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Ezio: «Mi hermanita sabe usar un cuchillo.»
Claudia: «Sé hacer otras muchas cosas.»
Ezio: «Hablas como una Auditore.»
— Ezio y Claudia tras un ataque de los Borgia en la Rosa en Flor, 1503.[fte.]


Claudia Auditore da Firenze (1461 - desconocido) fue una noble florentina durante el Renacimiento, y una miembro de la Hermandad italiana de Asesinos. Ella era la hermana menor de Ezio Auditore da Firenze, quien se convirtió en el Mentor de la Hermandad italiana.

En 1476, Claudia se convirtió en contadora financiera de la ciudad de Monteriggioni, bajo la dirección de su tío Mario Auditore. La ciudad floreció con la organización de Claudia y el dinero obtenido de las tiendas y organizaciones de Monteriggioni, que habían sido abiertas una vez más.

En enero de 1500, Monteriggioni fue asediado y en gran parte destruido por el ejército de los Borgia, bajo el mando de César Borgia, dejando a los Auditore sin hogar. Contra el deseo de su hermano de que Claudia y su madre Maria fueran a su ciudad natal de Florencia, Claudia y Maria siguieron a Ezio a Roma, donde Claudia se convirtió en la "Madona" de La Rosa en Flor, el burdel más popular de la ciudad.

Eventualmente, después de demostrar que era una digna luchadora para su hermano, Ezio introdujo a Claudia en la Orden de los Asesinos. Al año siguiente, Claudia fue capturada por Borgia diehard, y posteriormente salvada por Ezio y Nicolás Maquiavelo. Durante este tiempo, ella renunció como la "Madame" de la Rosa en Flor y se quedó en Florencia con su amiga Paola, para recuperarse hasta 1507.

Tres años más tarde, en 1510, Claudia recibió el control temporal de la Hermandad Italiana cuando su hermano se fue en un viaje a Oriente Medio para encontrar la biblioteca del legendario Altaïr Ibn-La'Ahad, que se decía que estaba en Masyaf. Ella ocupó este puesto hasta que su hermano regresó a fines de 1512, luego de lo cual Ezio renunció a la Orden y le asignó un sucesor.

Entradas en la base de datos[]

En Assassin's Creed II[]

Foto de Claudia

Imagen de perfil de Claudia Auditore en la base de datos de Assassin's Creed II.

Fecha de nacimiento: 1461.

Ocupación: estudiante, noble.

Claudia era la tercera hija de Giovanni y Maria Auditore, y primera hembra de la familia. Al parecer, fue una especie de niña mimada. Sus padres tuvieron que elevar su dote en mil florines, ya que Claudia espantaba a todos sus posibles pretendientes.

Al parecer, una vez pegó a una chica porque miró a su novio... y la dejó inconsciente.

Además, es hermana de Ezio, así que deberías estar seguro con ella.

En Assassin's Creed: Brotherhood[]

Fecha de nacimiento: 1461

Ocupación: Noble

Tercera hija de Giovanni y Maria Auditore, y primera hembra de la familia, Claudia vivió una infancia privilegiada dentro de la alta sociedad de Florencia. Tras la muerte de su padre y sus dos hermanos, todo aquello cambió. Claudia, Ezio y Maria buscaron en Monteriggioni la protección de su tío Mario.

Claudia permaneció en la villa, cuidando de su madre, que había quedado profundamente afectada por los sucesos, mientras Ezio partía para vengar los asesinatos. Un libro de registros hallado por los arqueólogos muestra una existencia relativamente anodina. Pasaba muchos meses gestionando las finanzas de la villa, interrumpidos por breves periodos de actividad con las visitas de Ezio y las reformas que podía acometer con el dinero que éste traía de sus viajes.

Bajo sus cuidados, la residencia y el pueblo fueron reformados y Monteriggioni conoció una época de prosperidad. Sin embargo, Claudia seguía apartada de todo lo que había amado. "Oír las aventuras de Ezio solo me recuerda mi propio aburrimiento. Ésta no es la vida que soñé de niña. Ezio no lo entiende. Me trata con delicadeza pero me aparta de la oportunidad de salir de esta prisión", escribió en cierta ocasión en 1495.

