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«He vivido mi vida al máximo de mis habilidades, pero no he logrado escapar del destino, la ira o el dolor.»
―Ezio Auditore[fte]

Ezio Auditore da Firenze (1459 - 1524) fue El Profeta y el Mentor de la Orden de los Asesinos de la Italia Renacentista entre los siglos XV y XVI, convirtiéndose en una de las figuras Historiográficas más controversiales y tachadas, habiendo participado en conjunto con personajes de talla universal de la época, como Nicolás Maquiavelo o Leonardo da Vinci. Tambien Ezio es ancestro de Clay Kaczmarek y de Desmond Miles por parte de su Padre.

Nacido y criado como noble de la República Florentina en su etapa más próspera, Ezio no llegó a saber de su herencia correspondiente a los Asesinos hasta que, con 17 años, presenció la ejecución con cargos falsos de su padre, y sus hermanos, refugiándose en la villa toscana de Monteriggioni con su tío, y tras esto dedicándose a cazar a los Templarios resurgidos de la época en un viaje que lo llevaría por toda Italia y lo haría vivir los momentos más duros del Renacimiento, incluyendo la Conspiración de los Pazzi y la Hoguera de las Vanidades.

En 1500, tras la muerte de su tío a manos del Capitán General del Ejército Pontificio César Borgia, Ezio se resguardó en Roma con la misión de liberar la ciudad santa de la estirpe del Papa Alejandro VI, hasta lograr acabar con la familia para el año 1507, llegando a ser entonces el miembro de más alta jerarquía de la orden a nivel mundial. También, como actos de notable referencia, ayudó en la preparación de los viajes de Cristóbal Colón, salvó a Nicolás Copérnico de la conspiración papal en su contra, impidió que el Culto de Hermes de Ercole Massimo adquiriera poder en Roma, esparció los ideales de libertad e independencia por la Europa renacentista, y entabló contacto con una Manzana de Edén.

En los años posteriores, Ezio dio inicio a un viaje para descubrir una antigua biblioteca de los Asesinos, llegando a la fortaleza siria de Masyaf, tras eso aventurándose al corazón del Imperio Otomano, Constantinopla, y emprendiendo la búsqueda de las Llaves de Masyaf. Durante su búsqueda, Ezio entabló luchó contra el remanente del Imperio Bizantino, liderado por el Templario Ahmed. Una vez obtuvo todas las llaves y acabó con sus enemigos, Ezio descubrió en Masyaf la Manzana de Edén que perteneció al Mentor Altaïr Ibn-La'Ahad, pero renunció a su vida de Asesino y dejó el artefacto en la biblioteca.

Para 1524, Ezio Auditore había contraído matrimonio con Sofía Sartor y tuvo al menos dos hijos, Flavia y Marcello. Durante ese año, la Asesina china Shao Jun acudió a él buscando ayuda para defender su tierra natal. Días después de haber aleccionado a jun, Ezio murio en su ciudad natal, enfrente de la Basílica de Santa María del Fiore. Se genera mucho debate sobre la causa de la muerte de Ezio, ya que ni en el corto Embers ni en el libro la afirman. Muchos opinan que muere de un ataque al corazón a causa de que a lo largo del corto Embers se lo ve enfermo. Otros dicen que fue asesinado por la ultima persona con la que habla (en el cortometraje), un misterioso personaje del que no se sabe nada mas que por un instante se puede apreciar el símbolo templario en su brazalete.

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Frame de Embers

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Ezio asesinado por templario? Assassin Creed Embers 720p Reales


Ubisoft no dio declaraciones al respecto.

Biografía

Vida temprana

«…es competitivo, necio y de duras palabras, pero es tan apasionado que es muy difícil culparlo por algo…»
María Auditore da Firenze, hablando de su hijo en su diario[fte]

Ezio Auditore da Firenze nació en la República Florentina el 24 de junio de 1459[1] como segundo hijo varón de la familia Auditore, hijo de Giovanni y María Auditore, y hermano menor de Federico. Posteriormente, sus padres tuvieron otros dos hijos, Claudia y Petruccio. El patriarca Giovanni, que provenía de la villa de Monteriggioni, era descendiente de un linaje de la Orden de los Asesinos, y en Florencia transmitió su línea a su familia, educando a sus hijos para que adquirieran la responsabilidad que le correspondía cuando asumieran la mayoría de edad, y así mismo forjó una alianza con la familia gobernante Médicis para servir como aliado, protector y consejero. Con esta estrategia, Giovanni aseguró el sitio y resguardo de los Auditore en la ciudad-Estado, empleando como coartada el trabajo en el negocio bancario—el cual había adquirido mucha popularidad y bienestar en Florencia debido al ascenso al poder de los Médicis. Ante esta creciente alianza con los príncipes demagogos, Giovanni le provocó a su familia una enemistad con diversos nobles que eran de pensamiento absolutista, como la familia Pazzi.[2][6]

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Ezio Auditore recién nacido en manos de su padre, Giovanni.

Destinado a servir a su familia pero al mismo tiempo a involucrarse en la orden a la que su linaje formaba parte, Ezio fue instruido en los negocios bancarios por el célebre tutor y banquero Giovanni Tornabuoni, aunque sus estudios cesaron repentinamente en algún momento del año 1476, ya que—habiendo cumplido diecisiete años—se le relacionó con un crimen famoso, además de que su actitud mujeriega le provocó una infamia entre los círculos de la nobleza florentina.[2]

En algún momento de ese mismo año, Ezio y su hermano Federico se reunieron en un mercado para observar a las jóvenes que iban a comprar frutas y a pasear. En medio de su conversación, Federico señaló a la joven Cristina Vespucci, a quien Ezio encontró muy atractiva pero no sabía como aproximársele. Federico le aconsejó que se arriesgara a hablar con la muchacha, señalando que la mayoría de los hombres temían acercársele a una mujer atractiva, pero que quien realmente lo hiciese tenía ventaja sobre los demás. Ezio siguió el consejo de su hermano y habló con Vespucci, a quien no supo dirigirse y simplemente le preguntó su nombre. La joven hizo ademanes de indiferencia y se alejó; no obstante, Federico le aconsejó a su hermano que no perdiera la esperanza, pues ella posiblemente lo recordaría. Ezio estuvo de acuerdo con su hermano y optó por seguir a Vespucci hasta su casa.[1][5]

Cuando llegó a la casa de la joven, Ezio se fijó en que el noble Vieri de' Pazzi había acosado sexualmente a la muchacha y pretendía violarla, aunque el Auditore intervino cortésmente y le pidió que la dejara en paz. Vieri de' Pazzi respondió de manera altanera y comenzó una pelea con Ezio, la cual finalmente ganó el Auditore. Vieri de' Pazzi se marchó indignado y lanzó palabras injuriosas a su vencedor, dejando en paz a Ezio y a Vespucci. Allí, una vez más, ambos jóvenes entablaron conversación y quedaron en noviazgo a causa de los eventos.[1][5]

Campañas Templarias en Toscana (1476)

«Mis queridos hijos, los cielos oscuros se ciernen sobre Florencia y el tiempo se agota. El enemigo está más cerca de lo que pensé; ahora, la última lucha estará por librarse. Todo hombre es mortal y toda vida tiene un fin, pero ciertas cosas jamás cambiarán. Federico y Ezio, hijos míos, siempre recuerden: nosotros somos los Auditore da Firenze y somos Asesinos…»
―Giovanni Auditore dirigiéndose a sus hijos, posiblemente en una carta[fte]

Conforme avanzaba el año de 1476, el padre de Ezio descubrió varios intentos por parte del papado que buscaban deponer a los gobernantes de provincias de la Toscana que fueran populistas y reemplazarlos con otros que sirvieran a sus fines. Entre varios tumultos, Giovanni Auditore interceptó al cardenal Templario Rodrigo Borgia en una noche de ese año mientras transitaba por Florencia presumiblemente a causa de un encuentro con sus conspiradores. En la resultante confrontación, Giovanni capturó con vida a un guardia y lo llevó al palazzo de Lorenzo de Médicis para que fuese interrogado por el confaloniero de justicia Uberto Alberti. El interrogatorio reveló un plan del Papa Sixto IV para derrocar al duque milanés Galeazzo María Sforza—aliado de Lorenzo de Médicis—y fue ejecutado el 26 de diciembre de ese año, en un frustrado intento del Asesino por evitar el golpe.[6]

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Ezio y Cristina Vespucci en la Florencia de 1476.

El resultado de la muerte de Galeazzo Sforza significó un golpe duro para Toscana, y Florencia se debilitó considerablemente, a pesar de que Lorenzo y su gobierno lograron mantener estables durante mucho tiempo las relaciones con el Estado pontificio.[6]

Cuando Giovanni Auditore regresó a su casa, Ezio y Federico estaban jugando ajedrez, aunque el hermano mayor terminó por vencer. En ese momento, Ezio vio como su padre le hablaba sobre la importancia de escoger sabiamente los movimientos, refiriéndose a que no era prudente esperar a que el enemigo actuara, sino que lo propicio era anticiparse a su jugada. La familia recibió al padre con mucha calidez, pues habían ansiado su llegada.[6]

Posteriormente, Giovanni emprendió misiones para Lorenzo a la Serenísima República de Venecia y a Roma, buscando a los conspiradores del papa, eventualmente encontrando a Borgia en la Basílica de San Pedro y enfrentándolo en un combate en que casi sale herido de muerte, y descubriendo la participación de la familia Pazzi en una conspiración contra Lorenzo en persona. Aunque Ezio expresó deseos de ayudarlo en estas misiones, pues sospechaba del motivo de su padre, Giovanni se negó, prefiriendo ocultar de su hijo la existencia de los Asesinos por un tiempo más.[6]

La Conspiración de los Pazzi (1476-1480)

«¡Amigos míos! ¿Saben qué es lo que nos reune aquí hoy? El honor. Vieri de' Pazzi injuria el nombre de mi familia y nos juzga en base a sus propias miserias.»
―Ezio Auditore a sus amigos poco antes de enfrentar a Vieri de' Pazzi[fte]

Poco después de los eventos, Giovanni Auditore enlistó los nombres de los nobles toscanos que creía que estaban aliados con la Orden Templaria y conspiraban contra Lorenzo. Entre los nombres estaba el padre de Vieri de' Pazzi, Francesco, de quien era bien sabido que odiaba a muerte a los Médicis por su tendencia populista. A raíz de la acusación, el Asesino emitió en el tribunal florentino una orden de captura de Francesco, y el confaloniero Alberti aprisionó al noble.[2]

La rivalidad entre Ezio y Vieri se acrecentó, y un día, ambos nobles se confrontaron seguidos de bandas de hombres en busca de pelea en el Ponte Vecchio. Allí, Ezio dio un discurso a sus camaradas sobre las señalaciones vitupéricas de su rival Vieri, aunque no tardó en ser interrumpido por el joven, que igualmente iba acompañado de una escolta. Ezio se burló de Vieri opinando que los Pazzi contrataban a otros para que hicieran su trabajo sucio pero que nunca se involucraban directamente. Vieri respondió con igual altanería, aunque Ezio tergiversó sus palabras para formar un chiste sexual sobre su hermana. Con esto se dio inicio a una prolongada confrontación callejera en la que Ezio fue herido en la boca con una piedra, la cual le marcó una honda cicatriz que llevaría toda su vida.[2]

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Ezio Auditore saluda a su hermano Federico después de ganarle en una carrera hasta el techo de Santa Trinita.

A la lucha no tardó en sumársele Federico, quien ayudó a Ezio con los pocos hombres de los Pazzi que quedaban, y tras lo cual Vieri y sus seguidores restantes huyeron. Federico expresó que la herida de Ezio podía ser grave, por lo que sugirió llevarlo a un doctor para que fuese atendido. Ezio dijo que no cargaba dinero para pagarlo—afirmación que su hermano ligó a desperdiciarlo en cortesanas y vino—con lo que ambos Auditore optaron por hurgar en los bolsillos de sus enemigos caídos en busca de florines.[2]

Después de conseguir el dinero suficiente, ambos nobles fueron a casa del médico Ceresa, quien atendió a Ezio y le dijo que tendría que verlo por unos días más. Tras esto, Federico le sugirió a su hermano que hicieran una carrera hacia el techo de la iglesia Santa Trinita. Ezio ganó esta competencia, y tras eso ambos hermanos conversaron sobre sus vidas, las cuales consideraban grandiosas. Cuando Federico opinó que ambos deberían regresar a su hogar, pensando que su padre posiblemente estaría preocupado, Ezio pensó en visitar a Cristina Vespucci.[2]

Evadiendo a los matones de los Pazzi para llegar a casa de Cristina, Ezio pasó la noche con la joven, aunque tuvo que huir de su padre cuando éste los descubrió a ambos. Una vez que llegó a su casa, Giovanni lo reprimió por su comportamiento, pues tanto la riña contra Vieri de' Pazzi como la incursión a casa de Cristina Vespucci habían llegado a sus oídos, aunque terminó por simpatizar con su hijo, expresando que también había sido así en su juventud.[2]

Ejecución de los Auditore
Giovanni: «¿Podré suponer que estas desventuras no interferirán con tu trabajo de hoy?»
Ezio: «No, padre. Avete la mia parola (Tienes mi palabra).»
— Giovanni Auditore y su hijo, Ezio[fte.]

Giovanni eventualmente le encomendó a su hijo la tarea de llevar una carta a Lorenzo de Médicis; en este documento, el Asesino exponía todos sus hallazgos en torno a la investigación del derrocamiento de Galeazzo Sforza, así como sus sospechas en cuanto a los nobles de Florencia, en especial los Pazzi.[2]

Ezio llevó la carta a un sirviente de los Médicis en una de sus residencias; no obstante, el hombre informó al joven que Lorenzo y su familia habían viajado a la Villa Careggi ese día, y que transcurriría al menos otro día antes de su regreso. El joven, un poco asombrado, regresó a su hogar y entró en la oficina de su padre tras bromear un poco con su hermano.[2]

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Ezio Auditore saluda con reverencia al confaloniero Alberti, mientras tiene compañía de su padre Giovanni.

Giovanni Auditore había estado reuniéndose con el confaloniero de justicia Uberto Alberti, a quien había llamado a causa de sus inquietudes respectivas a la posibilidad de un golpe de Estado dentro de la república. Ezio escuchó parte de su conversación, en la que distinguió a Alberti intentando convencer a su padre de que la amenaza había sido erradicada con el aprisionamiento de Francesco de' Pazzi. Ezio le dijo a Giovanni que la familia Médicis había viajado a Villa Careggi, noticia que también fue recibida con cierta sorpresa por el noble. Después de saludar al confaloniero, Ezio fue relevado de su deber con Giovanni, aunque éste le pidió que atendiera a su madre y hermanos, alegando que podían requerir su asistencia para sus diversas tareas.[2]

Después de salir, Ezio encontró a su hermana Claudia llorando en una banca en el patio de la residencia. Claudia le dijo que su prometido, Duccio de Luca, posiblemente le estaba siendo infiel, sospechando a razón de escrupulosos chismes de sus amigas. Ezio tranquilizó a su hermana, prefiriendo que se alejase de sus compañías, y aclarando que iría a buscar a Lucca.[2]

Eventualmente, Ezio dio con el joven muy cerca de la Basílica de Santa María del Fiore, observando cómo era acompañado de otra mujer, y además hacía constantes referencias y ademanes sexuales. Ezio se refirió a Lucca con desdén y lo golpeó en la nariz cuando él intentó saludarlo. Seguidamente, empezó una pelea que terminó ganando Ezio, con la que Lucca dio promesas de que se comportaría tras lo sucedido, aunque Ezio aclaró que no quería que volviera a acercarse a Claudia.[2]

Tras regresar a su residencia, Ezio encontró a Petruccio, quien le pidió que buscara plumas de águila que habían caído en diversas casas aledañas. Ezio le dijo a su hermano que debía regresar a la cama o se metería en problemas por lo tarde de la hora, aunque Petruccio insistió, y Ezio aceptó buscar las plumas. El niño se negó a revelarle el uso de las plumas a su hermano, aunque Ezio sospechaba fuertemente que serían un regalo para su madre.[2][1]

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Ezio y su madre, María, se preparan para ir con Leonardo da Vinci al Palazzo Auditore.

Ezio no tardó en conseguir a María Auditore en el mismo patio, quien también hizo comentarios alegóricos a la pelea de Ezio con Vieri de' Pazzi y de su escapada con Cristina Vespucci. María le pidió a su hijo que la acompañara hasta la vivienda de Leonardo da Vinci, estudiante del apadrinado patrón de las artes Andrea del Verrocchio, y a quien la familia Auditore había encargado varias pinturas para decorar estancias.[2]

Mientras caminaban, María mencionó la confrontación entre Vieri y Ezio, señalando que la familia Pazzi pasaba por momentos difíciles debido al encarcelamiento de Francesco, también dejando claro que nunca había sospechado que él fuese capaz de llevar a cabo un asesinato. Ezio le preguntó a su madre qué ocurriría con el noble, a lo que ella respondió que probablemente se haría un juicio y que Giovanni tendría que hablar en estado de acusación, pues era él quien tenía evidencia de su participación en las conspiraciones. Ezio expresó descontento con esta solución, y tras eso ambos llegaron a la bodega de Da Vinci.[2]

Después de tocar, el estudiante de artes les dijo que aguardaran un momento, durante el cual María le recomendó a Ezio que buscase una tarea productiva a la cual dedicarse además de a las mujeres. Ezio pasó por alto el comentario, y a continuación acompañaron a Da Vinci al Palazzo Auditore. El joven pintor habló durante el trayecto, contando sobre sus deseos de contribuir al mundo más allá del arte, dejando claro que no estaba satisfecho con capturar los ideales del hombre.[2]

Una vez en la residencia, María despidió a Ezio de sus deberes, diciéndole que debería volver con su padre. Giovanni entonces le pidió a su hijo que llevara una correspondencia a asociados suyos dentro de la ciudad, y que después buscase un mensaje de un puesto que le fue enviado especialmente vía paloma mensajera; luego, el padre estableció su deseo de que Ezio se mantuviera fuera de líos durante ese tiempo, y que volviera después para discutir con Giovanni.[2]

Special Delivery v (2)

Ezio Auditore recoge la correspondencia de su padre de un puesto de mensajería.

