El que la hace... fue una representación virtual de una de las memorias genéticas de Ezio Auditore da Firenze, revivida por Desmond Miles en el 2012 a través del Animus.
Descripción[]
Ezio Auditore viajó a San Gimignano para ayudar a su tío, Mario Auditore, a matar Vieri de Pazzi, uno de los Templarios responsables de la conspiración contra su familia que llevó a la ejecución de sus parientes masculinos.
Dialogo[]
Ezio llegó a San Gimignano y encontró a su tío junto con sus tropas fuera de la ciudad.
- Mario: ¿Ezio? ¿Qué estás haciendo aquí?
- Ezio: Asumir mi responsabilidad. Vieri os está acosando por mi culpa.
- Mario: Vieri nos acosa porque él es templario y nosotros Asesinos.
- Ezio: Da igual. Quiero ayudaros.
- Mario: Está bien. Escucha con atención:
Primero debemos averiguar cómo entrar en la ciudad. Aunque parece que Vieri nos espera...
Ha sellado las puertas y ha puesto a sus hombres a vigilarlas. Por suerte, la ciudad es demasiado grande para su hueste. La puerta sur está mal vigilada, así que atacaremos por allí.
Ezio y Mario llegaron a las puertas, solo para encontrarlas cerradas. Mario le sugirió a Ezio que subiera por la pared y abriera las puertas, mientras Mario y sus hombres distraían a los guardias.
- Mario: Muy bien, Ezio. éste es nuestro plan: Mis hombres y yo distraeremos a los guardias. Mientras tanto, trepa a la muralla y encuentra el modo de abrir la puerta.
Ten,cuchillos arrojadizos. Úsalos para acabar con los arqueros. - Ezio: Bien, estoy preparado.
- Mario: Entonces empecemos. ¡Al ataque!
Mario le dio a Ezio un cinturón de navajas, y trepó por la pared sur para tratar con los arqueros, mientras que Mario y sus hombres luchaban contra los guardias fuera de la puerta. Después de esto, Ezio mató a los arqueros y abrió las puertas a su tío.
- Mario: ¡Bien hecho, Ezio! ¡Hemos entrado!
Mario comandó a sus tropas dentro de la ciudad.
- Mario: ¡Seguidme por aquí!
Dentro, encontraron más guardias.
- Mario: Quiero que distraigas a los guardia y no dejes que den la alarma. Espero que me dé tiempo para encontrar y acallar a Vieri.
- Ezio: Va bene.
- Mario: Espera, sobrino.
Llévate unos hombres contigo. Por si acaso.
Vuelve conmigo cuando hayas terminado.
Cuando Ezio se acercó a un grupo de guardias, los escuchó hablar de Vieri.
- Guardia 1: ¿Qué está tramando Vieri?
- Guardia 2: Nadie lo sabe. Pero está preocupado por algo. Si no, ¿por qué ha organizado patrullas?
- Guardia 3: Se supone que somos soldados, pero él nos ha convertido en niñeras. ¿Y por qué?
- Guardia 2: Se habrá vuelto a ir de la lengua, y seguro que ha enfadado a quien no debía. Ahora nosotros pagamos el pato.
- Guardia 1: Cuidado. ¿Quieres que nos arrastren ante él como hicieron con Bernardo?
- Guardia 2: Pobre infeliz. Dicen que Vieri le sacó los ojos.
- Guardia 1: Prefiero conservar los míos. Dejemos esta conversación.
Ezio, junto con los mercenarios, atacaron y mataron a los guardias. Luego se trasladaron a la ciudad y encontraron a uno de los hombres de Mario herido cerca de un pozo.
- Mercenario: ¡Ezio!¡Atacan a tu tío, necesita ayuda! ¡Ve con él!
Ezio llegó a la Santa Maria Assunta para encontrar a los hombres de Mario y Vieri en combate. Al ver a Ezio, Mario lo llamó.
- Mario: ¡Ah, sobrino! ¡Estás aquí! Parece que mi plan tenía un fallo. Los hombres de Vieri nos han tendido una emboscada, como ves. Mi gente y yo nos ocuparemos de estos guardias. Quiero que te adelantes y acabes con esa serpiente. ¡Encuentra a Vieri! ¡Haz que se haga justicia!
