérica.

Calaveras de Cristal conocidas[]

Siglo XVI[]

México[]

Rumbo a nuevas tierras[]

En 1519 Giovanni Borgia se encontraba viajando rumbo al Nuevo Mundo. Bajo la apariencia de un escolar, planeaba hacerse con cualquier Fragmento del Edén en la zona para evitar que cayese en malas manos.

Finalmente desembarcaron. Giovanni se encontraba impaciente por desvelar los secretos de aquella nueva y desconocida tierra. Mientras avanzaban se iban haciendo de aliados en la zona, como el pueblo tlaxcalteca. El Asesino sospechaba que Cortés planeaba usar a esas tribus para conquistar el Imperio Azteca.

La bienvenida[]

Tenochtitlán era inmensa. Creyéndolos dioses, los aztecas se asombraron de los visitantes y su gobernante Moctezuma ofreció una gran fiesta invitándoles a hospedarse en su palacio. Mientras llegaba la noche Giovanni recorrió la zona observando las costumbres locales, además de algún rastro de alguna reliquia. Un joven fue vestido como el dios Tezcatlipoca y comenzó a fumar, cantar y bailar, sin notar la molestia de los españoles.

Tenochtitlan 01

Giovanni buscando algún rastro de Fragmentos del Edén.

A pesar de lo extraña que le parecía la arquitectura del lugar no había rastro de algún objeto místico[1]. Ni palancas, ni brillos extraños, ni habitaciones ocultas. Los indígenas tampoco dieron señales de saber algo al respecto.

El ritual, el caos[]

Otro hombre vestido como Tezcatlipoca fue conducido a un altar. Los bailes se volvieron más violentos, la situación tenebrosa. Los españoles comenzaron a empuñar sus armas a medida que entendían la situación. Con horror, Giovanni observó a un sacerdote abrir el pecho de Tezcatlipoca y tan fácil como con un animal, tomar su corazón. A pesar de todo creía que la tradición ajena debía ser respetada, aunque sus compañeros no pensaban lo mismo. Para empeorar las cosas, los asistentes del sacerdote despellejaron el cadáver y entregaron la piel al joven Tezcatlipoca, quien la usó como prendas decorativas.

Greed PL

Continuando con el ritual extrajeron el cráneo y lo colocaron en una cavidad cerca al altar. Entonces el sacerdote sacó otra calavera, pero de cristal, y la sostuvo frente al público. Un zumbido comenzó a sentirse en la cabeza de Giovanni, esa era la señal[1].

Los soldados comenzaron a disparar contra los civiles desarmados, acrecentando aún más la confusión. Giovanni aprovechó para acercarse al sacerdote, que continuaba sosteniendo la calavera. De un certero golpe en el espinazo le mató y se llevó el artefacto[1]. Consciente de que estaban rodeados por miles de aztecas advirtió a sus compañeros y huyeron llevándose a Moctezuma consigo. El Asesino no pudo evitar sentir cierta lástima por ellos.

Los días siguientes Giovanni intentó usar el poder del Fragmento para así escapar de la ira de los indígenas, pero no lo consiguió. Aun así, sentía que había cumplido con su misión.

Suiza[]

De vuelta en Europa, Giovanni decidió viajar a Basilea para encontrarse con Bombastus, un erudito que podría ayudarle a entender el artefacto[1].

Tras toparse con su desquiciado ayudante lo encontró. Ni bien vio la calavera su interés fue evidente. Bombastus le tomó medidas e hizo bocetos, la sacudió varias veces, la acercó a una vela, la sumergió en agua, pero no consiguió reacción alguna. Cada vez que este la sacudía Giovanni sentía un dolor en su propio cráneo.

Calavera de cristal01

Bombastus analizando la calavera de cristal.

Bombastus creyó que quizá estaba desactivada o incompleta y sugirió generar alguna reacción química en ella. Buscando respuestas, sacó un libro y leyó algunas páginas[1].

Italia[]

Los años pasaron y el artefacto continuaba siendo un misterio. Algunos miembros de la hermandad comenzaron a dudar de las habilidades de Giovanni, creyendo que la calavera era un simple objeto ornamental.

Cada día Giovanni contemplaba el artefacto atentamente por una hora. Su pareja, Maria Amiel, se mostraba sumamente incómoda con esa fijación[1].

Curiosamente el zumbido en la cabeza del Asesino se había hecho mayor con el tiempo.

La calavera muestra un rostro

"Oigo una voz, ¡pero no entiendo lo que dice!".