Poco después, Ezio llegó al patio de una casa, donde fue recibido por dos amigos de su padre: un ladrón y una cortesana. El ladrón se dirigió a él preguntándole si era el hijo de Giovanni, a lo que la cortesana irónicamente dijo que no y que solo se le asemejaba. Ezio le entregó el paquete de su padre, y tras eso se dirigió a la plataforma de una casa en otro distrito, donde un mercenario lo llamó para que subiera. El mercenario, antes de llevarse el envío, le preguntó a Ezio si había sido seguido desde que partió de su hogar, a lo que él respondió que no había razón para que lo siguieran. Acto seguido, el mercenario le dijo que su padre sería prudente si se trasladaba esa misma noche, tras lo cual se marchó.[2]

Después de llevar las correspondencias de su padre, Ezio llegó al puesto de palomas mensajeras que su padre le indicó y retiró la carta. No obstante, reparó en varias hordas de guardias del tribunal que corrían desmesurados hacia el interior del distrito.[2]

«¡Padre! ¿Qué ha ocurrido?»
«Ha sido un poco agitado, pero estoy bien. ¿Qué hay de tu madre y tu hermana?»
«Están a salvo ahora.»
«¿Se las llevó Annetta
«Sí. Espera… ¿tú sabías que esto pasaría?»
«No de esta forma y no tan de prisa, pero sí. Ahora ya no importa.»
―Ezio Auditore habla con su padre, Giovanni, aprisionado en la torre del Palazzo della Signoria[fte]

Ezio regresó inmediatamente al Palazzo Auditore, donde descubrió de oídos de la sirvienta Annetta que su padre y sus hermanos habían sido tomados en custodia por guardias del tribunal florentino, y que, igualmente, los hombres estaban buscándole a él. Ezio observó que su madre estaba catatónica, por lo que pidió a Annetta que llevase a María y a Claudia al burdel La Rosa Colta para resguardarse.[2]

Jailbird 2 v

Ezio visita la celda de su padre en la torre del Palazzo della Signoria.

Tras llegar al Palazzo della Signoria, sede del poder jurídico en la república, Ezio trepó los muros que la rodeaban y alcanzó llegar hasta la cima de la torre, donde estaba ubicada la celda de Giovanni. El padre de Ezio no tardó en responder a su hijo, mostrando su preocupación por los eventos, así como de la condición de su esposa e hija. Ezio le preguntó a Giovanni si él sabía que aquellos acontecimientos se darían, a lo que el padre dio respuesta afirmativa, y Ezio concluyó que todo había sido obra de los Pazzi y sus aliados. Giovanni le pidió a su hijo que regresara a casa y encontrase una puerta oculta en su despacho, alegando que adentro había un cofre cuyo contenido era muy importante y que Ezio debía llevarlo todo consigo; igualmente, había varios documentos y cartas que debían ser llevados al confaloniero Alberti, los cuales eran prueba de la lealtad de la familia al gobierno de los Médicis.[2]

Tras escuchar el sonido de la puerta de la celda de Giovanni siendo abierta, el padre le pidió a su hijo que se marchara lo más pronto posible, y Ezio se dejó caer de la torre por medio de un salto de fe.[2]

Al huir del palazzo y llegar de nuevo a su casa, Ezio entró en la oficina de Giovanni y usó la habilidad visión de águila para dar con la sección oculta, la cual encontró con facilidad. En efecto, tras hallar el cofre, Ezio tomó de su interior todo lo que había, siguiendo las instrucciones de su padre al pie de la letra. El contenido era la túnica de Asesino de Giovanni, la espada que este usase durante sus misiones, la Cuchilla Oculta que había resultado averiada en su última encomienda, una modesta cantidad de páginas del Códice de los Asesinos, y varios documentos indispensables para probar la inocencia de los Auditore sobre los cargos con que se les acusaba.[2]

Al salir del Palazzo Auditore, Ezio se encontró con dos guardias que irrumpieron en el porche y sacaron sus espadas en señal de amenaza. El joven noble les preguntó que si sus órdenes no eran de arresto, a lo que los soldados respondieron que no, y expresaron abiertamente su intención de matarlo. A continuación, se dio una breve confrontación en la que venció Ezio, y tras la cual se dirigió con toda prisa a la casa del confaloniero de justicia.[2]

Heirloom 2 v

Ezio descubre la túnica de Asesino de su padre.

En la casa de Alberti, el líder del tribunal florentino le preguntó a Ezio su motivo de visita, a lo que el joven no supo responder sin titubear. Finalmente, Ezio le dijo a Alberti que su padre y hermanos habían sido encarcelados, y que había recibido instrucciones de Giovanni de entregarle a él aquellos documentos, cosa que hizo. El confaloniero aclaró que todo había sido un malentendido y que él se encargaría de liberar a sus familiares la mañana siguiente, alegando que aquellos documentos contenían evidencia de una conspiración contra la república. No obstante, Alberti mentía, ya que él había dado las órdenes de captura de los Auditore al haber trabajado en conjunción con el papado y ayudar a los Pazzi a sutilmente destituir a los Médicis del poder.[2]

A pesar de la invitación que el confaloniero ofreció a Ezio para que durmiera en su casa, el joven la rechazó, y se alejó mientras esperaba la audiencia de Giovanni, Federico y Petruccio que el día siguiente daría el tribunal para discutir si aprobar o revocar su sentencia a muerte.[2]

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Ezio durante la ejecucción de su familia

En la Piazza della Signoria, Ezio se ocultó entre las multitudes que observaban el espectáculo ocasionado por el dirigente del tribunal. Alberti había subido a los Auditore a una tarima en todo el centro de la plaza, ordenando a los guardias a que ataran a cada uno de ellos a sogas a punto de ser ejecutados, previendo evaluar su sentencia después. Finalmente, el confaloniero declaró que habían sido juzgados bajo el cargo de traición a la República de Florencia, y que la pena era por tanto la de muerte, a no ser que hubiera evidencia que respaldara lo contrario.

Giovanni Auditore se defendió a voz abierta, afirmando que su hijo le había enviado documentos que probaban verazmente su lealtad a la ciudad. No obstante, el confaloniero se desentendió del comentario, estableciendo que aquel esclarecimiento era falso, mintiendo sobre la correspondencia que Ezio le había hecho llegar. El joven Auditore, buscando aproximarse al estrado para evitar una catástrofe, no pudo intervenir antes de que Alberti pronunciara su último veredicto, sentenciando a sus familiares a muerte.[2]

A pesar de que Giovanni intentó proferir palabras incendiarias contra su verdugo político, los guardias accionaron el mecanismo del cadalzo, y el padre y los hermanos de Ezio murieron al instante.[2]

Asesinato de los Auditore

En ese momento, Alberti distinguió a Ezio entre la muchedumbre y ordenó a los soldados que lo aprehendieran. Ezio extrajo su espada a medida de defensa, pero un bruto no tardó en desarmarlo de un brusco ataque de su hacha. En ese instante, los aliados del difunto Giovanni recomendaron a Ezio que huyera, y el joven no tardó en escapar de la escena trepando por los tejados de casas cercanas.[2]

Debido entierro
«Los cuerpos de mi familia, no puedo dejar que permanezcan colgados en el cadalzo... tengo que brindarles los últimos ritos... Enviarlos al siguiente mundo…»
―Ezio a Cristina Vespucci[fte]

Posiblemente la noche del día en que fueron ejecutados su padre y sus hermanos, Ezio Auditore se reunió con Cristina Vespucci, quien también había conocido los eventos. Ambos expresaron su tragedia por lo ocurrido, y la joven se dispuso a ayudar a su novio en darle a los cadáveres los honores que no les fueron otorgados por los guardias florentinos.[5]

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Ezio carga el cuerpo de Giovanni Auditore hacia el río Arno.

Después de que llegaran a la Piazza della Signoria, Ezio y Cristina vieron que los cuerpos habían sido retirados y que no había rastro de su paradero. Sorprendido, Ezio le sugirió a Cristina que se ocultara mientras hablaba con el guardia que en ese momento cuidaba la horca. El guardia negó saber a dónde pensaban llevarse los cuerpos, aunque expresó que posiblemente los llevarían al río para tirarlos en sus aguas.[5]

Posteriormente, Ezio y Cristina llegaron a una salida del distrito que daba abiertamente al río Arno, y donde los cuerpos de Giovanni, Federico y Petruccio Auditore estaban postrados en el piso bajo vigilancia de la guardia. Aunque Ezio sintió que debía matar a los soldados por ejecutar órdenes sin cuestionarlas, Cristina le pidió que no entrara en violencia, y el joven optó entonces por buscar una ruta alternativa para llevar los cadáveres a un bote y sacarlos fuera de la escena.[5]

Ezio cargó uno por uno los cuerpos y los llevó río abajo utilizando el bote. Luego, Ezio se reunió con Cristina, a quien confesó su necesidad de partir fuera de la ciudad, así como su deseo de que ella fuese con él. La joven, sin saber qué responder, negó que podía desentenderse de su familia y de su posición en la república; Ezio, sin más, le regaló a ella un collar que simbolizaría su unión por los años venideros en que no se verían más.[5]

Camino a la represalia
«¿Por qué vas a enseñarme a matar?»
«No voy a hacerlo, te enseñaré a sobrevivir.»
―Ezio y Paola[fte]

La noche de ese día, Ezio regresó al Palazzo Auditore, pero la presencia de guardias florentinos en la estancia le contuvo de entrar en la casa, por lo que decidió permanecer afuera y esperar a la sirvienta Annetta. La joven apareció poco después, expresando sus deseos de ocultar a Ezio de la vista pública; el Auditore, reconociendo que no había podido detener a los verdugos de sus familiares, preguntó por su madre y su hermana. Annetta les explicó que ellas estaban a salvo y que lo guiaría hasta su posición, el prostíbulo que dirigía su hermana. Ezio pensó que pondría en peligro a la sirvienta si viajaban juntos, por lo que prefirió que ella le diera la ubicación del mismo y acordó encontrarse con Annetta en la entrada del edificio, optando por una ruta más discreta que la suya.[2]

FT 2 v

Ezio Auditore discute con Paola sobre cómo matar a Uberto Alberti.

Al llegar a La Rosa Colta, Ezio se encontró con Annetta y ambos fueron recibidos por la hermana de esta, Paola. La mujer se presentó y trató con amabilidad al recién llegado Ezio, ofreciéndole refugio para ocultarse de la guardia de la ciudad. No obstante, Ezio aclaró que sus intenciones eran vengar a su familia, y que debía matar al confaloniero Alberti por su traición. Paola indicó que el hombre era poderoso y por lo tanto significaba un riesgo para él actuar solo, aunque también explicó que ella podía enseñarle las habilidades de sigilo necesarias para llevar a cabo aquella tarea.[2]

Primeramente, Paola se ocupó de instruir a Ezio en pasar desapercibido entre las multitudes, dejando claro que era una herramienta útil el mezclarse con los pasantes para no ser distinguido por guardias cercanos. La mujer llevó al joven Auditore a un breve recorrido alrededor del prostíbulo, evadiendo los guardias usando esta medida. A continuación, la mujer pasó a explicar a Ezio la utilidad y necesidad de robar en casos de necesidad, encomendándole robar a cinco diferentes personas y luego ocultarse entre grupos de personas para no ser atrapado. Ezio cumplió con las instrucciones dadas por Paola, y la mujer lo felicitó.[2]

Posteriormente, Paola afirmó que Ezio requería de un arma precisa para poder emplear esas habilidades en el asesinato, y le mostró al Auditore su propia Cuchilla Oculta en el momento en que él preguntó qué debía usar. La mujer aclaró que la había obtenido por medio de las mismas tácticas que le había enseñado, y le recomendó que visitara a Leonardo da Vinci para que la reparara, señalando que sus pericias se extendían mucho más que al ámbito de la pintura. Por último, Ezio le preguntó por qué le había ayudado tanto si a fin de cuentas era para ella un extraño, a lo que Paola respondió que ella también había sido víctima de la traición, y dejó ver una herida de su brazo.[2]

Ezio Auditore fue directo a la bodega de Leonardo da Vinci, quien lo recibió cálidamente y preguntó en qué podía servirle. Ezio, sin saber cómo proceder, afirmó únicamente que necesitaba reparar un objeto suyo y esperaba que él le ayudase. Leonardo lo invitó a pasar, y dentro despejó un escritorio de trabajo abarrotado de papeles y sextantes para colocar la Cuchilla Oculta dañada de Giovanni Auditore. Aunque al principio confesó que sería imposible reparar el objeto sin los planos originales debido a la complejidad de sus mecanismos, el erudito no tardó en notar un rollo de pergamino oculto por el estuche del arma. Este rollo, escrito en una combinación de diferentes dialectos y lenguas orientales y nórdicas, resultó para Da Vinci la codificación de las instrucciones de construcción, uso y reparación del objeto, y que logró descifrar sin dificultad.[2]

Ace 7 v

Ezio Auditore prepara su dedo anular para que sea amputado por Leonardo da Vinci.

Da Vinci despertó al joven Auditore después de que éste quedara dormido, y le explicó que ya había reparado la Cuchilla. No obstante, basado en la decodificación del texto que estaba debajo de la misma, el uso requería el sacrificio y compromiso de quien tuviese propuesto matar por medio de ella: el que se pusiera la Cuchilla debía cortarse el dedo anular y permitir que la hoja pasara fuera del orificio que éste desocupaba. Ezio asumió que la medida era necesaria y que habría sido concebida como forma de seguridad, por lo que se preparó para ello; sin embargo, Da Vinci confesó haber mentido a manera de broma, señalando que los mecanismos habían sido reinventados en la Edad Media para permitir a los usuarios conservar su dedo.[2]

Después de que Ezio probara la Cuchilla, Da Vinci le preguntó si poseía más pergaminos como aquel, a lo que el Auditore respondió que no. Da Vinci le pidió que si en algún momento volvía a encontrarse con uno se lo llevara para descifrarlo, pues mostraba un amplio interés en su contenido.[2]

Ace 3 v

Ezio con la hoja oculta de su padre

En ese momento, la puerta de la bodega sonó y el erudito fue a atenderla. Un guardia florentino replicó a Da Vinci que debía responder varias preguntas, y salió al patio del taller en compañía del erudito. El guardia comenzó a preguntarle sobre su relación con la familia Auditore y agredió con patadas a Da Vinci a medio de tortura; no obstante, Ezio intervino repentinamente y salvó al erudito de la hostigación, apuñalando con su Cuchilla al guardia en la espalda.[2]

Tras agradecerle, Da Vinci le indicó al joven que llevara el cadáver a la parte trasera de la bodega, donde estudiaba la anatomía de diversos otros cuerpos que encontraba en la ciudad como parte de sus estudios. Ezio obedeció y dejó al guardia muerto en el sitio, al mismo tiempo que agradecía con sinceridad a Da Vinci por haberlo ayudado. El erudito respondió con amabilidad, y señaló que mejoraría la Cuchilla de Ezio si las otras páginas que encontraba contenían más diseños para la misma.[2]

Juez, Jurado y Ejecutor
«¡Los Auditore no han muerto! ¡Yo sigo aquí! ¡Yo! ¡Ezio Auditore!»
―Ezio después de asesinar a Uberto Alberti[fte]

Ezio fue de vuelta a La Rosa Colta, donde Paola le preguntó si había tenido éxito reparando la Cuchilla Oculta con ayuda de Leonardo; el Auditore le mostró a la mujer el arma y esta quedó impresionada con la rapidez con que desenfundaba su hoja. Allí, Paola informó a Ezio que Uberto Alberti atendería esa misma noche a la exposición artística de los últimos trabajos de Andrea del Verrocchio, que sería llevada a cabo en la Basílica de la Santa Cruz. Ezio pautó ir allá a realizar su venganza contra el confaloniero, y le pidió a Paola que cuidara de su madre y su hermana mientras se ausentaba.[2]

Después de llegar a la zona que rodeaba la basílica, Ezio buscó un punto estratégico en el techo de una de las casas aledañas, desde donde podía ver los grupos de personas que asistían a la exposición, distinguiendo entre las multitudes al confaloniero florentino.[2]

Alberti iba en compañía de Lorenzo de Médicis, que había regresado de Villa Careggi días atrás, y que se había topado con el sorprendente y altamente dudoso curso de acción del líder del tribunal de la República. En medio de una discusión política que arremetía contra las lealtades de ambos, los nobles se dispusieron a entrar en la galería, y Ezio los siguió bajando de la casa y ocultándose entre los civiles que se trasladaban a pie.[2]

Dentro de la exposición, el joven Auditore distrajo la atención de sí mismo sentándose en una de las bancas que rodeaban la galería, y desde la cual tenía una perfecta vista del confaloniero y de sus invitados. Entre la nefasta compañía que rodeaba al hombre, una pareja habló injuriosamente sobre los Auditore, sugiriéndole a Alberti que borrara de todo registro la memoria de la familia, a la que calificaron de traidores y de plebeyos. Una mujer se aproximó igualmente a Alberti, calificándolo de héroe, mientras que otra pareja cuestionó la originalidad de los supuestos actos traidores de los Auditore, señalando que posiblemente habían recibido ayuda de otras familias. Para colmo, el último grupo expresó el deseo de ejecutar a Ezio Auditore, señalándolo como la mayor amenaza para los intereses de la ciudad en aquel momento, aunque el confaloniero subestimó su carácter, calificándole de impetuoso e infantil, creyendo que nunca actuaría en retribución.[2]

Uberto2

Ezio Auditore asesina a Uberto Alberti.

Aprovechando las circunstancias, Ezio se abrió paso entre el público hacia Alberti, quien, sorprendido, lo reconoció al instante y pidió ayuda a gritos. El joven apuñaló varias veces al confaloniero en el pecho y en el abdomen, derramando grandes cantidades de sangre del hombre y sosteniendo su cuerpo en sus últimos momentos. Inmediatamente antes de fallecer, Alberti opinó que Ezio hubiera podido actuar de la misma forma en el momento previo a la ejecución de su padre y hermanos, dejando claro con esto que hubiese preferido morir en aquel momento antes que traicionar a su mejor amigo.[2]

Después de dejar el cadáver de Alberti, Ezio proclamó que los Auditore no habían muerto, y que él llevaba consigo el nombre de la familia que había sido ejecutada en un vil acto de traición. Mientras los guardias corrían a apresarle, el joven escapó trepando los techos de las casas y volvió de inmediato a La Rosa Colta.[2]

Huida de Florencia
«He visto carteles por todo el distrito, quitarlos es una buena forma de que la ciudad olvide tu rostro. Cabe destacar que los heraldos también incitan al público, sobórnalos y hablarán de otras cosas. O también puedes darle caza a aquellos que falsamente testifican en tu contra. Negocian la dignidad por dinero, su pérdida no será añorada. Haz cualquiera de estas cosas, y podrás irte con libertad.»
―Paola aconsejando a Ezio[fte]

De vuelta en la Rosa Colta, Ezio informó de su éxito a Paola, quien lo felicitó de manera discreta y analítica; ambos concluyeron que los Auditore debían marcharse de Florencia. Ezio sugirió que podía llevar a su familia a la Villa Auditore de Monteriggioni, dirigida por su tío Mario. Paola, no obstante, le avisó que era demasiado pronto para partir, y que era una mejor alternativa deshacerse de los indicios de su presencia en la ciudad: la cortesana recomendó al joven quitar carteles puestos por la guardia florentina que anunciaban una recompensa por su captura, o bien sobornar heraldos que informaran al pueblo del asesinato del confaloniero Alberti, o dar muerte a políticos indulgentes que pronunciaban calumnias sobre los Auditore.[2]

LL 1 v

Ezio arranca un cartel de recompensa por su vida colgado por la guardia florentina.