Biografía[]

Primeros años[]

«¡Ezio! ¿Donde estabas? No nos dejan salir de aquí. Y madre... No ha dicho una sola palabra desde que salimos de casa. Padre tendrá que arreglar todo esto...»
―Claudia a Ezio, cuando el regreso de la ejecución.[fte]

Claudia nació el 2 de enero de 1461 en la ciudad de Florencia, como la hija del banquero florentino Giovanni Auditore da Firenze y su esposa Maria. Ella tenía dos hermanos mayores, Federico y Ezio, y un hermano menor llamado Petruccio.[1]

A partir de 1476, Claudia se comprometió con Duccio de Luca, un miembro de otra familia noble en Florencia. Eventualmente, Claudia escuchó rumores sobre las acciones adúlteras de Duccio, y su hermano Ezio notó su angustia emocional. En nombre de Claudia, Ezio fue a ver a Duccio, confirmó los rumores y lo golpeó en una pelea. Después de esto, la relación entre Claudia y Duccio terminó.[1]

Unos días más tarde, su casa, el Palacio Auditore, fue atacado por los guardias de los Pazzi. Los guardias arrestaron a Giovanni, Federico y Petruccio, y dejaron a Maria en estado de shock. Claudia y la doncella de los Auditore, Annetta, se tomaron a Maria y se escondieron en el Palacio, hasta que Ezio llegó para encontrar su casa saqueada. Después de esto, a petición de su hermano, Annetta llevó a Claudia y Maria a la casa de su hermana Paola, mientras que Ezio fue al Palacio de la Señoría para encontrar a su padre y hermanos.[1]

A pesar de los esfuerzos de Ezio, Giovanni, Federico y Petruccio fueron ejecutados bajo falsas acusaciones de traición por el gonfaloniere florentino Uberto Alberti, trabajando para Rodrigo Borgia, el Gran Maestro del Rito romano de la Orden Templaria. Claudia y Maria vivían a salvo en la casa de Paola, que resultó ser un burdel, mientras que Ezio exigía venganza contra Uberto Alberti. Este acto más tarde se convertiría en el escalón para la eventual inducción de Ezio a la Orden de los Asesinos, de la cual su padre era un miembro en secreto.[1]

Viviendo en Monteriggioni[]

«Puesto que ALGUIEN ha decidido que nos quedamos. Mario ha pensado que debemos encontrar dinero para arreglar la villa. El problema es que no lo hay.»
―Claudia, sobre Mario haciéndola manejar las finanzas de Monteriggioni.[fte]
CDC 2 v

Claudia diciéndole a Ezio acerca de su disgusto sobre Monteriggioni.

Después de que Ezio tuvo éxito en su objetivo, llevó a Claudia y Maria a viajar a Monteriggioni con él, donde su tío Mario Auditore era dueño de una villa.[1]

Huyendo con éxito de la ciudad, viajaron a través del campo toscano, hasta que fueron emboscados por el rival de Ezio, Vieri de' Pazzi, cerca de Monteriggioni. Ezio, tratando de defenderse de los hombres de Vieri, finalmente se unió a su tío Mario y sus mercenarios, quienes los rescataron y los condujeron a la ciudad. Mostrándoles alrededor de la ciudad, Ezio le dejó claro a Claudia que solo estaban allí temporalmente, ya que planeaba viajar con ellos más al oeste hasta España.[1]

Ezio finalmente fue persuadido por su tío Mario para terminar el trabajo de su padre en la Orden de los Asesinos, y decidió quedarse en la Villa Auditore, para desagrado de Claudia. Algún tiempo después, Mario le dijo a Claudia que mantuviera un registro de las finanzas de Monteriggioni en un libro de registro, lo que enfureció a Claudia, que estaba acostumbrada a un estilo de vida lujoso. Con el tiempo, Claudia se acostumbró a su nuevo trabajo,[1] pero echaba de menos a Ezio mientras viajaba por Italia para derrotar a los templarios.[2]

Durante los viaje de Ezio, ocasionalmente regresaba a Monteriggioni con las finanzas para reconstruir la ciudad, y con las habilidades de organización de Claudia, la ciudad volvió a la vida y se hizo más poblada.[1] Claudia también se casó con el capitán de Mario, y en 1488, estaba embarazada de su hijo.[3]

Alrededor de 1492, cuando Ezio viajó a España para ayudar a la Hermandad Española, María se unió a él y ayudó a consolidar las finanzas de los Asesinos locales.[4]

Homecoming 2 v

Claudia a punto de dar la bienvenida a su hermano después de su viaje.