Ezio se fue a buscar a Vieri mientras su tío se ocupaba de los guardias. Al llegar a las puertas del norte, Ezio observó desde los tejados cómo Vieri entró en la ciudad junto con su padre y otros dos hombres. Ezio reconoció a uno de ellos, un hombre que llevaba una capucha, como la misma persona que estaba en la residencia de Uberto Alberti y más tarde en la ejecución de su padre y hermanos, Federico y Petruccio.
- El Español: Decidido. Vieri, te quedarás aquí para coordinar a los mercenarios. Francesco organizará nuestras fuerzas en la ciudad y avisará cuando sea el momento de actuar. Jacobo, tu misión es apaciguar a los ciudadanos después del golpe.
- Vieri: ¿Y qué pasa con el maldito Mario? Sigue hostigando a mis hombre, y temo que descubra nuestros planes.
- Francesco: Siempre ha sido un estorbo, igual que el bastardo de su hermano.
- Vieri: ¡Deja que los reúna a ambos en el infierno!
- El Español: Cuando acabemos, habrá tiempo de sobra para limpiar toda esa escoria.
¿Algo más que debamos tratar?
Los Pazzi permanecieron en silencio y Ezio se sorprendió al escuchar las intenciones de Vieri.
- El Español: Muy bien.
¡Que el Padre de la Sabiduría os guíe!
El grupo repitió el comentario antes de que todos se fueran, y un guardia corrió hacia Vieri.
- Guardia: ¡Comandante! ¡Comandante!
- Vieri: ¿Qué?
- Guardia: ¡Mario Auditore ha invadido la ciudad! ¡Viene por usted!
- Vieri: Entonces, no le hagamos esperar.
Vieri se retiró a las almenas de San Gimignano, mientras que Mario y sus tropas atacaron a los guardias. Durante este tiempo, Ezio se movió para asesinar a Vieri, quien lo reconoció.
- Vieri: ¡Ah! Estás ahí. Llevo esperando este momento desde hace mucho, mucho tiempo.
Ezio mató a los guardias que rodeaban a Vieri y finalmente terminó con su vida.
- Ezio: ¿Qué andáis tramando tú y tus aliados? ¿Es esto lo que descubrió mi padre? ¿Por eso le matasteis?
- Vieri: Lo siento. ¿Acaso esperabas una confesión?
Ezio se enojó porque no pudo extraer ninguna respuesta de Vieri.
- Ezio: Pezzo di merda! Ojalá hubieras sufrido más. Has tenido el fin que merecías. Espero que...
Mario interrumpió de repente.
- Mario: ¡Basta, Ezio! Ten más respeto.
- Ezio: ¿Respeto? ¿Después de todo lo ocurrido? ¿Crees que él habría sido tan considerado con nosotros?
- Mario: Tú no eres Vieri. No te conviertas en él.
Mario caminó hacia el cuerpo de Vieri.
- Mario: Que la muerte te brinde la paz que buscabas. Requiescat in Pace.
Mario tomó una carta del cuerpo de Vieri y se la dio a Ezio.
- Mario: Toma esto. Léelo cuando tengas tiempo. Nuestra misión ha terminado. Regresemos a la villa.
Resultado[]
Ezio Auditore, junto con la ayuda de su tío Mario Auditore y sus tropas mercenarias, asesinó a Vieri de Pazzi. También ganó una carta de Padre Giocondo y una página del códice de Vieri. Después de eso, cualquier objetivo que mató, les dio los últimos ritos como respeto al cerrar los ojos y decir "Requiescat in pace" (en latín significa "descansar en paz").
Galería[]
Curiosidades[]
- Un raro error podría ocurrir cuando Ezio abrió las puertas de la ciudad y los mercenarios entraron. Mario a veces se quedaba afuera y no se movía, con la única forma de rectificar esto siendo el reiniciar la memoria, ya que la presencia de Mario era necesaria para completarla.