Ezio se dio durante varias horas tarea de hacer desaparecer su rostro de la imagen pública para evitar el alboroto que su presencia y sus actos causaran entre las masas; posiblemente removió varios carteles, sobornó heraldos y mató oficiales de una manera que lo beneficiaron redujendo su reputación considerablemente.[2]

No mucho después, Ezio regresó a La Rosa Colta, donde fue recibido con amabilidad por Paola y Annetta. La sirvienta llevó a la madre y la hermana de Ezio ante su presencia; Claudia, que desconocía que su padre y sus otros hermanos habían sido ejecutados, se sorprendió enormemente al oír la noticia por parte de Ezio. Finalmente, Ezio convenció a su hermana de que había hecho lo necesario, y que para huir de Florencia en aquel momento él requería que ella mantuviera la cordura, a lo que Claudia se mostró dispuesta.[2]

Paola se despidió muy cordialmente de los Auditore, que partieron en ese momento para salir de los dominios de la República Florentina. A pesar de que la puerta de salida estaba custodiada por una guarnición de guardias, el joven Auditore pagó a unas cortesanas para que les distrajeran mientras su familia escapaba.[2]

Mientras transitaban por el sendero montañoso que separaba a Florencia de Monteriggioni, Claudia le preguntó repetidamente a Ezio cómo su familia había llegado a aquella situación. Sin embargo, aunque el Auditore negó repetidamente saber cómo había ocurrido, afirmó que sus difuntos habían recibido un entierro apropiado, habiéndose encargado de ello junto a Cristina Vespucci varios días atrás.[2][5]

Llegada a Monteriggioni
«¡Cuéntamelo todo!»
«Ejecutaron a papá por traición, igual que a Federico y a Petruccio. Entonces fueron a buscarme.»
«¿Sabes por qué?»
«No tengo respuestas, tío, solo una lista de nombres que obtuve de un hombre que me deseaba muerto.»
―Mario y Ezio Auditore[fte]

Ezio, Claudia y María transitaron durante varias horas hasta llegar a Monteriggioni, donde sintieron un repentino alivio, aunque se vieron interrumpidos por un grupo de hombres armados liderados por Vieri de' Pazzi. El joven noble se dirigió con cinismo a Ezio, ofreciéndole hipócritas palabras de consolación con respecto a la ejecución de sus familiares, aunque al mismo tiempo dejando claro que pretendía matarlo y llevarse a su madre y hermana.[2]

RA 8 v

Ezio se encuentra con su tío Mario en las afueras de Monteriggioni.

No obstante, Ezio defendió a María y a Claudia, y eventualmente Vieri convocó a todos sus hombres a la confrontación. Estos, sorprendentemente, fueron vencidos por un grupo de mercenarios procedentes de Monteriggioni, y que estaban liderados por el tío de Ezio, Mario.[2]

Tras vencer a Vieri de' Pazzi y que este huyera del sitio, Ezio reconoció a su tío y se reencontró con él después de varios años sin verle. Mario afirmó que se había enterado de la muerte de su hermano, y expresó que debía llevar a sus sobrinos y a la esposa de Giovanni al interior de la fortaleza.[2]

Conforme avanzaban por Monteriggioni, Ezio le fue contando a su tío lo sucedido en Florencia, mencionando la captura y ejecución de Giovanni, Federico y Petruccio. Después, Mario le preguntó a su sobrino si sabía por qué Alberti había actuado de esa forma contra su familia, a lo que Ezio negó conocer, alegando que la única pista que tenía hasta ahora era la lista de conspiradores aliados con el difunto confaloniero. Después de expresar que le costaba creer que su padre y hermanos hubieran muerto, Ezio recibió consuelo de su tío, quien afirmó que lograrían superarse, aunque el joven más bien creyó que Mario actuaba de forma optimista.[2]

Mario Auditore pensó que a Ezio le gustaría Monteriggioni, argumentando que si bien la villa había sido durante mucho tiempo enemiga de la República Florentina, en otros momentos se aliaba con la misma en un acto pragmático, aludiendo a la relatividad de las amistades conforme cambiaban los tiempos. Mario también afirmó que los habitantes de Monteriggioni eran hombres trabajadores, y que sus negocios vendían bienes simples pero que eran de muy buena mano de obra; igualmente, se refirió a la capilla de Monteriggioni, en la que tenía cordiales relaciones con su sacerdote.[2]

A continuación, Mario le explicó a Ezio que la villa había sido construida doscientos años atrás por su bisabuelo, Domenico Auditore. Mario dejó claro que la decadencia del pueblo y los cambios drásticos que habían ocurrido con los años y que estaban sujetos a graves conflictos, habían maltratado a Monteriggioni como ciudad, y que por mucho que él como gobernador hubiese querido contribuir a mejorar, el estado de su economía no se lo permitía.[2]

CDC 2 v

Ezio habla con Claudia y María en el vestíbulo de la Villa Auditore.

Después de llegar a la Villa Auditore, Mario le dijo a Ezio que fuese al pueblo a comprar suministros médicos para lo que sería un rústico entrenamiento, aunque el joven declaró que solo había acudido a la ciudad para esconderse y que, no conforme, pensaba llevar a su familia a un sitio más seguro tras un breve tiempo. Mario, a raíz de la conversación de su sobrino, se percató de que Ezio desconocía la participación de su familia en la Orden de los Asesinos, y apenado aclaró que pensaría en cómo explicarle el trabajo que había llevado a cabo su padre en vida y que ahora le correspondía continuar. Finalmente, Mario le informó a su sobrino que había preparado una habitación para él en el último piso de la villa, y tras eso Ezio partió al mercado a comprar medicina, una daga y guantes de pelea.[2]

En el vestíbulo de la villa, Ezio se reunió con Claudia y María. Su hermana expresó que se sentía incómoda en Monteriggioni en comparación con su estancia en Florencia, aunque Ezio le aseguró que solo estarían allí momentáneamente y que no tardarían en partir, dejando a las Auditore para que fueran a sus cuartos.[2]

Entrenamiento en la Villa Auditore
«¿Estás familiarizado con los Templarios? Una de varias órdenes de caballería establecidas durante las Cruzadas. La historia te enseñará que fueron disueltos hace casi doscientos años en Francia, solo que no fue así. Apenas fueron vagamente degradados mientras continuaban su nefasta labor. (...) Los Templarios buscan el dominio sobre todos los hombres, y nosotros, los Asesinos, estamos destinados a enfrentarlos.»
―Mario Auditore a Ezio[fte]

Regresando con su tío Mario, Ezio le informó que se había equipado como él le había dispuesto, aunque volvió a asegurar que su intención era marcharse con su madre y su hermana a una estancia de mayor refugio. Mario pidió a su sobrino que entrara en razón, alegando que él apenas podía defenderse de Vieri de' Pazzi en combate, y eventualmente pidiéndole que le permitiera entrenarle en el campo de mercenarios cerca de la villa. Ezio finalmente accedió, y se reunió con Mario en el lugar.[2]

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Ezio practica en el campo de entrenamiento de Monteriggioni.

El campo era un improvisado círculo llano en el que los mercenarios subordinados a Mario Auditore practicaban movimientos de ataque y de defensa coordinados muchas veces por el condotiero. Ezio fue llevado e introducido a las prácticas por su tío, al momento en que Mario aprovechaba para hablarle del verdadero trabajo de Giovanni Auditore, a diferencia de que, como el joven creía, era una labor bancaria. Mario explicó que Ezio había heredado por linaje la responsabilidad del Asesino, hombre que, integrando una amplia orden, se proponía confrontar en todo plan a los Templarios, aclarando también que los hombres responsables por la muerte de sus familiares pertenecían a este grupo de nefastos propósitos.[2]

Apoyándose también en el descubrimiento de la Cuchilla Oculta y el Códice por parte de Ezio para hacerle entender la existencia de la orden, Mario le explicó los principios por los que esta se ejercía, suponiendo, a su vez, que debido a que su hermano Federico era el de mayor edad en la familia, Giovanni asumió que a él correspondería el puesto de Asesino tras su defunción.[2]

El entrenamiento se extendió por casi dos años, enseñando a Ezio tecnicas como el contraataque, aprendiendo a luchar con varios tipos de armas como su hoja oculta o con sus puños. Mario descubrió a Ezio investigando sobre los Asesinos en los libros de la biblioteca de su estudio, señalando que el joven ya estaba seguro de la pertenencia de su padre a la sociedad secreta. Ezio afirmó estar de acuerdo, aunque cuestionó la necesidad de poner aquellos dictámenes en secreto, especialmente a él, quien era de la misma familia. Después de un debate algo prolongado, y ciertos procesos de entrenamiento, ambos concordaron; no obstante, Ezio aseguró que su objetivo en los días venideros sería llevar a su familia a España, lejos de los Pazzi. Mario se molestó, argumentando que le había brindado las habilidades necesarias para defenderse de sus enemigos, y que lo que él hacía era negar la herencia de su padre y la labor de su familia.[2]

PMP 9 v

Ezio habla con un mercenario sobre la vulnerabilidad de las fuerzas de Mario ante los ataques de Vieri de' Pazzi.

Mario se marchó después de la breve discusión, y Ezio le preguntó a uno de sus mercenarios a qué se debía su decepción. El soldado expuso que Vieri de' Pazzi había estado acosando a las fuerzas de Monteriggioni desde la llegada de Ezio a la villa, y que Mario como condotiero no podía permitirse más humillaciones, alegando además que él había tenido la esperanza de que Ezio se sumara a sus fuerzas con la culminación del entrenamiento.[2]

El joven Auditore partió hacia el estudio para hablar con su tío, aunque otro mercenario lo encontró y le informó que había partido inmediatamente junto a sus fuerzas a San Gimignano para combatir a Vieri de' Pazzi. Ezio concluyó que sería sensato asistirlo en su empresa, aunque primero optó por verificar el estado de Claudia y María.[2]

Ezio se sorprendió cuando Claudia le dijo que María Auditore había quedado en estado catatónico, y la observó en pose de plegaria postrada frente a las plumas de águila que su hijo menor, Petruccio, había solido recolectar. Ezio, sin embargo, pensó que su madre no duraría así por mucho tiempo, y tranquilizó a su hermana, creyendo que podría hacer volver a su madre a la razón.[2]

Posteriormente, Ezio marchó al establo, donde cabalgó un caballo y partió hacia San Gimignano.[2]

Asaltando San Gimignano
Ezio: «¿Qué estaban planeando tus aliados? ¿Esto es lo que mi padre descubrió? ¿Fue por esto que lo mataron?»
Vieri: «Perdona, ¿acaso esperabas una confesión?»
— Ezio Auditore y Vieri de' Pazzi, minutos antes de que éste muriera desangrado[fte.]

En primavera de 1477[1], Ezio se reunió con su tío Mario y un grupo de mercenarios en las afueras de San Gimignano. Mario, sorprendido al ver a su sobrino después de la breve disputa que habían tenido en Monteriggioni, se contenta al ver la disposición de Ezio a colaborar en el ataque contra las fuerzas de Vieri de' Pazzi. Ezio, no obstante, pensaba que se estaba responsabilizando de lo que había sido una injusta represalia por parte del florentino hacia su tío; Mario le explicó que la posición de ellos como Asesinos los comprometía a los deseos de los Templarios, como era Vieri.[2]

WGA 1 v

Ezio planea con su tío Mario el asalto de San Gimignano.

Mario explicó que Vieri aguardaba la llegada de Mario, pues no habían sido lo suficientemente discretos en su llegada; sin embargo, Mario esclareció que la ciudad era lo suficientemente grande para ellos entrar inadvertidos y acercarse furtivamente. Ezio, de acuerdo con las pautas de su tío, aceptó sus indicaciones, y a continuación el grupo marchó hacia las murallas que rodeaban la ciudad para buscar una ruta de ingreso a la fortaleza.[2]

El tío de Ezio vio una entrada por uno de los muros que sería fácilmente accesible para su sobrino, por lo que optó por darle a Ezio un conjunto de cuchillos para lanzar, armas que podía usar contra los arqueros que custodiaban la entrada de la ciudad y que se postraban en diferentes puntos en la cima de la muralla.[2]

Mario lideró a sus mercenarios en un combate contra los guardias que defendían la entrada, directamente atacándolos sin darles oportunidad de alertar a sus compañeros sobre la muralla. Ezio, aprovechando la distracción, trepó el muro y mató a los arqueros utilizando los cuchillos; después, procedió a abrir la puerta, y el grupo de Mario entró en San Gimignano sin dificultad.[2]

Después, mientras avanzaban, el grupo vislumbró a un gran conjunto de guardias apostados al final de unas escaleras que daban al corazón de la ciudad. Mario le encomendó a Ezio la tarea de matar a aquellos soldados con la ayuda de varios de sus mercenarios. Mientras se les acercaba, Ezio escuchó que los guardias hablaban de uno de sus compañeros que había sido desfigurado por Vieri de' Pazzi a causa de incompetencia al llevar a cabo una de sus órdenes.[2]

Mario y sus mercenarios vadiaron el área para acercarse al centro de la ciudad, mientras que Ezio y su pequeño grupo combatía a los guardias. Después de matar a todos los soldados, Ezio y sus mercenarios se adentraron en la ciudad, hasta que encontraron a uno de los hombres de Mario postrado y herido en un pozo; el mercenario le dijo a Ezio que Mario necesitaba ayuda, ya que el grueso de los hombres de Vieri lo había encontrado y le estaban dando una pelea fuerte.[2]

Ezio llegó para asistir a su tío, aunque Mario pareció reponerse rápidamente y sus hombres recobraron la ventaja en la confrontación. Su tío le encomendó buscar por los techos a Vieri de' Pazzi y darle muerte, mientras que él y sus soldados detenían a sus fuerzas, dándole tiempo suficiente para encontrarlo y asesinarlo.[2]

Inmediatamente después, Ezio trepó las casas de la ciudad en busca de alguna pista del paradero del noble, eventualmente encontrándolo junto a un grupo de aliados en la entrada norte de la ciudad. Ezio reconoció a dos personas, el padre de Ezio, Francesco—a quien Giovanni había acusado de conspirador en una de sus cartas—y a su tío abuelo, Jacopo. El otro hombre que les acompañaba, un español, era en realidad el cardenal Rodrigo Borgia, líder de la Orden Templaria.[2]

Ezio escuchó cómo el español les giraba instrucciones a Vieri y a sus familiares, específicamente preparándolos para una importante jugada que se daría en los meses entrantes. Ezio entendió la mayoría de las referencias de los hombres, pues sus palabras implicaban que estaban planeando un atentado o un gran movimiento político; igualmente, Vieri injurió a Mario Auditore, aseverando que sus fuerzas representaban para él una amenaza. El líder español lo calmó, aclarando que después se encargarían de él.[2]

Cuando los acompañantes de Vieri se marcharon de la ciudad, un guardia subordinado corrió al joven Pazzi a informarle del ataque orquestrado por los mercenarios de Monteriggioni. Vieri, ansioso por el combate, reunió a los soldados que les quedaba en la entrada norte para resistir al avance de Mario, mientras que él se apostaba con dos escoltas en la muralla de la misma puerta.[2]

WGA 14 v

Ezio asesina a Vieri de' Pazzi.

Ezio aprovechó la oportunidad para correr hacia la ubicación, al momento en que los guardias de Vieri se enfrentaban a las fuerzas de Mario. Vieri atacó a Ezio, pero el Auditore lo superó en combate con las técnicas que su tío le había enseñado, y terminó por asesinarlo junto a sus escoltas.[2]

Momentos antes de morir, Vieri fue severamente interrogado por Ezio, quien le preguntó si aquella conspiración era lo que su padre había descubierto y la causa de su propia muerte, a lo que el Pazzi contestó altaneramente que no daría confesiones. Ezio procedió a injuriar a Vieri de' Pazzi con fuertes palabras insultantes, finalmente siendo interrumpido por su tío, que había vencido a las tropas del noble.[2]

Mario brindó los honores que los Asesinos consideraban correctos a los cadáveres de sus víctimas, y al final extrajo de las ropas de Vieri una página del Códice, y una carta que le entregó a su sobrino, pidiéndole que la leyera cuando tuviera la oportunidad, aseverando que tenían que regresar a Monteriggioni.[2]

Los secretos de la Villa Auditore
Ezio: «Los Pazzi responden a otro, un español.»
Mario: «Él es Rodrigo Borgia, uno de los hombres más poderosos de Europa, y líder de la Orden Templaria»
Ezio: «Lo que lo vuelve responsable de la muerte de mi padre y mis hermanos»
Mario: «Sí, y te matará a ti también, si se le presenta la oportunidad.»
―Ezio discute con su tío Mario sobre los Templarios [fuente]

En Monteriggioni, los mercenarios llevaron a cabo celebraciones por el asesinato de Vieri de' Pazzi, que para sorpresa de muchos había resultado callado y poco había afectado a la ciudad, aunque los conspiradores miraron con asombro la pérdida de uno de sus principales agentes en Toscana.[2]

Mientras Ezio se distanciaba del grupo de soldados de Mario, su tío lo llamó para que fuese con él a la villa y discutiesen sobre sus siguientes pasos. Ezio le contó a su tío la reunión que había presenciado, dejando claro que el líder al que rendían cuentas los Pazzi era un hombre español. Mario le explicó que se trataba del cardenal Borgia, y dejó claro que su poder tenía una ascendencia por todo el continente, y que además era líder de la orden a la que pertenecía. Ezio concluyó que también debía matarle si estaba involucrado en la ejecución de su familia, y acto seguido le dijo a su tío que pensaba regresar a Florencia a dar muerte a Francesco de' Pazzi, pensando que debía compartir el destino que correspondió a su hijo en San Gimignano. Mario compartió el punto de vista de su sobrino, aseverando que el noble tramaba el mal para la ciudad.[2]

Después, Mario se marchó a su estudio, y Ezio optó por leer la carta que él le había dado tras la muerte de Vieri de' Pazzi. La carta había sido escrita por el arquitecto Giovanni Giocondo, quien según lo escrito dentro de su contenido, evidenciaba que el hombre había sido un amigo de confianza del padre de Vieri, Francesco. La carta, de hecho, estaba dirigida a Francesco, y hablaba sobre una discertación que aparentemente Giocondo y él habían tenido sobre la actitud de Vieri, y que se había extendido desde su origen y continuado en una breve correspondencia. Giocondo alegaba que, si bien Vieri exhibía conductas sádicas, él se había dado cuenta de que hacía este tipo de prácticas en necesidad de una mayor atención por parte de su padre, por lo que fijamente le recomendaba a Francesco que ejerciera mejor su paternidad hacia su hijo. Finalmente, Giocondo expresaba su temor de qué sería de él si la carta llegase a ser descubierta por Vieri, y en efecto lo fue, pues estaba en su bolsillo, evidencia que puso a pensar a Ezio sobre el paradero o estado de Giocondo.[2]

ACoP 20 v

Ezio y Mario estudian las páginas del Códice en el estudio de la Villa Auditore.