El 1 de enero de 1500, el hermano y el tío de Claudia regresaron de su viaje a Roma para matar a Rodrigo Borgia, que se había convertido en el Papa Alejandro VI. Al reunirse con Ezio, Claudia le preguntó si el español, Rodrigo Borgia, finalmente había muerto, aunque se negó a responder de inmediato.[2]

Casualmente, la ciudad ya se estaba preparando para el cumpleaños de Claudia al día siguiente, aunque Claudia deseaba mantener la fiesta en secreto de su hermano, para sorprenderlo. Más tarde ese mismo día, Claudia se unió a Ezio, Maria, Mario, Nicolás Maquiavelo y a Caterina Sforza en el estudio de Mario, donde Ezio les contó sobre su decisión de perdonar la vida de Rodrigo y su descubrimiento en Cámara debajo del Vaticano una proyección de Minerva, una miembro de la Primera Civilización.[2]

A la mañana siguiente, en el cumpleaños de Claudia, Monteriggioni fue asediada por los Borgia, bajo el mando del hijo de Rodrigo, César, Capitán General del Ejército Papal. Claudia aseguró a su madre y a varios otros aldeanos en el santuario debajo de su villa, pero fue encontrada y atacada por soldados Borgia al salir de la villa. Ella fue salvada por su hermano herido, quien condujo a los sobrevivientes a través de un pasaje secreto debajo de Monteriggioni. Al llegar fuera, Ezio informó a Claudia y a María que César había matado a Mario, y les dijo que fueran a Florencia. Sin embargo, ambas deseaban ayudar a Ezio, por lo que secretamente lo siguieron a Roma, el corazón de Borgia y el poder de los Templarios.[2]

Liderando a las cortesanas Romanas[]

Ezio: «Si lo haces, Claudia, te dejo sola en esto.»
Claudia: «Me dejaste sola hace veinte años.»
— Ezio y Claudia, sobre su ofrecimiento de liderar a las cortesanas romanas.[fte.]
Negotiations 11

Claudia, Maria y Ezio en la Rosa en Flor.

Claudia y Maria se dirigieron a los cuarteles de los Asesinos en la Isla Tiberina en Roma, donde se encontraron con Nicolás. Nicolás sospechaba que Ezio estaba visitando a las cortesanas en la Rosa en Flor, y redirigió a las mujeres al burdel.[2]

Charlando con las cortesanas, Claudia y Maria se unieron a Ezio, que acababa de regresar de un intento fallido de salvar a la propietario del burdel, Madonna Solari, de comerciantes de esclavos. Sin nadie que dirigiera a las cortesanas, Claudia se ofreció a hacerse cargo de la propiedad del burdel, para gran descontento de Ezio.[2]

A petición de Maria, Ezio estuvo de acuerdo, y Claudia y sus cortesanas comenzaron a recuperar información de la Orden de los Asesinos de los Borgia, comenzando a obtener información sobre la ubicación de Caterina Sforza. Al reunirse con Ezio y los otros líderes del gremio en el escondite de los Asesinos con la información necesaria, los Asesinos decidieron que su siguiente paso era asesinar a Rodrigo y César Borgia.[2]

Claudia continuó guiando a las cortesanas durante los años siguientes, y en 1503, se unió a los Asesinos en el escondite de nuevo, donde reveló que un senador llamado Egidio Troche estaba estrechamente relacionado con el "Banquero". Claudia señaló a Ezio la dirección del senador y ordenó a sus cortesanas que siguieran a Ezio cuando fuera a asesinar al banquero, llevándose el dinero con ellos a la Rosa en Flor.[2]

Sin embargo, estas cortesanas fueron seguidas por guardias Borgia, y se infiltraron en el burdel. Decidida a proteger a sus chicas, Claudia se armó con un cuchillo, sacando a todos los guardias por su cuenta, justo antes de que Ezio ingresara al burdel con la esperanza de salvarla. Ezio estaba sorprendido por los esfuerzos de Claudia, y en agosto de 1503, llamó a Claudia al escondite otra vez.[2]

Ascension 9

Claudia iniciándose dentro de la Orden de los Asesinos.