Un día de 1542 la calavera se iluminó levemente. Cuando era sacudida las luces formaban una especie de remolinos. Aunque no entendía la razón sabía que algo estaba por suceder. De pronto comenzó a oír palabras que no lograba comprender, y un rostro de rasgos asiáticos apareció en su mente[1].

Lo que decía era claramente nítido pero su significado incierto por la diferencia de idiomas. De inmediato Giovanni supo que debía alertar a la hermandad.

Siglo XVIII[]

1719[]

Tras haberse ganado la confianza del pirata y Sabio Bartholomew Roberts, Edward Kenway finalmente llegó al Observatorio. Aunque para llegar al yacimiento hubo que desarmar a algunos indígenas, valió la pena.

Solo ellos dos entraron y encontraron la pieza central, un armilar con una calavera de cristal en el centro. Según Roberts el lugar había estado abandonado durante ochenta milenios, pero Kenway no podía creer eso.

The Observatory 11

Gracias a los frascos que habían robado pudieron probar el dispositivo. La calavera proyectó lo que veían Jack Rackham y Woodes Rogers en ese mismo instante, solo con una gota de sangre suya[2].

Sin poder preverlo, Kenway observó a Roberts tomar la calavera y golpearla contra su rostro. Traición. El sabio se marchó con el artefacto y dejó a su antiguo socio en el fondo del lugar.

Si bien logró escapar, una rama se incrustó en el estómago de Edward. Para empeorar las cosas el Jackdaw no estaba, pero sí la tripulación de Roberts. Con las fuerzas que le quedaban se defendió de sus matones pero la sangre que estaba perdiendo era mucha. Finalmente cayó inconsciente, a merced de quien creía un compañero.

1722[]

Tras una larga búsqueda Kenway supo dónde se escondía Roberts: Príncipe, África. Aunque intentó huir, el Royal Fortune fue abordado y su capitán muerto por un dardo de cuerda. Antes de morir, Roberts pidió un último favor: que se deshagan de su cuerpo.

Tainted Blood 3

Edward usando la calavera y un vial de sangre para encontrar a Torres.

Tras el enfrentamiento, la calavera permaneció en poder de Edward, que ahora se dirigía a Cuba para acabar con Laureano de Torres y Ayala. Ese mismo año, antes de darle caza en el castillo de San Salvador de la Punta, encargó el artefacto a Rhona Dinsmore por si no volvía[2].

El 1 de septiembre de 1722, Torres y varios soldados españoles invadieron el Observatorio. Pero sin la calavera el lugar se convirtió en una trampa mortal para ellos. Solo cuando Edward y el Mentor de los Asesinos Ah Tabai llegaron para devolver el artefacto a su lugar todo volvió a la normalidad.

Con Torres y sus hombres muertos, el Mentor prometió que la hermandad sellaría y protegería el Observatorio hasta la llegada de otro Sabio[2].

Siglo XXI[]

Correo sobre las Calaveras de Cristal

Correo de Alan Rikkin en el que se habla de las calaveras de cristal.

En 2012 la Orden de los Templarios estaba buscando un sistema de comunicación seguro y fuera del alcance de sus enemigos, los Asesinos. Una alternativa era usar calaveras de cristal para comunicarse. Dicha opción fue aplicada, pero al ser pocos los dispositivos se reservaron para miembros importantes como Warren Vidic[3].

Curiosidades[]

  • El hombre asiático cuyo rostro fue proyectado ante Giovanni Borgia podría haber sido el emperador Jiajing, que a lo largo de su vida se vio obsesionado con la alquimia y pociones como el elixir de la vida. Ello explicaría por qué para desbloquear la memoria es necesario el componente "Panacea". Otro elemento que sugiere eso es un mensaje dejado por el Sujeto 16: "En el pecado del emperador Jiajing y el hambre de Quetzalcóatl están las respuestas". Siendo así es muy posible que el emperador tuviera en su poder una calavera de cristal.
  • Un empleado de Industrias Abstergo que redactó algunos escritos sobre artefactos de la Primera Civilización sugirió en un informe de 2013 que la forma de las calaveras se debió a una grotesca moda de la época[2].

Apariciones[]

Galería[]

Fuentes y/o referencias[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,7 Assassin's Creed: Project Legacy - Roma: Capítulo 4 - Giovanni Borgia
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 Assassin's Creed IV: Black Flag, el videojuego
  3. 3,0 3,1 Assassin's Creed

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