Ezio se unió a su tío en el estudio de la finca, donde observó que Mario miraba una pared de exposición en el que estaban puestas varias páginas del Códice. Ezio pudo identificarlas, aunque eran pocas. Mario explicó que Giovanni Auditore había traducido aquellas en vida; Ezio le dio a su tío la que estaba en su posición, y le dijo que habían podido ser descifradas por el erudito Leonardo da Vinci. Mario notó la forma en que las letras de cada página de cruzaban con las de la otra; Ezio opinó que alguna especie de dibujo estaba oculto en el contenido de las páginas como un total, y que requerían la presencia de todas para ser visible: el joven Asesino creyó que se trataba de un trabajo de cartografía.[2]

Mario le contó a Ezio que Giovanni y él habían trabajado juntos descifrando muchos de los dictámenes de las páginas. Igualmente, explicó que el Códice había sido escrito por el Asesino cruzado Altaïr Ibn-La'Ahad, después de que él capturara para su causa una de las Piezas de Edén. Según Mario, Altaïr había hablado en sus escritos de un ente poderoso y mágico que yacía más allá de las tierras conocidas por el hombre, aunque el condotiero negaba saber qué era. Ezio se dispuso a completar el trabajo de su padre, y aclaró que podía volver a Leonardo para que decodificara la página del Códice que había obtenido de Vieri de' Pazzi.[2]

Cuando Ezio pasó a la oficina principal de la villa, vio a su hermana Claudia sentada en el escritorio del gobernador. Claudia le dijo a su hermano que Mario la había hecho trabajar administrando los ingresos y gastos de Monteriggioni, aunque expresó inconformidad con el hecho. Claudia explicó a Ezio que todo lo que fuese recaudado de las visitas turísticas sería colocado en un cofre en la oficina, y que después de un tiempo, Ezio debía tomar el dinero para depositarlo en el banco, también dejando en claro que si él no lo hacía cuando le correspondía, ella se quedaría con lo que sobrara. Ezio aceptó el trato, y pasó a conocer a un arquitecto. El hombre aclaró que Mario Auditore lo había contratado para que arreglara las fachadas decaídas del pueblo, pero como no tenía dinero, poco podía hacer para arreglar los problemas. Ezio explicó que él podía brindar el dinero necesario, y acordó aportar cada cierto tiempo una cantidad suficiente para arreglar las atracciones turísticas y principales negocios de la ciudad para fortalecer su economía.[2]

ACoP 15 v

Ezio y Mario contemplan el Santuario.

Poco después, Ezio regresó al estudio con su tío, quien expresó sus deseos de enseñarle algo especial. Mario abrió un pasadizo ubicado en la biblioteca de su estudio, mostrando que llevaba a la parte subterránea de la cripta. Ezio lo siguió, y descubrió que ahí estaba localizado el Santuario de los Asesinos, lugar en que había un semicírculo integrado por estatuas de diferentes Asesinos que habían tenido un rol en vida sumamente importante para la supervivencia de la orden y de sus principios; estos eran: Darío, quien había utilizado la Cuchilla Oculta para asesinar a Jerjes I de Persia, Iltani, Asesina babilonia que había envenenado a Alejandro Magno, Wei Yu, Asesino chino que había empleado una lanza para dar muerte al Emperador Qin Shi Huang, Amunet, Asesina egipcia que había matado a Cleopatra utilizando una serpiente, y Leonio, Asesino del Imperio Romano, que había cometido magnicidio al apuñalar hasta la muerte a Calígula.[2]

Mario le explicó a Ezio que el Santuario había sido construido por Domenico Auditore para honrar y preservar la memoria de los Asesinos y su lucha por la humanidad a lo largo de la historia. Tras dirigir su vista a cada uno de ellos, Mario le enseñó a su sobrino la Armadura de Altaïr, depositada en el centro en una sala abovedada e inaccesible, en la que además se postraba la estatua del mismísimo Altaïr. Mario le dijo que, si bien poco se conocía sobre la vida de Altaïr, la armadura que había legado era ligera pero sumamente resistente; aunque expresó deseos de dársela a su sobrino, afirmó que no sabía cómo retirarla de aquella cámara. Igualmente, Mario aclaró que en vida, Domenico le había dicho que la armadura podría salir con un mecanismo que se activaría si los respectivos sellos de las estatuas de los Asesinos eran depositados; también dijo que los sellos estaban ubicados en diversas criptas esparcidas por Italia, y aunque había intentado localizarlas en su juventud, no había tenido éxito; no obstante, expresó deseos de que Ezio sí pudiera.[2]

Regreso a Florencia
Los esponsales de Cristina Vespucci
Ezio: «¡¿TÚ LA AMAS?! ¿A Cristina? ¡La mujer que desposarás!»
Soderini: «¡Sí, lo juro! ¡La amo! ¡Máteme aquí y seguiré amándola!»
Ezio: «No volverás a apostar.»
Soderini: «Nunca, Messere.»
Ezio: «O te cazaré y te mataré yo mismo.»
―Ezio amenaza de muerte a Manfredo Soderini [fuente]
Picture1

Ezio se reencuentra con Cristina Vespucci.

En 1478[2], Ezio regresó a la República Florentina para investigar el paradero de los agentes Templarios que orquestraron la ejecución de sus familiares. En un día a comienzos del año, Ezio fue a la casa de Cristina Vespucci para visitarla, irrumpiendo en su habitación por medio de la ventana, e interrumpiendo a la joven mientras se peinaba. Cristina se sorprendió por la llegada de Ezio, y el joven Auditore le dijo que la había extrañado y expresó palabras de consuelo. Ella, sin embargo, le informó de su preocupación, pues su padre había arreglado su matrimonio con el joven Manfredo Soderini. Poco después, una pareja le informó a Ezio y a Cristina que Manfredo Soderini se había metido en problemas con la guardia local por una deuda de apuestas, y que por no poder pagarla los guardias iban a arrojarlo al río Arno desde un puente bajo construcción.[5]

Ezio partió para impedir que Manfredo fuese asesinado, llegando a tiempo para matar a los guardias que le acosaban. Soderini agradeció a Ezio por haberlo salvado, pero el Auditore le sostuvo al borde del puente, preguntándole con firmeza si él amaba a Cristina. Soderini afirmó vehemente que sí, y tuvo que prometerle a Ezio que dejaría de apostar y convertirse en un buen marido.[5]

Ezio no tardó en regresar con Cristina Vespucci, a quien expresó su amor aún latente besándola con intimidad. Finalmente, Ezio le dijo que se había asegurado de que Manfredo Soderini sería un buen esposo, dejando anodada a su ex novia.[5]

Cazando Templarios
«Hay catacumbas que atraviesan la ciudad. Te llevarán a un lugar desde el que te será posible espiar su reunión.»
―La Volpe a Ezio[fte]

No mucho después, Ezio se dirigió a la bodega de Leonardo da Vinci para pedirle ayuda sobre cómo aproximarse a Francesco de' Pazzi. Da Vinci se sorprendió de ver a Ezio después de dos años, aunque lo recibió amablemente y le preguntó cómo podía ayudarlo. Antes que nada, Ezio le dio la página del Códice que esperaba que tradujera; aunque el erudito confesó que se le hacía difícil entender un poco la estructuración de los vocablos antiguos, logró descifrarla sin problema, explicándole a Ezio que se trataba de un manual para varias técnicas de asesinato que le serían útiles. Aunque el Auditore mostró interés en verlas, Da Vinci las estudió detenidamente, dando con el diseño de una segunda Cuchilla Oculta.[2]

PWYP 3 v

Ezio le entrega una página del Códice a Leonardo da Vinci.

Da Vinci le dijo a Ezio que podía practicar las técnicas en el patio de su taller mientras él buscaba la manera de armar la otra cuchilla, que también pensaba darle a Ezio siguiendo las instrucciones del pergamino. Ezio fue al patio, donde el asistente de Da Vinci, Vincenzo, posicionó tres muñecos en diferentes sitios para que Ezio practicase, aprendiendo de este modo el asesinato aéreo, el asesinato desde un punto oculto, y el asesinato desde debajo de un balcón. [2]

El erudito Da Vinci había terminado para cuando Ezio regresó, y le dio la segunda Cuchilla Oculta. Ezio le agradeció, y aprovechó el momento para preguntarle sobre cómo podía acercarse a quien esperaba que fuera su siguiente objetivo: el noble traidor Francesco de' Pazzi. Da Vinci discretamente le recomendó que fuese al Mercato Vecchio a buscar al ladrón La Volpe, y tras eso, el Auditore se marchó.[2]

En el Mercato Vecchio, Ezio se escondió entre la multitud y utilizó la habilidad de visión de águila para dar con el hombre que buscaba. Después de ver a un ladrón que actuaba en conducta sospechosa, el hombre corrió hacia Ezio y le robó de su cinturón su bolsa con dinero. Aunque el Auditore le pidió que le devolviera sus florines, el ladrón negó tenerlos de forma retadora y corrió, aunque Ezio no tardó en alcanzarle.[2]

SYT 3

Ezio y La Volpe discuten sobre cómo entrar a Santa María Novella.

Sin querer entrar en ningún tipo de pelea, Ezio le pidió al ladrón que le regresara su dinero y lo dejaría tranquilo. En ese momento, el Auditore fue interrumpido por un ladrón vestido con capa marrón, quien se presentó como La Volpe, e igual afirmó conocer el nombre de Ezio. Cuando el joven noble le preguntó cómo sabía cómo se llamaba, Volpe le respondió que su deber y negocio era conocer todo en Florencia. El ladrón procedió a preguntarle a Ezio qué necesitaba, y el joven aseveró que requería conocer el paradero en que estaría Francesco de' Pazzi antes de que se diera para saber cómo acercársele. La Volpe afirmó que una caravana había venido desde Roma, y que muy posiblemente se daría inicio un encuentro con el hombre proveniente allí y el noble que Ezio buscaba. El Auditore le preguntó si sabía como podía interceptarlo, a lo que el ladrón respondió que sí y le regresó el dinero robado.[2]

La Volpe acordó con Ezio que él debía seguirlo en una carrera por los techos y el ladrón lo llevaría a la ubicación que deseaba y le diría todo lo que necesitaba. Ezio aceptó, y le dio ventaja a Volpe para que este corriera por delante de él unos pocos segundos.[2]

La carrera condujo a Ezio hasta unas casas ubicadas frente a la iglesia Santa María Novella. La Volpe le aseguró al Auditore que Francesco de' Pazzi estaba reuniéndose con sus aliados en la iglesia, y que podía acceder utilizando las catacumbas que la atravesaban y a las que se podría entrar halando el mecanismo de la calavera de cristal pegada al altar de uno de los exteriores. Ezio agradeció la ayuda del ladrón florentino, y se dispuso a continuar.[2]

El rastro de los conspiradores
Baroncelli: «Todo está aquí: espadas, hachas, armadura, flechas. Nuestros hombres no necesitarán nada más.»
Francesco: «Asumo que este obsequio es de parte del Papa
Borgia: «Dio su consentimiento hacia la operación, siempre que nadie sea asesinado.»
— Los conspiradores Pazzi hablan con el cardenal Borgia sobre el planeado golpe de Estado contra los Médicis[fte.]

Ezio siguió las instrucciones de La Volpe, activando el mecanismo de la calavera blanca para abrir un pasaje subterráneo debajo de la iglesia. En los pasadizos, descendió por un conjunto de cruces y escaleras, eventualmente llegando una sección en la que tres guardias florentinos, cuyas palabras dejaban ver que habían sido pagados por Francesco de' Pazzi, cuidaban las catacumbas y patrullaban en busca de intrusos.[2]

S4Memory4

Ezio entra en las catacumbas de Santa María Novella

Cuando los guardias se retiraron a otra parte de las mazmorras para conversar, Ezio aprovechó el momento para poder adentrarse en la cripta y subir por las ruinas hasta lograr abrir la puerta con acceso al Gran Salón utilizando un mecanismo ubicado en la planta superior. Los guardias se alarmaron al ver que la puerta había sido abierta, y varios de ellos regresaron para investigar, alarmados y desenfundando sus armas.[2]

Sin embargo, Ezio logró matar a todos los soldados, aunque uno de ellos, Ilario, observó pasmado el espectáculo y huyó horrorizado, finalmente siendo muerto por el mismo Asesino. Después, Ezio continuó hasta llegar a una sala llena de guardias, a los que igualmente asesinó.[2]

Tras abrir otra puerta y entrar en otro pasadizo, Ezio descubrió que los conspiradores y sicarios de los Pazzi estaban reuniéndose en ese momento con el cardenal Rodrigo Borgia, y se acercó a la abarrotada ventana de la planta para poder oírlos.[2]

Las palabras de los hombres afirmaban que estaban planificando un golpe de Estado contra la familia Médici, habiendo recibido el apoyo y consentimiento del mismo papa Sixto IV. Los aliados de Francesco y Jacopo de' Pazzi y Rodrigo Borgia estaban exhibiendo varias armas que planeaban usar, y aseveraban que estaban dispuestos a atacar a Lorenzo de Médicis, y a su hermano, Giuliano, el día siguiente, cuando se diera la congregación de feligreces, y misa de la principal basílica de la República: Santa María del Fiore.[2]

Después de que la reunión de los Templarios tuviera fin, Ezio continuó su camino dentro de la cripta y halló el sarcófago y monumento del Asesino Darío, extrayendo su sello y tesoro de la sala. Entonces, el noble florentino salió de la cripta y se reencontró con La Volpe en un muelle del río Arno.[2]

Defendiendo a la familia real
Ezio: «Ignoro la especificidad de sus intenciones, pero comenzará mañana e incluye a los Médicis.»
Volpe: «La familia estará allí para el servicio del domingo… ¡junto con el resto de Florencia!»
— Ezio y La Volpe discuten su preocupación sobre el plan de los Pazzi[fte.]
NVS 24

Ezio discute con La Volpe acerca de los planes de la familia Pazzi.

Ezio se sentó junto a La Volpe en una banca que daba directamente al río Arno, y el Asesino le contó al ladrón sobre sus hallazgos en la cripta de Santa María Novella, expresando su preocupación por un plan que tenían pautado la familia Pazzi, un conjunto de infames sicarios, y la dirección y respaldo de miembros del papado y del mismo pontífice. La Volpe afirmó que los Médicis estarían el domingo siguiente acudiendo a la congregación de Santa María del Fiore a primera hora en conjunto con todo el pueblo florentino, en una de las principales misas del año. Ezio opinó que los Pazzi darían un golpe de Estado en ese momento, aunque calmó a La Volpe tras la afirmación de que haría lo necesario para impedirlo.[2]

Naturalmente, el día 26 de abril, Lorenzo de Médicis acudió junto a su esposa, Clarice Ursino, y su hermano, Giuliano, a la Basílica de Santa María del Fiore, seguidos por un gran grupo de ciudadanos dispuestos a acudir a la misa de ese día. Ezio se mezcló entre la multitud y empleó su Visión de Águila para localizar a los golpistas, finalmente ubicando a Francesco de' Pazzi y al banquero Bernardo Baroncelli.[2]

Apenas había ubicado al noble y al sicario, Baroncelli atacó a Giuliano con un brutal golpe de arma blanca dirigido al cuello. Lorenzo se percató del ataque sorpresivo, y en ese momento, los monjes Antonio Maffei y Stefano da Bagnone, que formaban parte del grupo de la basílica, hirieron al príncipe en el cuello y la espalda respectivamente. Ezio intervino al momento en que Francesco de' Pazzi retaba a un combate de espadas a Lorenzo el Magnífico. El joven Asesino logró matar a todos los soldados de los Pazzi, ahuyentar a los conspiradores y vencer a Francesco para que no agrediese al monarca; no obstante, el noble había logrado dar muerte a Giuliano.

Assassins creed II 3

Ezio trata de salvar a Giuliano de Médicis antes de que sea brutalmente ejecutado por Francesco de' Pazzi.

Lorenzo de Médicis se percató de que Ezio le había salvado la vida, y sumamente agradecido le pidió que lo escoltase hasta su refugio ubicado a unas cuantas cuadras de cercanía. Ezio acompañó al príncipe por varias calles en las que se libraba despiadadas confrontaciones entre soldados lealistas al gobierno y mercenarios pagados por los Pazzi, los cuales habían entrado en la ciudad liderados por el clérigo Francesco Salviati.[2]

En el refugio, Lorenzo fue atendido por el guardia Poliziano, quien les informó que la ciudad entera se había sumido en disturbios por el caos originado en la basílica. Lorenzo le dijo a Ezio que le debía la vida y le preguntó por qué le había ayudado. Ezio le reveló al monarca que era hijo de Giovanni Auditore, aquel banquero procedente de Monteriggioni que le había asesorado en décadas pasadas y que, a manera de traición, había sido condenado a muerte y ejecutado bajo cargos falsos por el confaloniero de justicia de la república. Lorenzo, apenado por la situación, expresó sus condolencias, y en ese momento, fueron informados por un guardia de que Francesco de' Pazzi planeaba tomar por fuerza la corte de la Signoria, colocando en esta a sus lacayos. El príncipe le dijo a Ezio que su vida no servía de nada para Florencia si el tribunal era controlado por los golpistas, pidiéndole personalmente al Auditore que diera muerte al noble traidor.[2]

Ezio escuchó el informe sobre la situación que le daba Poliziano, y tras eso se abrió paso por los techos de la ciudad hasta llegar a las casas aledañas al Palazzo della Signoria. Allí, en cuya plaza se llevaba a cabo una brutal batalla entre las fuerzas republicanas y golpistas, el Asesino fue distinguido por Francesco de' Pazzi, quien se encontraba en un punto de ventaja en la cima del palazzo, observando la refriega y siendo custodiado por un gran grupo de soldados. Francesco se impresionó de que Ezio siguiera vivo y le ordenó a los guardias bajo su mando que le dieran muerte.[2]

No obstante, Ezio logró trepar hasta el palazzo, donde acabó con todos los hombres de Francesco y persiguió al noble hasta su posición. El Pazzi, finalmente exhibiendo su temor hacia el joven Auditore, lanzó a éste palabras de injuria y ejecutó un salto de fe hasta el suelo, cayendo en una cesta de hojas y huyendo de Ezio por las calles del distrito. Ezio le persiguió, y logró darle una puñalada fatal con su Cuchilla Oculta en la espalda, provocando que cayera al suelo desangrando. En sus últimos momentos, Francesco de' Pazzi expresó que todo había terminado, en el momento en que Ezio le dijo que Florencia pasaría a juzgarlo por sus actos. En ese momento, Ezio le dio sus últimas palabras de respeto, siguiendo cuidadosamente el consejo de su tío, y cerrando con la frase Requiescat in Pace.[2]

Farewell Francesco 5

Ezio sostiene el cuerpo sin vida de Francesco de' Pazzi.