Al entrar en el salón de ceremonias, Ezio introdujo a Claudia en la Orden de los Asesinos en presencia de los otros Asesinos, mientras que el propio Ezio fue ascendido a Mentor y líder de los Asesinos Italianos. Claudia procedió a realizar un salto de fe en el Tíber desde la parte superior de la guarida.[2]

Ezio se infiltró en el Castillo de San Ángelo poco después, con el objetivo de matar a Rodrigo y a César. Para su asombro, sin embargo, Ezio presenció que César había matado a Rodrigo con una manzana envenenada, y sin el poder de su padre en la Iglesia, César vio que su control sobre Roma se debilitaba inmensamente.[2] Poco después, Claudia le informó a Ezio que un cardenal francés, Georges d'Amboise, reveló que se iba a encontrar con César pronto, y Ezio se fue para interrumpir la reunión.[5] Posteriormente, Claudia se unió a Ezio, Nicolás, La Volpe y Bartolomeo d'Alviano al derrotar al último de los partidarios de César, y fue testigo de su arresto a manos de Fabio Orsini y de la Guardia Papal.[2]

Al año siguiente, Maria se debilitó y comenzó a hablar de Giovanni, Federico y Petruccio nuevamente, y un tiempo después, ella murió debido a una enfermedad. Con esto, Claudia quedó en control exclusivo de las cortesanas, pero ese mismo año, fue capturada por un grupo de remanentes de los Borgia, dirigidos por un espía templario llamado Bruno.[5]

Bruno fingió trabajar para Nicolás, y dirigió tanto a él como a Ezio hacia donde estaba cautiva Claudia, diciendo que era un escondite secreto de los Templarios. Claudia, sostenida por cuerdas, vio que sus ropas fueron arrancadas por uno de los Templarios, hasta que Ezio y Nicolás se acercaron. Nicolás y Ezio fueron capaces de vencer a los fanáticos de los Borgia y rescatar a Claudia, pero ella finalmente decidió renunciar como la Madona de la Rosa en Flor. Claudia se fue a Florencia, donde se quedó con Paola para recuperarse del feroz ataque templario. En respuesta, La Volpe arregló para Rosa, una ladrona Veneciana, para asumir su papel de Madona.[5]

Sirviendo a los Asesinos[]

Ezio continuó persiguiendo a César, y finalmente logró matar al Gran Maestro Templario durante el Asedio de Viana en 1507. Al regresar a Roma desde España, Ezio le pidió a Maquiavelo que enviara a Claudia de vuelta a Roma apenas llegara a Florencia. Claudia regresó a Roma un tiempo después, habiendo llegado a amar a la ciudad más que a su hogar de Florencia.[5]

Claudia continuó sirviendo a los Asesinos, actuando como asesora de Ezio. En 1510, Ezio descubrió una carta de su padre, que detallaba la ubicación de la biblioteca de Altaïr Ibn-La'Ahad, el mentor de la Hermandad Levantina y uno de los más legendarios Asesinos de la Orden. Aunque no le mostró la carta a Claudia, Ezio reveló que su intención era viajar a Masyaf con la esperanza de encontrar la biblioteca. Deseando suerte a Ezio en su viaje y pidiéndole que le escribiera ocasionalmente, Claudia quedó temporalmente bajo el control de la Hermandad Asesina Italiana.[6]

De vez en cuando, Claudia recibía cartas de su hermano detallando el progreso de su viaje, que finalmente lo llevó a Constantinopla. También le reveló los sentimientos que estaba empezando a tener por una mujer veneciana llamada Sofia Sartor.[7]

En ausencia de Ezio, Claudia se enfrentó al problema de la salud declinante del Papa Julio II, que perturbó a los Asesinos debido a que Julio había sido su protector durante muchos años. Además, recibió una carta de Desiderius Erasmus, un holandés erudito y el líder de la Hermandad del norte de Europa.[6]

A finales de 1512, Ezio regresó a Roma con Sofía, que se había convertido en su esposa después de su matrimonio en Venecia. Claudia le reveló las buenas nuevas de Giovanni di Lorenzo de 'Medici, hijo del difunto amigo y aliado de Ezio Lorenzo de' Medici, estando cerca del Papado, y le mostró la carta de Erasmus.[6]

Además, Claudia felicitó a Ezio por su matrimonio, aprobando a su esposa, "incluso si ella [era] veneciana". Ezio, habiendo decidido renunciar a la Orden, reveló que había elegido a Lodovico Ariosto como su sucesor como Mentor. Claudia, señalando la relación de Ariosto con Alfonso d'Este y su esposa Lucrecia Borgia, protestó fuertemente en contra de esto, y se enfureció aún más al enterarse del deseo de Ezio construir su propio viñedo y comenzar a escribir.[6]

Vida posterior[]

Claudia eventualmente se casó nuevamente y se quedó con su nuevo esposo en Roma. A pesar de estar enojada con Ezio al principio, Claudia vino a disfrutar de sus visitas a la villa de Ezio y Sofía en la campiña toscana, y llegó a amar a sus nuevos sobrinos, Flavia y Marcello.[6]

A pesar de tener 15 años más que Sofía, Claudia no asumió un rol maternal en su cuñada y se hicieron muy amigas, ya que Sofía ocasionalmente llevaba a sus hijos a visitar a Claudia en Roma.[6]

Personalidad y características[]

«¡Me está haciendo trabajar! Nuestro padre jamás consentiría en verme detrás de un escritorio.»
―Claudia a Ezio, al recibir trabajo de Mario.[fte]
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Claudia con Ezio detras de la Rosa en Flor.