Los tumultos por la ciudad no tardaron en cesar, y los lealistas al gobierno finalmente triunfaron, erradicando las fuerzas de los Pazzi, aunque llevando el cadáver de Francesco a la cima del palazzo. Fue en ese momento de la noche en que el tío del noble, Jacopo, reunió a las principales masas de la ciudad que favorecían a los Pazzi frente al palazzo para reclamar lo que consideraban era una libertad negada al gobierno de los Médicis. Entonces, como acto que simbolizaba el triunfo de los lealistas, Ezio y los soldados de Lorenzo arrojaron colgando el cuerpo de Francesco de' Pazzi dese la punta del palazzo, acto que aterrorizó a la muchedumbre, y del cual Leonardo da Vinci realizó un boceto al estar presente en el espectáculo.[2]

Después de su derrota en el intento de golpe de Estado, Jacopo de' Pazzi, Francesco Salviati, Stefano da Bagnone y Antonio Maffei huyeron a diversas regiones de Toscana, escapando de la jurisdicción y poder de la monarquía que, gracias a la fallida ejecución de su plan, se había consolidado más que nunca.[2]

Los últimos preparativos
Lorenzo: «Cuando tenía seis años caí dentro del Arno. No tardé en percatarme de que me estaba ahogando, en la oscuridad, seguro de que mi vida estaba por terminar. Sin embargo, desperté tras el sonido del llanto de mi madre, con un extraño a su lado, quien empapado me sonreía. Mi madre me explicó que él me había salvado la vida, y entonces comenzó una larga y próspera relación entre dos familias, la tuya y la mía. Lamento no haber podido salvar a tu padre y a tus hermanos.»
Ezio: «No debe disculparse por nada. Creo que Jacopo de' Pazzi participó en sus ejecuciones, así como en el ataque en su contra. Necesito encontrarle.»
— Lorenzo el Magnífico y Ezio[fte.]
FTTF (3)

Ezio convence a Lorenzo de Médicis de que le dé los nombres de los conspiradores Pazzi.

A la mañana siguiente, Ezio se reencontró con Lorenzo de Médicis en el Ponte Vecchio, observando el río Arno detenidamente. Allí, el príncipe le contó al joven Auditore que su padre, Giovanni, le había salvado la vida cuando apenas contaba seis años y había caído en las profundidades del río. Tras eso, Lorenzo se disculpó por no haber intervenido a tiempo durante la traición del confaloniero Uberto Alberti dos años atrás, en las que resultó ejecutada casi toda la familia del Asesino. Ezio aseguró que Lorenzo no tenía nada que excusar, y en su lugar aclaró que debía ir tras Jacopo de' Pazzi y sus agentes, pues ellos habían ampliados sus ambiciones y eran enemigos tan peligrosos para la república como lo había sido Francesco en vida.[2]

Sin embargo, Lorenzo aseveró que Jacopo y sus sicarios habían huido antes de que su guardia pudiera arrestarlos, dispersándose por Toscana bien ocultos. Ezio le preguntó al monarca las identidades y funciones de cada uno de los aliados de Jacopo, y Lorenzo se las explicó; entonces, el joven Asesino afirmó que vería a su tío, quien creía que podía encontrar con relativa facilidad el paradero de los sicarios, pues tenía agentes apostados en los sitios más frecuentados de la campiña. A continuación, Lorenzo le dio a Ezio una página del Códice de los Asesinos, contándole que la había tomado de la biblioteca personal de Francesco de' Pazzi durante el saqueo de su casa. Ezio agradeció el obsequio, diciendo que le sería de mucha utilidad, y partió a cumplir su asignación.[2]

Durante este tiempo, Ezio volvió a visitar a Leonardo da Vinci en su taller, donde le llevó la página del Códice que Lorenzo le había entregado. El erudito se fascinó con la información que había conseguido desvelar, y aclaró que se trataba del diseño de una Cuchilla para administrar veneno.[2]

Blaid with bite

Ezio discute con Leonardo da Vinci sobre la función de la Cuchilla Envenenada.

Da Vinci le dijo a Ezio que tendría que idear un mecanismo para insertarle el contenedor de veneno a la Cuchilla sin que hubiese dañado su función mecánica principal. Sin embargo, Ezio no se mostró reacio a aceptar que manejase su arma, y poco después, el erudito ya había completado la mejora.[2]

Ezio agradeció a su amigo, y éste le dijo que el veneno que le había suministrado era poco en cantidad, pero que podría comprar más a los doctores. Tras esto, Ezio salió a completar su misión.[2]

Cazando a los Conspiradores
Reencuentro en Monteriggioni
Ezio: «He sido enviado por Il Magnifico desde Firenze para encargarme de nuestro convenio sin honrar. Vengo en busca de Jacopo de' Pazzi.»
Mario: «¡Ja! ¿Y quién no? Hemos estado persiguiéndole por días.»
Ezio: «Puede que lo que ahora tengo en mi posesión nos ayude a ambos: una lista de sus co-conspiradores. Uno de ellos seguramente hablará antes de morir.»
— Ezio y Mario Auditore poco después de los eventos en el Duomo[fte.]
Mario and Ezio after the death Francescos

Ezio le lleva a su tío Mario la lista de conspiradores Pazzi.

Posteriormente en 1478, Ezio regresó a Monteriggioni para pedir asesoramiento a su tío Mario en la búsqueda de los conspiradores que habían eludido la jurisdicción de la República Florentina. Mario Auditore informó a Ezio que tras el atentado contra la vida del príncipe, los Asesinos habían buscado sin éxito a los colaboradores de Francesco de' Pazzi fuera de Florencia, y que éstos terminaron por esparcirse sin ser encontrados en Toscana. Ezio le mostró a Mario la lista que Lorenzo de Médicis le había dado de conspiradores y sicarios que habían participado directamente en la conspiración contra su familia y contra la de los Auditore. Tras identificarlos, Mario supuso que sería mucho más fácil rastrearlos de esa forma. Después, Ezio le entregó a su tío la página del Códice que le había dado Lorenzo, aunque Mario no logró sacar una conclusión reveladora de las premisas del mensaje escrito en el texto, pues solo hacía referencia a un misterio relacionado con un profeta.[2]

Mario Auditore aprovechó la llegada de su sobrino para llevarlo al campo de práctica y enseñarle las habilidades de desarme y evasión en combate. Tras impresionar a su tío, Ezio oyó de uno de sus mercenarios que los agentes de los Pazzi habían sido localizados y que esperaban de instrucciones para proceder. Mario le dio a su sobrino la orden de ir a Toscana y asistir a sus hombres en la misión, y le aconsejó que se preparara con cuidado.[2]

La caza de Antonio Maffei
Maffei: «¡Aléjate de mí, demonio!»
Ezio: «Ten un poco de respeto por la muerte, amigo.»
Maffei: «¡Yo te enseñaré respeto!»
Ezio: «No, lo haré yo. Che tu possa alfine trovare riposo nel corpo e nella mente (Que tu cuerpo y mente por fin encuentren descanso). Requiescat in Pace.»
―Ezio da muerte a Antonio Maffei [fuente]

El primer hombre en ser ubicado por los mercenarios de Mario Auditore fue Antonio Maffei, a quien localizaron en la ciudad de San Gimignano.[2] Ezio Auditore viajó a la ciudad toscana para encontrarse con uno de los agentes en la iglesia de Santa Maria Assunta. El hombre informó a Ezio que Maffei había buscado hacer un procelitismo en defensa de la causa Pazzi desde su llegada a la ciudad, aprovechando la influencia de Jacopo en la región y su posición como monje de la iglesia para esparcir un mensaje en favor de los intereses del papado y que condenaba con bases subjetivas a los Médicis.[2]

Town Crier 4

Ezio sostiene el cuerpo sin vida de Antonio Maffei.

Como medida de protección, Maffei se había situado en la cumbre más alta de la ciudad, la Torre Grossa, desde la que podía ver a todas las multitudes y dirigirles su discurso político prefabricado. Para brindarse protección, Maffei había apostado varios arqueros en las torres vecinas que tenían una vista clara de los enemigos del monje.[2]

Ezio se dispuso a subir la Torre Grossa y eliminar a los arqueros mientras Maffei leía versículos de la Biblia acompañados de fuertes acusaciones a la familia real de Florencia fundamentadas en la fe y en la atribución del Sumo Pontífice a Dios. Sin embargo, Ezio pudo llegar a la cima a tiempo y dar muerte a Maffei, quien injurió al Asesino tachándolo de irrespetuoso por tal acción.[2]

Después de que el monje muriera, Ezio tomó de sus ropas una carta que éste había escrito para Jacopo de' Pazzi pero que no había llegado a enviar. En la carta, Maffei establece sus intenciones de no acudir a una reunión convocada por el conspirador líder, alegando como pretexto el temor que sentía por un posible ataque del Asesino.[2]

Ataque al Palazzo Medici

En 1479, Ezio acudió al palazzo de Lorenzo de Médicis posiblemente siguiendo el rastro de los conspiradores. Atravesando el humbral de la entrada, Ezio descubrió que la estancia principal estaba saqueada, y alguien había muerto y su cuerpo había sido dejado en el suelo para su descomposición.[7]

En ese momento, un grupo de guardias detuvo el avance de Ezio y se dispusieron a matarlo antes de que llegara a donde se encontraba el príncipe. No obstante, Ezio logró dar muerte a los soldados y prosiguió su avance al segundo piso, una biblioteca custodiada por pocos guardias, y tras matarlos continuó más dentro del palazzo.[7]

Ezio Palazzo Medici

Ezio entra a la estancia principal del Palazzo Medici después de su saqueo.

Después de subir varios pisos utilizando las ventanas y balcones para trepar, Ezio oyó de los guardias que Lorenzo se estaba ocultando en un escondrijo dentro de su recámara. Después de matar a los guardias procedió a la habitación del príncipe, donde sin dificultad lo encontró.[7]

Lorenzo de Médicis se mostró tan apenado como agradecido, y le dijo a Ezio que los Pazzi habían contratado soldados para que saquearan su hogar. El príncipe también le permitió a Ezio llevarse cualquier tesoro de su bóveda principal, sala en la que se había ocultado de los guardias.[7]

Después de tomar el oro, Ezio le dijo al príncipe que regresaría apenas hubiera terminado de cazar a los conspiradores.[7]

Asalto en la Villa Salviati
Salviati: «¡Yo soy un hombre responsable! ¿Qué te parece esto: retrocedan y retiraré a mis hombres?»
Ezio: «Lo siento, mi amigo. Tu nombre estaba en mi lista y tu destino está sellado.»
— Ezio Auditore asalta la villa de Francesco Salviati[fte.]

En algún momento de 1479, Ezio ubicó la Villa Salviati—propiedad de la familia del arzobispo conspirador—donde se encontró con uno de los mercenarios de Mario Auditore. El hombre le dijo a Ezio que Francesco Salviati se había abarricado dentro de la villa, empleando sus muros como fortaleza y haciendo uso de varios arqueros y soldados que patrullaban sus alrededores. El mercenario le recomendó a Ezio que empleara a los soldados bajo su disposición, pues para acceder al interior de la finca tendría que trazar una estrategia de ataque.[2]

Ezio aceptó liderar a los mercenarios que le había proporcionado el hombre de Mario, y los utilizó para distraer o matar a los guardias que rodeaban la Villa Salviati. Debido a que la puerta principal de acceso estaba cerrada, Ezio trepó los muros de la finca para abrirla desde adentro, y no tardó en ser visto por Salviati.[2]

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Ezio sostiene a Francesco Salviati poco antes de su muerte.

Francesco Salviati lanzó palabras de injuria al Asesino, quien se limitó a buscar la manera de abrir el portón de acceso, y solo refutó al conspirador con palabras claras acerca de su objetivo. Los mercenarios atacaron a los hombres de Salviati, y en la confrontación resultante Ezio hirió mortalmente al arzobispo.[2]

Mientras desangraba, Salviati le reveló a Ezio que Jacopo de' Pazzi era consciente de su presencia en la Toscana, así como de la encomienda otorgada a él por Lorenzo de Médicis. Después de que Salviati muriera, Ezio extrajo de las ropas del conspirador una carta escrita por Jacopo de' Pazzi, en la que el noble revelaba su intención de reunirse con sus aliados en una iglesia de San Gimignano.[2]

A partir de los hallazgos, Ezio se dispuso a iniciar la búsqueda de Baroncelli y Bagnone.[2]

Asesinato de Bernardo Baroncelli
Ezio: «¿Dónde está Jacopo?»
Baroncelli: «¿Para que le hagas a él lo que acabas de hacerme?»
Ezio: «Aún tienes tiempo de limpiar tu conciencia.»
Baroncelli: «Nos reuniremos en la iglesia cuando se convoque una reunión…»
Ezio: «Mi duole dover giungere a tanto (Lamento que llegara a esto). Requiescat in Pace.»
―Ezio da muerte a Bernardo Baroncelli [fuente]

Posteriormente, Ezio se encontró con un mercenario en las afueras de una iglesia de San Gimignano. El mercenario le dijo que Baroncelli había sido visto dentro de la ciudad poco tiempo atrás, pero que había sabido resguardarse y le habían perdido de vista. Lorenzo de Médici había promulgado una orden de arresto del Templario, pero éste había logrado escaparse. Ezio, no obstante, mostró despreocupación por el hecho y prometió que encontraría y daría muerte al conspirador.[2]

Come out And Play 4

Ezio asesina a Bernardo di Bandino Baroncelli.

Sin mucho esfuerzo de búsqueda, Ezio localizó a Baroncelli caminando con varios escoltas en un mercado de la ciudad. El Templario discutía en voz alta sus planes sobre cómo huir del Asesino, pensando que si se movía constantemente y evitaba ser rastreado por los mercenarios de Monteriggioni lograría escapar de él y evadir la justicia por mano de los Médicis.[2]

No obstante, Ezio logró cazar a Baroncelli con facilidad y agredirlo de muerte. El conspirador afirmó que sabía que Ezio eventualmente lo encontraría, y le reveló que tenía pautado reunirse con Jacopo de' Pazzi en la iglesia de Santa Maria Assunta cuando él convocase una reunión. Tras eso, Ezio le mostró al Templario sus respetos y lo dejó para que falleciera en paz.[2]

Misión a Monte Oliveto Maggiore
Bagnone: «Ahora veré quién tenía la razón.»
Ezio: «¿Dónde está Jacopo?»
Bagnone: «Nada que temer hay, supongo… nos reunimos a la sombra de los dioses romanos.»
Ezio: «Ora sei libero dalla paura. Requiescat in pace (Sé libre de temor ahora. Que en paz descanses).»
―Ezio da muerte a Stefano da Bagnone [fuente]

En algún momento durante el mismo año, Ezio encontró al monasterio de Monte Oliveto Maggiore en algún punto de Toscana, donde se reunió con uno de los agentes de su tío que le informó que el sitio estaba siendo el escondrijo del último conspirador aliado de Jacopo de' Pazzi: el monje Stefano da Bagnone.[3][2] El mercenario indicó a Ezio que siguera el rastro de la abadía y que se internara entre los grupos de monjes para ubicar a Bagnone, estableciendo que él podía hacer una distracción exitosa y lograr su escape con bombas de humo, las cuales el mercenario le proporcionó.[2]

Ezio caminó por los terrenos exteriores de la abadía de Monte Olivetto Maggiore, y utilizó su habilidad para identificar a los guardias y soldados disfrazados de monjes que se escondían entre los colegas de Bagnone con el fin de proteger al conspirador.[2]

TCTM 4

Ezio asesina a Stefano da Bagnone.

Sin mucho esfuerzo, el Asesino logró entrar en la abadía y ver a Bagnone hablando con el abad. Tanto el conspirador como el abad discutieron con severidad la amenaza que representaba para ellos el Asesino Ezio Auditore, aunque Bagnone lo hacía desde un punto de vista materialista y prácticamente agnóstico, y su colega aludía a referencias de la Biblia y tachaba de "demonio" al Asesino.[2]

Eventualmente, Ezio se hizo ver entre los grupos de monjes y apuñaló con su Cuchilla Oculta a Stefano da Bagnone. El monje cayó en sus brazos desangrando, y afirmó con arrepentimiento que sabía que ese momento llegaría. Ezio finalmente le preguntó dónde estaba Jacopo de' Pazzi, a lo que el monje respondió con una alución a los dioses de la mitología romana.[2]

Después de que Bagnone acabara por morir, Ezio lanzó las bombas de humo para provocar la distracción y huyó rápidamente de la abadía.[2]

«¡Lamento haber reclamado tu trofeo, Asesino! ¿De verdad pensaste que no esperaría que nos siguieras? ¿Qué no estaría preparado? Llevamos mucho más tiempo en esto que tú.»
―Rodrigo Borgia en su primer encuentro con Ezio Auditore[fte]

Habiendo dado muerte a todos los colaboradores de la familia Pazzi para 1480, Ezio se dirigió a la iglesia en la que los Templarios se reencontrarían por última vez y pedirían ayuda al Gran Maestre de la Orden. Jacopo de' Pazzi al lugar sin más compañía que la de pocos guardias, dándose cuenta de esta forma que el Asesino había acabado con la vida de sus aliados. Ezio siguió a Jacopo por varias calles de la ciudad mientras el patriarca de la familia Pazzi se dirigía al Antiguo Teatro Romano para reunirse con Rodrigo Borgia.[2]

With Friends 10 v

Ezio es retenido por guardias de Rodrigo Borgia.

Ezio salió de San Gimignano y transitó por el paisaje rural que dividía a la ciudad con el teatro. Allí, Ezio vio a Jacopo encontrarse con Rodrigo Borgia y el Templario veneciano Emilio Barbarigo. El patriarca de los Pazzi se disculpó inútilmente con sus superiores por haber fracasado en Florencia, y culpó de la muerte de sus colaboradores a su sobrino Francesco, calificándolo de inepto y arrogante. Borgia, sin embargo, se molestó ante la incapacidad de respuesta de Jacopo, alegando que no había estado preparado para la responsabilidad, y que sus excusas eran insultos y no buenos resultados. Finalmente, el cardenal apuñaló con una espada a Jacopo en el estómago y seguidamente en el cuello, dejándolo para que desangrara en el piso mientras él suplicaba por piedad a Borgia y a Barbarigo.[2]

Borgia distinguió a Ezio no muy lejos de donde estaba, y el Asesino fue retenido en los brazos por dos guardias. El Gran Maestre de los Templarios se refirió a Ezio como un joven ingenuo, pues dijo que él y su orden ya llevaban mucho más tiempo que él en la guerra entre Asesinos y Templarios. Ezio, no obstante, logró matar a los guardias después de que Borgia y Barbarigo se marcharan, y habiendo liquidado a los soldados, apuñaló a Jacopo de' Pazzi en el cuello para evitar que sufriera el dolor de morir desangrado.[2]

Road Trip 1

Ezio informa de su éxito a Lorenzo el Magnífico.

Durante el mismo año, Ezio regresó a la República Florentina para informar del éxito de su misión a Lorenzo el Magnífico. En el Palazzo Medici, Ezio le dijo al monarca que todos los conspiradores aliados y dentro de la familia Pazzi habían muerto, para júbilo del monarca. Lorenzo también se sorprendió de haber sido capaz de desear la muerte de sus enemigos con tal fervor, y le agradeció al joven Asesino por su participación en el resguardo y defensa de los principios de la República Florentina. El príncipe le preguntó a Ezio a dónde pensaba dirigirse habiendo cumplido su mandato, y el joven le dijo al monarca lo que había leído en la carta de Jacopo de' Pazzi, dejando claro que los Templarios ya estaban ejerciendo una considerable influencia en el gobierno de la Serenísima República de Venecia. Lorenzo de Médicis estuvo de acuerdo con la evaluación de Ezio, y en ese momento procedió a obsequiarle una capa que portaba el emblema de la Casa de los Médicis. El monarca explicó al Asesino que mientras él llevase puesta la capa en territorio toscano, actuaría en nombre del gobierno florentino y las guardias de los diversos estados serían más tolerantes de sus actos.[2]

Viaje a Venecia

Capitán: «¿Quién te invitó a Venecia?»
Ezio: «Ah… nadie.»
Capitán: «¡Basta! Si no hay pase, no hay entrada.»
— Ezio discute con el capitán de un barco[fte.]

No mucho después de haber sido felicitado por Lorenzo de Médicis, Ezio fue a buscar a Leonardo da Vinci en su taller. Sin embargo, no lo encontró, y un ayudante local le informó que el erudito había sido empleado por la Serenísima República de Venecia para servir con su arte allá, y que partió poco antes de la llegada del Asesino. Ezio, reconociendo que ése también era su destino, se dispuso a buscar a Leonardo.

RHp3

Ezio conduce el carruaje de Leonardo por las montañas.

En las montañas rumbo hacia la Romaña, Ezio encontró a Leonardo con un carruaje dañado, pues su rueda se había salido durante un accidente. Ezio saludó a su amigo, quien procedió a pedirle ayuda para arreglar el carruaje. Ezio levantó el carruaje mientras Leonardo reparaba el daño de la rueda, y entonces el Asesino vislumbró en el interior del vehículo lo que parecía un objeto semejante a alas de murciélago que se extendía por diferentes lados. Leonardo le explicó al Asesino que esa era su Máquina Voladora, un objeto que había diseñado para permitirle a los hombres volar con el viento practicando maniobras similares a las de las aves. Acto seguido, Ezio se ofreció a conducir el carruaje hacia la Romaña, y ambos amigos disfrutaron de una breve disertación sobre lo que esperaban ver al llegar a Venecia.

No obstante, mientras transitaban por las montañas, Ezio distinguió el sonido de caballos coriendo por detrás de ellos. Ezio entonces le explicó a Leonardo que los perseguían soldados de Rodrigo Borgia con el propósito de darles muerte, por lo que aconsejó a su amigo que se resguardara dentro del carruaje mientras él conducía y evadía a sus enemigos. Los jinetes intentaron constantemente atacar a Ezio lanzándose sobre el carruaje, pero el Asesino meció el vehículo e hizo que los soldados se cayeran. No mucho después en la vía, varios soldados incendiaron un puente de tránsito entre las montañas, pero Ezio logró atravesarlo con el carruaje y dejar atrás a varios de sus perseguidores, aunque varios otros se agruparon y volvieron a cazarlos en los caminos siguientes. Entonces, Ezio le entregó el mando del vehículo a Leonardo para que siguiera hasta la Romaña, mientras él se quedaba a confrontar a los hombres de Borgia.

Tutti a Bordo 1

Ezio habla con Leonardo después de la emboscada.

Ezio logró asesinar a todos sus perseguidores y reencontrarse con Leonardo da Vinci en un muelle en las afueras de Forlì. Allí, Leonardo agradeció al Asesino por salvarlo del ataque, y confesó además que de haber estado él en su posición no hubiese actuado de forma tan valiente. Sin embargo, cuando Ezio trató de abordar el barco que iba a la República Veneciana, el capitán le pidió un pase, pues era necesario que hubiera sido invitado para pisar suelo veneciano, el Asesino explicó que iba por su cuenta, a diferencia de Leonardo. El capitán no le dejó subir al barco, por lo que Ezio buscó optar por un medio diferente para poder abordar.

En ese momento, no obstante, la condesa de Forlì Caterina Sforza se hallaba en necesidad de cruzar un río al estar atrapada en una isla y sin poder nadar. Ezio tomó una góndola y escoltó a la noble hacia el muelle. La mujer preguntó al Asesino cómo podría recompensarlo, y Ezio abiertamente pidió que le consiguiese un pasaje hacia Venecia. Sforza habló con el capitán del barco y le ordenó que permitiese a Ezio subir a la nave, tras lo cual el hombre se disculpó y Ezio aceptó sus excusas. Posteriormente, Leonardo informó a Ezio de quién era la mujer que lo había escoltado, y también le habló de sus lealtades y de su linaje.

Vilandino: «Emilio está buscando unificar a los mercaderes bajo un solo estandarte. Se ha visto con resistencia, parcialmente violenta.»
Ezio: «¿Qué clase de resistencia?»
Vilandino: «Dicen que luchan por el pueblo; por la libertad o algo así.»
— Vilandino y Ezio discuten sobre la rebelión de los ladrones venecianos[fte.]

Ezio y Leonardo llegaron a Venecia en barco para 1485. La Serenísima República había estado compuesta por un gobierno concentrado en un concilio de diez nobles que respondían a un dogo. Durante esos años, la familia Barbarigo había tomado control del consejo, y solo miembros de su estirpe, o amigos de extrema confianza integraban sus cargos. Era dentro de este gobierno, que Ezio se dispuso a encontrar a los Templarios de Borgia.

Benvenuto 13

Ezio, Leonardo y Vilandino observan el Palazzo della Seta.

Al llegar, Leonardo y Ezio fueron recibidos por el cuidador Alvise da Vilandino, que guió a ambos por un recorrido pasando por el Ponte di Rialto, la iglesia de San Giacomo di Rialto y cruzando los mercados. Allí, los tres presenciaron a un mercader que se enfrentaba a la policía de los Barbarigos cuando estos le ordenaron que regresara a su casa y que no le permitirían vender en aquel puesto. El mercader forcejeó con los policías y estos acabaron por tirar su puesto al piso. El hombre después fue a denunciar el maltrato a los guardias del Palazzo della Seta, y estos lo aprisionaron para evitar que divulgara los hechos.

En otra parte del recorrido, Leonardo se detuvo a ver un muñeco de dibujo, admirando la forma de la figura y pidió a Ezio que se lo comprara. No obstante, una joven tropezó al Asesino mientras corría por el lugar, y Ezio no tuvo tiempo de comprar el objeto.

Vilandino llevó a Ezio y a Leonardo al Palazzo della Seta, donde les habló del magnate que había llegado al poder comprando a la policía y controlando monopólicamente todas las formas de mercadeo de la República Veneciana. Ese hombre era Emilio Barbarigo, y en ese momento sostenía una jurisdicción y un poder como ningún otro miembro de su familia. Vilandino también explicó a Ezio que los Barbarigos se habían visto enfrentados contra una resistencia compuesta por el Gremio Veneciano de Ladrones liderado por Antonio de Magianis.

Finalmente, Vilando llevó a Leonardo hasta su estudio, elogiando enormemente al erudito florentino y alegando que Venecia estaba orgullosa de su presencia. Leonardo se despidió amablemente de Ezio y le dijo que siempre que necesitase algo podía visitarlo.

Ezio carrying rosa

Ezio carga a Rosa hasta el muelle.

Al llegar al pórtico del Palazzo della Seta, Ezio estudió la fachada del edificio para determinar una manera de treparlo, pero eventualmente dedujo que la altura y separación de sus cornisas eran demasiado anchas para entrar de esa forma. Sin embargo, en ese instante arribó una horda armada de ladrones dispuestos a atacar la fortaleza de Barbarigo, con varios de ellos atacando a los guardias apostados en los alrededores del edificio. La joven ladrona que anteriormente había tropezado a Ezio intentó trepar una de las paredes del palazzo, logrando saltar una de las secciones y llegar a la parte de arriba, pero no logró avanzar debido a que un arquero la hirió mortalmente en la pierna con una flecha. La joven cayó al piso e intentó huir desesperadamente de los soldados de los Barbarigos. En su fuga se tropezó con Ezio, quien la reconoció al instante y le dijo que no se había disculpado por lo sucedido. La muchacha, no obstante, pidió ayuda al Asesino y le dijo que debían huir hacia el agua.

Ezio y la joven corrieron por diversas calles y fueron interceptados en todas por varios grupos armados de soldados venecianos. A pesar de su herida, la ladrona luchó contra los guardias con un cuchillo que llevaba encima, y junto a Ezio liquidó a los soldados que los acorralaron. Sin embargo, la ladrona no pudo continuar y la herida provocó que cayera al suelo indefensa. Ezio decidió cargarla y tras eso se presentó. La muchacha afirmó que sabía quién era él, y se identificó como Rosa.

No mucho después, Ezio y Rosa llegaron a un muelle donde estaba aparcada una góndola y dos ladrones los esperaban. Rosa llamó a uno de los ladrones, Ugo, para que fuera a auxiliarlos, y el hombre cargó a la joven dentro del bote y se preparó para andar por los canales. Ezio entonces se dio cuenta de que había varios arqueros en diferentes posiciones de ventaja sobre el agua, dándose la posibilidad de que atacaran a Ugo y a Rosa. El Asesino les dijo a los ladrones que prosiguieran y entonces él se encargaría de los arqueros.

Ezio fue asesinando a los arqueros enemigos ubicados en diferentes plataformas y partes del muelle del canal, hasta que la góndola pudiera dar la vuelta al distrito y entrar por una vía alterna. Para entonces, una flecha había matado al ladrón que acompañaba a Ugo.

EzioRosaRescue

Ezio asesina a los arqueros en los andamios venecianos.

Ugo supuso que debía atender al cadáver, pero Rosa le exigió que la llevase con Antonio de Magianis y que después se preocupara por los muertos. Sin embargo, no supo cómo sacar a Rosa de la góndola y Ezio se ofreció para cargar a la joven hasta el gremio. Ugo y varios ladrones despejaron una mesa para poder atender a Rosa.

Antonio de Magianis apareció e intentó convencer a Rosa de que la flecha había penetrado muy fuerte su pierna, por lo que no sería posible quitársela sin dolor. La muchacha entró en cólera y le demandó violentamente que le curara la herida, a lo que el ladrón procedió a realizar. Antonio dio instrucciones a Ezio de que aplicara una toalla de la mesa en la pierna de la joven cuando la fecha fue removida, y lograron curarla.

Tras eso, Antonio agradeció personalmente a Ezio por haber salvado a su protegida, y afirmó que los ladrones de Venecia estaban concientes de sus acciones para con la realeza de Toscana. Fue entonces que Ezio expuso el verdadero motivo de su misión, y Antonio le pidió que fuese a verlo cuando pudiese para discutir sobre sus objetivos.

No mucho después, Ezio regresó a la oficina de Antonio, donde él le informó que Emilio Barbarigo había sobornado a varios de sus agentes y que los había plantado alrededor del distrito, lo que comprometió sus planes en diversos momentos. Ezio se dedicó a cazar a los tres ladrones traidores y después se reportó con Antonio.

Ugo también dio a Ezio la tarea de liberar a varios grupos de ladrones que habían sido capturados y esperaban en una jaula para ser ejecutados. Ezio completó la tarea y el ladrón le asignó una segunda, que era asaltar los cofres que habían sido llevados a Venecia con uniformes de arqueros para pasarlos al gremio y proporcionar disfraces a los ladrones en lo que sería la nueva ofensiva contra el Palazzo della Seta. Finalmente, Ezio cargó los disfraces en una góndola y se las llevó a Ugo. Durante ese tiempo, Ezio también le pidió a Rosa que le enseñara a saltar como lo hacía ella, para poder llegar a partes sumamente altas de los muros con un solo salto. Rosa le enseñó la maniobra y después hizo que él probara sus habilidades al escalar la basílica de Santa Maria dei Gloriosa Frari.

El 11 de septiembre de ese mismo año, Ezio se reunió con Antonio de Magianis, Rosa y Ugo para discutir sobre los últimos procedimientos del asesinato de Emilio Barbarigo. Antonio le indicó a Ezio que sus hombres se habían disfrazado con los uniformes y que estaban listos para reemplazar a los arqueros que custodiasen el Palazzo della Seta, que Ezio dio muerte poco después. A continuación, le fue encargada la ejecución del noble Barbarigo, tras lo cual los ladrones tomarían el palazzo y harían de este su cuartel.

EMG 5

Ezio asesina a Emilio Barbarigo.

Mientras se infiltraba en el palazzo, no obstante, Ezio distinguió a Emilio conversando con un aliado suyo que le reclamaba su actitud poco cautelosa hacia su propia seguridad, mientras que le informaba que El Español en persona tendría una reunión con los Barbarigos unos días después. Emilio despidió a su amigo con un evidente nerviosismo, mientras dictaba a sus subordinados que prepararan su equipaje y medidas de seguridad para partir, pero no logró salir del palazzo, ya que Ezio lo atacó sorpresivamente en el interior del edificio. Desangrando y a punto de morir, Emilio le dijo a Ezio que sus deseos siempre habían sido el orden y el progreso, aunque aceptó que los medios empleados y el enfoque per se de la causa habían estado errados.

Antonio y sus ladrones tomaron el palazzo, derribando los estandartes de Emilio Barbarigo y asaltando la tesorería. A cambio de su contribución en el derrocamiento del caudillo, Ezio solo pidió información referente al aliado de Emilio presente en la reunión además de dinero. Antonio le contó que el otro hombre era Carlo Grimaldi, y que era un miembro del Consejo de los Diez. Ezio se mostró dispuesto a buscarlo, y procedió a atender a la reunión de la fecha que había escuchado antes.

Ezio: «Carlo Grimaldi y los Barbarigos están confabulados con el que llaman Español. Prentenden asesinar al Dogo y reemplazarlo con uno de los suyos. Tendrán a toda Venecia y a toda su flota bajo su dominio.»
Antonio: «¡Y me llaman a MÍ criminal!»
— Ezio Auditore informa del plan de los Templarios a Antonio de Magianis[fte.]

El 14 de septiembre de 1485, Ezio Auditore acudió al distrito de Santo Stefano para presenciar a los Templarios confabulados con el difunto Emilio que tendrían una reunión crucial con su principal líder. El primero en aparecer sentado en una banca fue Carlo Grimaldi, el amigo de Emilio que dos días antes el Asesino había visto. A Grimaldi se le unió el veneciano Silvio Barbarigo, primo del difunto Emilio. Ignorantes de que el déspota había sido muerto varios días antes, Silvio preguntó a Grimaldi sobre su paradero, tras lo que el monegasco informó que había cumplido con su tarea de informar a Emilio de la reunión que estaba por darse, habiéndolo hecho en persona el día 11. Silvio expresó una cierta desconfianza hacia la actitud de Emilio, cosa que molestó a Carlo y lo exhaltó medianamanete. Momentos después, Silvio descartó sus sospechas y concluyó que su primo posiblemente llegaría junto con los demás Templarios, prefiriendo partir del distrito junto con Grimaldi hacia el punto de encuentro de su reunión.

Mientras los dos Templarios se alejaban por las calles, Ezio los siguió sigilosamente, atento a su conversación. Silvio le preguntó a Grimaldi cómo estaba llevando a cabo su misión: infiltrarse en los círculos íntimos del Dogo Giovanni Mocenigo. Con toda sinceridad, Grimaldi confesó que le resulta sumamente difícil poder ganarse la confianza del Dogo y pertenecer a los círculos íntimos complejos del Palazzo Ducale. Según Grimaldi, Mocenigo extendía sus caprichos hacia sus deberes y los volvía responsabilidades de su corte; en más de una ocasión invistió la misión de satisfacerlos al mismo Grimaldi, logrando que le consiguiese objetos altamente lujosos de todas partes del mundo. Silvio Barbarigo tachó al monagasco de un adulador de primera clase, argumentando que la base de su influencia—por lo que esta valía—no tenía mayor sustento. Grimaldi se defendió con duras palabras del Barbarigo, tachándolo de desconsiderado y diciendo que no sabía lo que era estar bajo opresión, y sin embargo, él podía darse el lujo de estar excluido del aparato de poder de los Barbarigos y en su lugar aliándose con el Dogo. Al final de su discusión, Grimaldi solo pidió a Silvio que le diese más tiempo, ya que estaba convencido de que Mocenigo podía ser unido a su causa sin necesidad de darle muerte.

Los templarios, todavia seguidos por Ezio, llegaron a la Plaza De San Marcos, ahi se les unio Marco Barbarigo junto con su guardaespaldas Dante Moro, Grimaldi y Silvio recién allí se enteraron por boca De Marco sobre el asesinato de Emilio, atribuyendolo al asesino. No obstante el plan seguia en pie y todavia esperaban la llegada de El Español, en el camino los 3 templarios continuaron hablando sobre sus planes dándose una discusion sobre quien de los tres ocuparia el puesto de Dogo De Venecia, en medio del camino, Borgia aparecio e interrumpió la discusión severamente,ya al mando El Español organizo el golpe, decidiendo que Mocenigo moriria esa misma noche, Silvio debia proporcionar la droga que mataria al Dogo, Grimaldi envenenaría la comida de Mocenigo debido a su gran proximidad con el Dogo, a pesar de la indiferencia de este ultimo, con el Dogo muerto seria Marco quien ocuparia el puesto de Dogo, al llegar al Ponte di Rialto se detuvieron, y dando por terminada la junta se separaron .Ezio al saber que el Dogo iba a ser asesinado, se las ingenio con Antonio para buscar un metodo de entrar al Palazzo Ducale, pensaron por la puerta principal, las paredes traseras e incluso por encima de el palacio, pero todo les obstaculizaba y no podian entrar al palacio.

Mientras caminaban por la plaza central, Antonio enfurecido comento que solo las aves podrian atravezar el

IF 4

Ezio en la maquina voladora hacia el Palazzo Ducal

palacio. En ese momento Ezio recordo la Maquina Voladora de Leonardo que habia visto en su viaje de Forli. Después de un vuelo de prueba, Leonardo se le ocurrio una manera para que Ezio se mantuviera más tiempo en el aire.

Para mantener la maquina en vuelo continuo, se tenian que colocar hogueras en toda la ciudad, Ezio se encargo de los guardias y los ladrones de encender las hogeras. El plan osado de Leonardo funciono y Ezio esquivando flechas en llamas logro llegar al Palazzo Ducale pero demasiado tarde para salvar al Dogo.

Ezio no pudo salvar al Dogo y Carlo Grimaldi comenzó a correr gritandole a los guardias que Ezio asesino al Dogo, pero encontro un destino similar asesinado a manos de Ezio. Aunque habia asesinado a Carlos y escapado de los guardias, este ya era el hombre más buscado de Venecia

Knowledge is Power 1

Ezio con el cañon oculto

En 1486 Ezio volvio al taller de Leonardo para mejorar su hoja oculta con el Codice adquirido, Leonardo pudo crear el Cañon oculto; un arma de fuego que disparaba balas a una gran velocidad. En ese momento como era epoca de carnaval, Leonardo le dio una mascara para pasar desapercibido.