En su juventud, era evidente que Claudia había sido demasiado mimada por Giovanni, y no tenía miedo de ser violenta cuando una niña simplemente "miraba a su novio". Debido a su temperamento, Giovanni se vio obligada a aumentar su dote en 1.000 florines, ya que asustó a todos sus pretendientes. A veces, también se la veía inmadura, quejándose petulantemente después de que Mario la asignara para administrar las finanzas de Monteriggioni.[1]

A pesar de todo, Claudia era bastante capaz de manejar y llevar un registro del banco de la ciudad, así como de las compras y ganancias de su hermano.[1] Su capacidad en la gestión empresarial volvió a ser útil cuando se ofreció voluntaria, a pesar de la protesta inicial de Ezio, de tomar el burdel en Roma. Bajo su liderazgo, La Rosa en Flor se convirtió en el burdel más popular de la ciudad, así como un efectivo brazo de inteligencia para los Asesinos.[2]

Claudia también fue amable con su familia, especialmente emocionada por la ejecución de su padre y hermanos, por el trauma emocional de su madre y por dejar su hogar y sus amigos en Florencia. Claudia era la única hermana de Ezio, y a diferencia de sus hermanos, quienes fueron ejecutados por orden de Rodrigo Borgia para demostrarle un punto a los Asesinos, ella se salvó, probablemente debido a su género.[1]

Cuando estaba a cargo de Rosa en Flor, Claudia demostró un cariño por las chicas a su servicio y la voluntad de defenderlas. Cuando los Borgia atacaron el burdel, Claudia lo defendió y, sin ayuda de nadie, mató a todos los atacantes armados con solo una daga, un acto que impresionó incluso a Ezio considerablemente.[2]

Galería[]

Curiosidades[]

Assassin's Creed II
  • Claudia, como la mayoría de los personajes, no envejeció en el transcurso del juego, y permaneció en el mismo escritorio en Villa Auditore durante 23 años. Después de que ella se quejó de que la pusieran a trabajar, su única interacción con Ezio fue preguntar si él estaba allí para mirar el libro de las finanzas.
  • Cuando Ezio comenzó a obtener ingresos de Monteriggioni, Claudia declaró que mantendría cualquier dinero más allá de la capacidad máxima del cofre, sin ninguna explicación de lo que pretendía hacer con todo el dinero.
  • Aunque ella siempre estaba sentada en la Villa Auditore durante la mayor parte del juego, Claudia apareció en una "visión" que Ezio tenía en su casa durante la Hoguera de las Vanidades.
  • Hubo un glitch donde, si Ezio lograba toparse con Claudia y derribarla, se le daría la voz de uno de los guardias, ya que normalmente no se suponía que la derribaría.
  • Según Mario en Assassin's Creed: Renaissance, Maria y Claudia vivieron en un convento después de la ejecución de los Auditorio hasta finales de la década de 1480, cuando se mudaron a Monteriggioni.
    • Por esa época, Claudia se casó con el capitán sénior de Mario y le dio hijos. Sin embargo, sus nombres nunca fueron mencionados.
  • El nombre Claudia generalmente se considera derivado del latín "claudus", "cojo, lisiado", pero también se puede argumentar que proviene de "claudo", "cerrar; encierrar", abarcar, rodear, encarcelar, esconder, confinar".
Assassin's Creed: Brotherhood
  • Claudia todavía parecía bastante joven, a pesar de tener 38 años al comienzo del juego. Su piel parecía ser más pálida de lo que era antes también.
  • Cuando Claudia fue incluida en la Orden de los Asesinos, su atuendo era similar al de Maria Thorpe en Assassin's Creed: Bloodlines y Assassin's Creed II.
  • Como su hermano, Claudia manejaba un cuchillo con empuñadura pica hielo, como se muestra en la memoria "Rastro de Papel".

Apariciones[]

Referencias[]

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