Ezio se dirigió a un burdel en donde Antonio se escondia. Como epoca de carnaval, Ezio planeo el asesinato de nuevo Dogo Marco Barbarigo y Teodora le dio la idea de que tenia que ganar la Mascara de Oro para entrar al carnaval y tener al alcanza a Marco.

Ezio tuvo exito en conseguir la Mascara de Oro robada al primo de Marco; Silvio Barbarigo quien con su

HaB 7

Ezio apuntandole a Marco con el cañon oculta.

guardaespaldas Dante Moro soborno al juez para que Silvio fuera el ganador de la mascara después de que Ezio ganara las competencias limpiamente.

Después de que Ezio robara la mascara, se las ingenio para pasar desapercibido en el carnaval y a asesinar a Marco con el Cañon oculto. Esto le dio via libre a Agustino de ser aliado de los Asesinos y nuevo dogo de Venecia.

Con la caza Templaria en Venecia llegando a su fin. Ezio descubre que Silvio Barbarigo y Dante Moro habian ocupado el Arsenal Veneciano con un ejército personal de Mercenarios.

Leave no Man 1

Bartolomeo presentando a Bianca

Para contrarrestar el poder de los Mercenarios. Ezio intento contactar con el lider de los mercenarios de Venecia: Bartolomeo d'Alviano pero descubrio que el y sus mercenarios habian sido capturados.

Luego de que Ezio libero a Bartolomeo, se entero de sus planes y de querer participar en la destrucción de Silvio. Luego de seguir a los Templarios hasta el Arsenal, el con la ayuda de Bartolomeo y sus hombres asesinan a Silvio y a Dante durante la batalla.

Después de asesinar a Silvio y a Dante, se entero que el asesinato el Dogo era una distracción para que los Templarios iniciaran una misión a Chipre por razónes que para ese momento a Ezio le parecieran desconocidos.

Primero años como verdadero Asesino

Pasaron dos años para que los Templarios volvieran de Chipre.Ezio ya cumplia veintinueve años y como

Play along 8

Los amigos de Ezio revelandose como Asesinos

regalo de cumpleaños, Rosa le dio en detalle de cuando volvian los buques Templarios de la misión a Chipre.

De improviso Leonardo se le a Ezio explicando que ha estudiado las ultimas paginas del codice arman un mensaje diciendo; "El Profeta aparecerá cuando el segundo fragmento llegue a la ciudad flotante", Ezio recordo lo que su tio le dijo de que solo el profeta podria abrir la legendaria Cripta que contenia en su interior un gran poder. En ese momento se dio cuenta que Rodrigo Borgia postulaba al Papado para encontrar la cripta.

Sigilosamente, Ezio se infiltro en el Arsenal y observo como la guardia Templaria escoltaba el Fragmento del Edén. Este siguio a un guardia de la ciudad para giarlo a la guarida Templaria.

Luego de Asesinar al guardia, Ezio se hizo pasar por el llevando el Fragmento ante el mismisimo Rodrigo Borgia, luego de asesinar a los guardias de escolta, este encaro al Maestre Templario por no ver al profeta en el lugar.

Play along 9

Ezio uniendose a la Hermandad.

Rodrigo se nombro asi mismo como el "Profeta" y encaro a Ezio en un duelo. Cuando Rodrigo llamo a sus guardias llegaron los amigos de Ezio; Mario Auditore, Antonio, Paola, La Volpe y Bartolomeo aparecieron y combatiero contra Rodrigo revaldose a si mismos como Asesinos, con la llegada de Nicolás Maquiavelo este le revelo a Ezio que el era el Profeta y que han estado estos ultimos años inducirlo en la Orden de los Asesinos.

Esa noche todos se reunieron y Ezio fue incluido oficialmente como miembro de la Orden de los Asesinos recibiendo su marca en el dedo anular de la mano izquierda y realizó un ceremonial Salto de fé.

Batalla de Forli

Luego de unire a la Orden. Ezio, Mario y Nicolás viajaron a Venecia para visitar el Taller de Leonardo para desifrar los secretos de la llamada "La Manzana"

Leo work 1

Ezio y Leonardo examinando la Manzana.

Leonardo comento que el metal del artefacto no deberia existir pese a su antiguedad al igual que su diseño.

Accidentalmente Ezio toca el la manzana haciendo que esta se activara mostrando imagenes holograficas pero luego se desactivo. Mario sugerio que ocultara la Manzana en el fuerte de Forli defendido por murallas y cañones y controlada por su aliada Caterina Sforza.

Nicolás y Ezio se reunieron en Forli junto con Caterina y su escolta. Después de discutir sobre la manzana, los tres se diriguieron de vuelta a la ciudad solo para descubrir que la ciudad era invadida por los hermanos Orsi, Checco y Ludovico.

Godfather 2

Ezio y Caterina hablando con los hermanos Orsi

Como la puerta principal estaba cerrada, Ezio busco otro camino y al abrir la puerta el grupo de Caterina y Nicolás entraron el la ciudad.

Cuando llegaron a Rocca di Ravaldino luego de contener a los mercenarios de Orsi. Caterina se entero de que sus hijos: Bianca Riario y Ottaviano Riario fueron secuestrados por los Hermanos Orsi. Luego de que Ezio conteniera el ataque y dejaran la Manzana en manos de Caterina, partio a diversos lugares de la ciudad para rescatar a sus hijos.

En la Romaña, Ezio libera a Bianca Riario que con el caracter de su madre amenazaba a los guardias. Ella gio a Ezio en donde ocultaban a su hermano Ottaviano, luego de que Bianca volviera a la ciudad, Ezio se diriguio al Faro en donde Ludovico retenia a Ottaviano. Cuando Ezio subio a la torre Asesino a Ludovico y libero a Ottavio. Pero todo era una distracción para que Checco robará la Manzana.

Checcomate 5

Savonarola recogiendo la manzana

Ezio rastreo a Checco y le asesino, cuando se inclino para recoger la manzana remato a Checco en la garganta pero no se percato de que Checco le apuñalo en el abdomen. Herido Ezio comenzó a perder la conciencia, este ve a un monje sin un dedo recoger la manzana y macharse a pesar de que Ezio exclama sus pocas palabra intentando en vano que el monje no se marchara.

Más tarde los guardias de Caterina encuentran a Ezio herido junto con el cadaver de Checco. Luego de recuperarse de sus heridas y estando bajo el ciudado de Caterina, este le explico a toda prisa que un monje sin un dedo robo la manzana.

From the tree 4

Ezio interrogando a un monje

Ella reconocio a un monje con ropa oscura y sin un dedo, pero la mayoria se reunian a las afueras de la ciudad. Ezio busco en una iglesia y aunque no habia señal del monje que buscaba, hablo con el hermano O'Callahan que dijo que buscara en San Vincenzo al centro de Forli.

En su busqueda del monje en el centro de Forli, otro monje le habia identificado como el Asesino de Stefano da Bagnone y comenzó a correr. Ezio lo capturo y convencido de que no iba a morir este le revelo el nombre del monje con nueve dedos y era Girolamo Savonarola.

Viaje a España

CoromboEzio

Ezio conociendo a Christoffa Corombo

Intentando localizar a Savonarola, Ezio fue llamado por su amigo Antonio que viajara al Gremio de Ladrones en Venecia. Allí, Antonio le presento a Luis de Santángel, este buscaba a un buen "Asesino" para supervisar una reunion de su amigo Christoffa Corombo, pero Ezio no se mostro interesado en la misión.

Pero cuando Ezio se enteró que Rodrigo Borgia estaría involucrado en la reunion, se dirigio deprisa hacia la pocisión de Christoffa para descubrir que era una trampa. Luego de salvar a Christoffa este le dijo que Rodrigo tenia intenciones de viajar al Oeste. Poco después Ezio se reunio con Antonio para explicarle que se reunieran con Luis y Christoffa en los Jardines.

Luego de esto, los Templarios tenian en su poder el Atlas de Christoffa que contenia la rota de su viaje. Ezio recupero el Atlas. Luis le dijo que habia presencia de los Asesinos Españoles capturados por el General Español Tomás de Torquemada y que era el deber de Ezio de rescatarlos, Ezio se separo temporalmente de recuperar el fruto de la manos de Savonarola y se dispuso a centrarse en su misión de España.

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Ezio luchando con un Guardia Español.

Después de llegar a España, Ezio tenia que reunirse con Antonio en el cuartel general de los ladrones, pero lo encontro vacio y dispuesto a caer en una emboscada de los inquisidores. Ezio no tuvo más remedio que escapar por las alcantarillas. Ezio se reunio con Rafael Sánchez presentandose como un Asesino. Rafael le dio la ubicación a Ezio el primer asesino capturado que estaba a apunto de ser quemado por los Inquisidores. Luego de asesinar a los guardias liberó al asesino ileso.

Tras regresar luego de liberar al Asesino. Rafael revelo que fue Gaspar Martínez quien encerro a los asesino bajo la orden de Torquemada, Ezio partio en busca de Gaspar, al encontrarlo este estaba junto con un guardia y un asesino capturado.

Torquemada le revelo al asesino capturado que Rodrigo Borgia le había ordenado capturar a todos los Asesinos en España bajo la escusa de ser "no-creyentes", el guardia mató al asesino y mientras el grupo se separaba, Gaspar quedo indefenso.

Ezio se acercó a el y le pregunto acerca de los Templarios, Gaspar contesco con ignorancia diciendo "murieron hace dos siglos atrás" finalmente Gaspar murio a manos de Ezio que finalmente encontro entre sus ropas una lista con los seis asesinos restantes que se encontraban en Zaragoza.

Una vez estando Ezio en Zaragoza, Rafael le dijo que tenia que encontrar al Calificador de la Inquisición, Pedro Llorente que se encontraba otro lado de la ciudad. Al llegar Ezio encontro que Torquemada estaba presente y uno de los Asesinos estaba siendo juzgado, después de que el Asesino se negara a confesar fue asesinado.

Ezio others

Ezio junto con Luis, Rafael y Christoffa.

Mientras Ezio espiaba la conversación y comenzó a buscar a lo asesinos restantes. Cuatro estaban en catacumbas y el ultimo en el interior de una iglesia. Después de eso Ezio finalmente asesino a Pedro Lorente.

Volviendo con Rafael, Ezio le pidio si podia volver a Italia, sin embargo Rafael todavia necesitaba su ayuda contra los Inquisidores de Granada. Ezio se ofreció, y como misión debia asesinar a un espia Templario y descubrir en su camino que Luis Santángel tambien era Asesino.

EzioTorquemada

Ezio y Torquemada

Una vez más Ezio planeaba volver a Italia pero fue interrumpido por los Templarios y nuevamente obligado a luchar para defender a Luis y enterarse de que Rafael fue capturado.

Luego de rescatarlo, Ezio se infiltro en la fortaleza de Torquemada, luego de unaa breve este cerro las puertas para impedir ser asesinado.

Ezio regresó con Rafael y con Luis, el no creia que Torquemada fuera un Templario y que solo actuó ciegamente por las ordenes de Rodrigo Borgia. Ezio finalmente volvio a Italia para recuperar el Fruto del Edén, antes de despedirse le dijo a Luis y a Rafael que le informaran sofre el viaje de Christoffa en busca del "Nuevo Mundo" si regresara.


Hoguera de las Vanidades

Florentine Fiasco 2

Ezio y Nicolás discutiendo hacerca de Savonarola

Luego de volver de España, Ezio volvio a su cuidad natal en 1492, en su camino se encontro a un monje siendo perseguido por guardias Borgias que preguntaban acerca de una "manzana".

Ezio se dio cuenta que los Borgia sabian que Savonarola tenia la manzana e inmediatamente corrio hacia Santa María del Fiore para descubrir que los guardias borgias estaban acosando a un monje llamado "Savonarola".

Ezio salto de la iglesia para rescatar al monje, pero se dio cuenta de inmediato que este monje tenia los diez dedos, este se presento a si mismo como Marcello Savonarola; el primo de Giromalo, Marcelo le dijo al Asesino que su hermano estaba en Venecia.

Ezio nuevamente viajo a Venecia en donde fue recibido por la hermana Teodora quien le dijo que no sabia donde estaba Savonarola, pero sabia donde encontrar a un monje similar, ademas le dijo que Lorenzo de' Medici habia muerto y que Rodrigo Borgia se convirtió en papa bajo el nombre de Alejandro VI.

Teodora llevo a Ezio a la plaza en donde el monje estaba predicando, Ezio al mezclarse con la multitud le pregunto al heraldo que el era un verdadero creyente y acerca de la ubicación de Savonarola, pero ante la negativa del monje Ezio llego a la conclución que fue segado por la fé.

Pero un jovén le grito al predicador diciendo que recientemente habia escapado de Florencia en manos de Savonarola, que ha reunido varias hogeras alrededor de la ciudad con ayuda de sus seguidores y que comenzaron a quemar varias pinturas acerca del Renacimiento.

El jovén se revelo como Piero de' Medici, el hijo del fallecido Lorenzo exiliado de Florencia por Savonarola. Ezio le revelo que el fue buen amigo de su padre, pero el heraldo ordeno a sus guardias que los asesinaron, y ambos tuvieron que defenderse de sus atacantes.

El heraldo intento apuñalar a Ezio con una daga pero fue salvado por Piero al cortarle las piernas al heraldo y siendo finalmente rematado por Ezio. Piero fue a advertirle a Agustino Barbarigo del poder de Savonarola, Ezio dejo finalmente Venecia.

Florentine Fiasco 3

Ezio viendo los cadaveres de los Guardias Borgias.

Finalmente Ezio volvio a Florencia en 1497, mientras se dirigia a reunirse con Maquiavelo, en el camino escucho a los ciudadanos quejarse de la dictadura de Savonarola y que desearian que el volviera a la ciudad para acabar con la tirania. Finalmente al reunirse con Maquiavelo, ambos organizaron una resistencia de Savonarola hacia el Palacio Pitti.

Ezio ideó un plan para derrocar a Savonarola y era eliminando sus lugarestenientes mientras que La Volpe y Paola organizaban una revelion por parte de los ciudadanos. Asi Ezio le dio caza a los nueve lugartenientes de Savonarola.

Ezio se encontro con Manfredo Soderini, herido y agonizano en una carroza después de ser atacado por los hombres de Savonarola. Ezio le pregunto donde estaba Cristina y este a duras penas respondio que los soldados de Savonarola iban trás ella.

Love's Labour 3

Ezio teniendo a Cristina en sus brazos.

Ezio al encontrar a Cristina asesino a sus atacantes con exito pero ella la estaba muy mal herida, ella agonizando le dijo que ojala hubieran tenido una segunda oportunidad y finalmente murio en sus brazos.

Luego de asesinar a los lugartenientes de Savonarola, los civiles comenzaron a manifestarse de forma furiosa y comenzaron a asaltar el Palacio Pitti. Savonarola uso la Manzana del Eden para sofocar el alzamiento pero antes de poder hacerlo Ezio le lanzo un cuchillo haciendo que este perdiera la manzana.

Entre el caos, un guardia de los Borgia tomo la manzana y se dio a la fuga, Ezio asesino al guardia y recupero la manzana. Savonarola fue entonces condenado al igual como lo hacia con Florencia; iba a ser quemado en una hogera en la Piazza della Signoria.

Mob justice 3

Ezio asesinando a Savonarola

Sin embargo Ezio decidó que nadia deberia morir con tal sufrimiento. Salto sobre la plataforma y con su Hoja Oculta acabo con la miseria de Savonarola.

Luego de eso Ezio pronuncio un discurso insultando a la gente por seguir sus propios instintos al igual que el cuando su familia fue ejecutada y que debian confiar en sus propios pensamientos y no por lo que estan al poder. Luego Mario, Nicoló, Paola y La Volpe se reunieron para revelar los secretos de la manzana.

Cazando a los Borgia

Confrontación en el Vaticano

Theconfront

Ezio Auditore confronta a Alejandro VI.

Una vez que losAsesinos se reunieron en Monteriggioni con el Codice y la Manzana y con ambos objetos revelaron la ubicación de la Cripta que estaba en Roma y para ser más preciso debajo del Vaticano.

Mario se dio cuenta que Rodrigo Borgía se convirtio en Papa en 1492, este creyo que fue solo por la ubicación de la Cripta y por poseer la otra pieza del Edén que era el Cetro Papal.

Inmediatamente Ezio partió a Roma para asesinar a Rodrigo. Abriendose paso por el Passetto di Borgo luchando contra guardias y arqueros para finalmente colarse en la Capilla Sixtina.

Ezio intento asesinar a Rodrigo con un asesinato aereo pero a punto de asestar el golpe final. Rodrigo lo sorprende activando el Cetro Papal y lanzandolo a la multitud con una explosión para luego drenar a energia a los guardias y monjes en la multitud. Rodrigo se dio cuenta que Ezio era inmune a los efectos del Cetro y se debia a que este tenia en su poder la Manzana de Edén.

A punto de entrar en un duelo, Ezio uso la manzána para crear copias de si mismo. En la pelea Ezio parecio ganar pero Rodrigo al destruir sus copias le sosprendio y finalmente le apuñalo para dejarle morir, quitarle la manzána y entrar en la Cripta.

Luego de recuperar la conciencia persiguió a Rodrigo entre las iluminadas paredes de la cripta para encontrarle intentando abrir la Cripta sin llegar a nada. Ezio finalmente desafio a Rodrigo de pelear sin armas ni artefactos solo con puños. Al finalizar la pelea, Ezio opto por no asesinar a Rodrigo al darse cuenta que la venganza no servia de nada y no le devolveria a su familia asi que decidio perdonarle la vida.

IBAL 16

Ezio presenciando a Minerva.

El entrar en la camara de la Cripta. Ezio quedo asombrado cuando la figura de Minerva se le aparecio como un holograma, Ezio creyó que era una diosa pero ella respondio que era miembro de "Aquellos que vinieron antes".

Minerva le revelo a Ezio la historia de la humanidad y el desastre que destruyo a su gente, volveria a ocurrir cientos de años más tarde. Minerva le hablo a una figura invisible llamada Desmond, Ezio alego que ahí no habia nada y desaparecio dejando a Ezio con muchas más preguntas.

Tras ello Ezio sale de la cámara y ve que Rodrigo ya no estaba. Salieron de la Basilica di San Pietro peleando con los guardias hasta llegar a una Atalaya, Ezio se mostro indeciso en lanzar la manzána al Rio Tiber, Mario al ver su inseguridad decidio tomar la Manzana y guardarla hasta que Ezio tomara una decisión. Luego los dos procedieron a volver a Monteriggioni

Asedio de Monteriggioni

Ezio en monteriggioni 3

Ezio junto con sus aliados asesinos.

De vuelva a Monteriggioni, Ezio se reunio con Mario, Maquiavelo, Caterina, su hermana y su madre. Les contó los secretos que Minerva le conto y de un desastre que ocurriría en cientos de años ademas de la figura invicible que Minerva llamo "Desmond ".

Cuando Maquiavelo le pregunto a Ezio de como habia muerto Rodrigo Borgia, Ezio le contesto que no asesino a Rodrigo y Maquiavelo le critico por eso y se marcho a Roma con furia. Luego de pasar una noche con Caterina, no se dio cuenta que la amenaza Borgia estaba lejos por terminar.

El 2 de Enero de 1500, César Borgia hijo de Rodrigo Borgia comezó un asedio contra Monteriggioni.

Ezio en monteriggioni 2

Ezio defendiendo la ciudad con los cañones.

El ataque tomó a los Asesinos por sorpresa y las fuerzas de César atacaban por millares. Ezio logro llegar a los cañones y destruir la artilleria enemiga para que los aldeanos escaparan, luego de destruir la artilleria con la ayuda de los mercenarios, Ezio ayudo a otros mercenarios para eliminar a las Fuerzas Asaltantes.

Pero el esfuerzo fue inútil, las fuerzas de César destruyeron la puerta principal capturando a Caterina Sforza y dejando herido a Mario.

Al ver a su Tio en el suelo, Ezio corrio en vano por los tejados para llegar hasta el pero fue baleado por los Arcabuceros dejandolo mal herido mientras que César asesinaba a su tio con un arma de fuego.

Ezio recupero la conciencia al ver a dos mercenarios arrastrandolo. Este pudo continuar de pie luchando contra las fuerzas Borgias en la Villa defendiendo a su Hermana y a los civiles.

Finalmente Ezio, su familia y los aldeanos escaparon por un pasadizo detrás de la estatua de Altaïr Ibn-La'Ahad. Ezio viajo a Roma después de poner a salvo a su familia, pero debido las heridas cayó del caballo desmayado.

Llegando a Roma

As Good As New 3

Ezio probando su nueva hoja oculta.

Ezio desperto curado gracias a una desconocida, Margherita dei Campi quien le dio una nueva tunica, Hoja Oculta y todo por parte de un hombre que le dio un mensaje de reunirse con Nicolás Maquiavelo en el Mausoleo di Augusto.

Luego de conseguir medicinas y de buscar el Mausoleo por una Atalaya, unos guardias llamaron la atención de Ezio acerca que un civil que se "resistia al arresto". Luego de perseguir a los guardias y de asesinarlos antes que acabaran con el civil, Ezio no puddo llegar a tiempo y lo encontro llorando la perdida de su esposa a manos de Il Carnefice. El civil dijo que asesinaria al civil si cortaba la cuerda y Ezio se encargo asesinando al Verdugo con un asesinato aereo.

Una vez reunido con Maquiavelo, este le comento que Roma habia caido en un deterioro por los Borgia, que los civiles eran reprimidos y castigados. Ademas comento acerca de César Borgia, el hombre responsable de la muerte de su tio y del Ataque a la Villa.

Roman Underground 3

Ezio conociendo a Fabio Orsini

Luego se reunieron con Fabio Orsini, primo de Bartolomeo d'Alviano quien le dio a Ezio un viejo almacen en Isla Tiberina con la esperanza de que le diera un mejor uso.

Cuano Ezio le conto a Maquiavelo que los Borgia habian capturado a Caterina Sforza y habian perdido el Fruto del Edén. Maquiavelo le aconsejo que buscara ayuda en un prostibulo, desde ahí Ezio viajo a la Rosa in Fiore solo para enterarse que Madonna Solari fue secuestrada por la banda Checco Orsi y que pedian a cambio dinero por su rescate.

Con el dinero necesario para el rescate, Ezio llego a Isla Tiberina solo para ver que asesinaban a Solari. Ezio sobrevivió a la emboscada y volvio a la Rosa in Fiore, para su sopresa se dio cuenta que su madre y su hermana estaban ahí. Ante la falta de Madona Solari y del inminente cierre del prostibulo, Claudia decidio tomar el negocio ante la negatividad de Ezio de aceptarla como dueña del prostibulo.

Más tarde Ezio se movio para ayudar a La Volpe y sus ladrones y a Bartolomeo d'Alviano y sus mercenarios siendo acosados por los Franceses.

Ayudando a Copérnico.

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Copérnico dandole cartas a Ezio

En 1500, Ezio paseando por Il Campidoglio escucho a un erudito hablar de las contradicciones de la iglesia sobre el universo y las estrellas. Luego de preguntar cual era su nombre, un ciudadano le revelo que se llamaba Nicolás Copérnico que venia del Vaticano pero sus palabras contradecian lo que la iglesia decia.

Cuando Ezio diviso que los Guardias Borgias estaban apunto de asesinarlo, le defendio de la emboscada con habilidad y luego de presentarse Copérnico revelo que fue Templario y deserto de la Orden por que estos querian ocultar las investigaciones que Copérnico realizo.

Luego de escapar de los Borgia y encontrar un lugar a salvo, Ezio desconfiaba un poco de Copérnico, este le entrego una carga para que se las diera a sus amigo academicos. Luego de que Ezio entregara las cartas con rapidez, se reunio nuevamente con Copérnico y este dijo que el Maestro del Sagrado Palacio podria ser el responsable de los ataques ya que queria que la filosofia religiosa romana permaneciera pura y que no le gustaban las ideas de Copérnico. Este por ultimo le dijo que para encontrar al Maestro tenia que seguir a los cardenales.

Mientras seguia a los cardenales, Ezio encontro al maestro, escuchó la conversación y se entero de que el Maestro envió a sus mejores hombres para asesinar a los eruditos amigos de Copérnico. Ezio corrió por toda Roma para salvar a los eruditos y volver con Copérnico.

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Ezio y Copérnico mirando el eclipse

Las sospechas de Ezio eran correctas y sabía que el Maestro quería asesinarle, pero Copérnico hizo oídos sordos al aviso, ya que esa noche habría un eclipse y le importaba más su investigación que su propia vida. Ezio inmediatamente buscó al Maestro y le asesinó. En su ultimo aliento el maestro revelo que envió a sus hombres para asesinar a Copérnico mientras este estaba distraido.

Ezio llego justo a tiempo para presenciar el eclipse y salvar a Copérnico. Al mirar el eclipse juntos Copérnico reveló que probablemente el Sol era el centro del universo y no la Tierra como todos creian, finalmente le dio gracias a Ezio por su ayuda y ambos se fueron por caminos separados.

Infiltración al Castel Sant'Angelo

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Ezio cargando a Caterina

Una vez reunidos en Tiberina, Ezio recibio los informes de Claudia, La Volpe y Bartolomeo que indicaban que el fruto y Caterina Sforza estaban en el Castel Sant'Angelo, Ezio inmediatamente fue a rescatarla y antes de partir Maquiavelo le dijo que asesinara a Rodrigo y a Cesar si se le daba la oportunidad.

Escalando las murallas del Sant'Angelo, Ezio supo que Lucrecia tenia las llaves de la celda de Caterina, pero al no encontrarse con Rodrigo y al ver que Cesar partia hacia Urbino, Ezio se centro en rescatar a Caterina. Para eso recorrio el Castel para encontrar a Lucrecia junto con su novio Pietro. Ezio tomo de rehén a Lucrecia y volvio a la celda de Caterina para dejarla encerrada y noqueada por un golpe con la puerta que le dio Caterina como represalia.

Ezio llevo a Caterina herida de una pierna hasta los establos del castillo para escapar. Una vez rodeados de guardias, Ezio ordeno a Caterina que escapara a Isla Tiberina para contener a los guardias. Mientras Ezio eliminaba a los perseguidores de Caterina, una explosión atrajo la atención a los guardias que volvieron al Castillo.

Luego de volver exitoso, Ezio declaró que comenzariá la libertad contra la opresión Borgia y para eso debia reclutar ciudadanos de Roma para unirlos a la Hermandad. Aunque Maquiavelo protestaba ambos quedaron de acuerdo en que comenzaria la Liberación de Roma.

Expandiendo la Hermandad

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Ezio reclutando a un Ciudadano

Dentro de un año, Ezio recluto a varios civiles de Roma para transformarlos en Aprendices Asesinos. Entre ellos se destacaba Francesco Vecellio, cuyo maestro traicionó a la Orden varios años atrás.

Ezio entreno a los Aprendices y peleo con ellos. Los envio a misiones por toda Europa y más allá de ellas como Egipto y la India. Ezio tambien uso a sus aprendices para eliminar a agentes Templarios como Malfatto y Silvestro Sabbatini.

Finalmente no muy lejos de Isla Tibernia, Ezio recibio la visita inesperada de su viejo amigo Leonardo da Vinci. Este le conto que los Borgia le habian presionado para que este creara armas de fuego y maquinas de guerra para el ejército de Cesar. Leonardo le dio el mapa a Ezio para destruir sus creacciónes ademas de las mejoras de la Hoja Oculta que Ezio perdió tras la Caida de Monteriggioni

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Leonardo dandole el mapa de las Maquinas de Guerra

Leonardo acepto volver a crear las mejoras para la hoja de Ezio pero por un precio ademas de siempre encontrarse como desconocidos ya que Leonardo trabajaba para Cesar.

Buscando al Banquero

Nuevamente Maquiavelo, Claudia y La Volpe se reunieron en la guarida de asesinos para discutir su ataque contra los Borgia. Ante eso Ezio pregunto de donde venian los fondos de Cesar y La Volpe contesto que Cesar tenia un banquero personal cuyá identidad se desconocia y solo se le conocia como "El Banquero".

Ademas Ezio planeo asesinar al General Francés Octavian de Valois para que Cesar perdiera la protección de sus aliados extrajeros. La Volpe sabia que hay una entrada lateral para entrar al Castillo y que el novio de Lucrecia; Pietro Rossi tenia la llave.

Luego de salir del escondite, Ezio vio a Caterina a caballo a punto de marcharse de Roma ya que no le servia a nadie sin Forli en su poder ademas debia ver a sus hijos en Florencia. Ante las peticiones de Ezio de que se quedara Caterina salió de Roma.

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Ezio dandole el dinero a Egidio

Ezio se reunio con Claudia en la Rosa in Fiore, ella le dijo que el senador Egidio Troche se pasaba quejandose por sus deudas. Ezio salio en su busqueda en el Campidoglio solo para escuchar a los guardias acosandolo por no pagar su deuda contra Cesar. Luego de salvar al Senador, ambos buscaron en el distrito un lugar seguro lejos de los guardias y en el camino el Senador conto los planes que tenia Cesar en la Romaña. Finalmente Ezio reunio la cantidad necesaria de dinero para que Egidio pagara su deuda. Mientras este era escoltado por guardias hasta el Panteón, Ezio les seguia de cerca por los tejados para escuchar la conversación y vigilar el dinero.

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Ezio como capitán Borgia

Cuando llegaron al Panteón, Egidio le dio el dinero a un capitán Borgia llamado Luigi Torcelli quien se llevo el dinero. Al perder de vista el dinero dentro del Panteón, Ezio se infiltró por el tejado del para asesinar a Luigi al saber que iban a matar a Egilio de todos modos. Ezio tomo la armadura de Luigi para suplantarle y llevar el dinero en nombre suyo.

Cuando los guardias se enteraron que Luigi habia muerto, Ezio con la ayuda de las cortesanas de Claudia mantuvo su vista en el dinero hasta llegar a donde el banquero quien era Juan Borgia. Ezio burlo a los guardias y se sentó en un banco y mientras esperaba a que Juan pasara le apuñalo y rapidamente le asesino.

Ezio escapó y volvió a la Rosa in Fiore, encontro al grupo de cortesanas horririzadas alegando que un grupo de guardias les siguio hasta el burdel. Preocupado por la seguiridad de su hermana, Ezio entró y se encontro a los cadáveres de los guardias muertos ya que Claudia se las habia arreglado para asesinarlos ella misma con un cuchillo.

Peleando contra los Franceses.

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Ezio entregando a Bartolomeo disfrazado de soldado francés

Luego de la muerte del Banquero, Ezio visitó el cuartel general de Bartolomeo d'Alviano, este le comento a Ezio la situación ya que eran sitiados por los soldados de Octavian de Valois. Luego de rechazar un enorme ataque francés, Bartolomeo se dio cuenta que su esposa Pantasilea Baglioni fue raptada por Valois para tener la rendición incondicional de Bartolomeo y sus mercenarios. Bartolomeo no vio otra opción que la rendición por la seguridad de su esposa, pero Ezio tenia otros planes.

Ezio elimino a un gran número de franceses para capturar sus uniformes y así los mercenarios de Bartolomeo se camuflarian como soldados franceses para Ezio llevar a Bartolomeo ante Valois como un Caballo de Troya.

Cuando la batalla comenzó, Bartolomeo y los mercenarios mantuvieron ocupados a los soldados de Valois mientras Ezio corria tras el. Al encerrarse en su fortaleza rodeado de arcabuceros, Ezio escalo asesinando a los tiradores donde finalmente asesino a Octavian de Valois con un asesinato aereo liberando a Pantasilea.

Asegurando las llaves del Castillo

Después de su victoria contra el Barón de Valois, Ezio viajo a La Volpe Addormentata en donde ambos comenzaron la busqueda del amante de Lucrezia; Pietro. Pero La Volpe sospechaba de un traidor quien habia alertado a Rodrigo alejarse del Castillo, la sospecha más fuerte venia de Maquivelo. Aunque Ezio no estaba seguro de la traición de Maquiavelo, ayudo a los ladrones a defenderse de un ataque Borgia. Luego del ataque, La Volpe estaba seguro de la Maquiavelo era el traidor teniendo como pruebas el ataque de la Villa, la escapada de Rodrigo al castillo y sumandose el reciente ataque al Gremio de Ladrones.

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Ezio infiltrado en la obra

Poco después del ataque, La Volpe con ayuda de sus espias averiguaron que Pietro Rossi era actor, ademas de que Cesar pretendia matarlo por tener sentimientos hacia Lucrezia, Ezio camino hacia las Puerta de la ciudad para presenciar la muerte de Francesco Troche , hermano de Egidio, en manos de su sicario personal Micheletto Corella.

Ezio elimino a los complices de Micheletto reemplazandolos por sus aprendices de Asesinos. Asi Ezio se infiltro en la obra y escoltado sus hombres detuvo a Micheletto aunque demasiado tarde ya que el vino que le dio a Pietro estaba envenenado.

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Ezio intimidando a Paganino

Mientras Ezio corria con Pietro en sus brazos envenenado, sus asesinos cubrieron su salida seguido por otros mercenarios. Ezio finalmente llego al médico donde este curo a Pietro y le entrego la llave del castillo. En ese momento Ezio miro hacia un miembro de los ladrones venecianos que estaba presente durante el Asedio de Monteriggioni.

Ezio atrapo al Ladron cuyo nombre era Paganino, inmediatamente supo que era el traidor era el y no Maquiavelo. Paganino se apuñalo el mismo con la hoja oculta y Ezio rapidamente corrio para detener a La Volpe ya que queria asesinar a Maquiavelo. Ezio llego justo a tiempo para evitar que Maquiavelo fuera asesinado y gracias a la carta que tuvo de Paganino La Volpe y Maquiavelo volvieron a ser amigos.

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Ezio reunido con los asesinos

Mas tarde, Ezio reunio a los Asesinos, a Claudia, La Volpe y Maquiavelo. Ezio le ofrecio a Claudia unirse a la Hermandad y servir a ella, ella acepto y recibio su marca en el dedo.

Con los asesinos reunidos, Maquiavelo hablo para que Ezio tomará el cargo de Mentor ya que según Maquiavelo era lo mejor que la Orden necesitaba. Luego de aquel nombramiento, Ezio decidio terminar con los Borgias y viajo al Castel San Angelo.

La Caida de los Borgia

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Ezio dandole la ultima bendición a Rodrigo

Con los cómplices de Cesar muertos y con Roma bajo el control de los asesinos, ya era hora de acabar con Cesar quien recientemente habia llegado a Roma. Con una nueva infiltración al Castillo, Ezio espio a Cesar quien discutia con Rodrigo por los fondos que le habia quitado para el Ejército de Cesar. Rodrigo al revelarle que el Baron de Valois habia muerto a manos de los Asesinos descubrio la futura traición del mismo Cesar echandole la culpa por atacar Monteriggioni y haciendole responsable de sus actos. En medio de la discución Lucrezia entro diciendole a Cesar que Rodrigo colocó veneno en la manzana que Cesar comia, en represalia Cesar asesino a su propio padre y amenazo con estrangular a Lucrezia para saber la ubicación del Fruto.

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Los Asesinos luchano contra la ultima resistencia de Cesar

Al irrumpir en la sala, Ezio le dio la ultima bendición al cadaver de Rodrigo y Lucrezia le reveló donde escondia el fruto su padre. Ezio corrio fuera del Castillo hacia la Basilica de San Pedro en donde encontro el fruto. En ese momento Cesar aparecio con varios soldados Papales, Ezio utilizó el fruto para asesinar a los guardias y hacer correr a Cesar enfermo por el veneno.

Ezio y los demas Asesinos comenzaron una revolución en Roma para quitarle el poco apoyo que tenia Cesar sobre la ciudad. Aunque Cesar esperaba a Micheletto con el Ejército Papal, este se vio rodeado en las puertas de la ciudad solo para refugiarse detrás de ellas mientras veia a sus guardias caer. Cesar al creer que las tropas de Micheleto se reunian a sus espaldas, no supo que enrealidad era Fabio Orsini quien venia a arrestarlo bajo ordenes del nuevo Papa Julio II. Una vez arrestado, Cesar grito que ningún hombre podia asesinarlo.

Ante las amenazas de Cesar, Ezio preocupado visito a Leonardo. Este le sugerió preguntarle al Fruto para ver si sus amenazas eran ciertas, antes de partir Ezio le regalo a Leonardo un cofre lleno de oro ya que Leonardo lo necesitaba sobre todo por que su patrón estaba arrestado.

Cazando a Cesar

Habilidades

Ezio era un asesino muy capaz, tanto de tecnicas de sigilo como asesinato en público o con armas a largo alcance basando en el codice de Altair con sus hojas dobles, cuchillos para lanzar y su cañon oculto. Era un corredor muy rapido y agil pudiendo superar las marcas de varios corredores de parkour destacados, sabia tecnicas para escalar mas rápido, saltar numerosos obstaculos y ademas con mucha elegancia , era una leyenda en el gremio de ladrones por sus habilidades de parkour, en combate Ezio era extremadamente letal, muy agil y rapido, su tecnica y su efectividad le hacian muy letal pudiendo acabar rapidamente con varios enemigos muy entrenados con facilidad, usando varios tipos de armas como espadas, mazas, alarbardas, sus puños, hojas ocultas y hachas, el combate con sus hojas ocultas era muy efectivo ya que su contraataque es rapido, su ataque muy potenete, permitiendole acabar con mucha rapidez y tenacidad con sus enemigos sin ser tocado demostrandolo con Cesar Borgia quien lo vencio con mucha facilidad, con otros enemigos muy entrenados como los guardias del papa,los brutos quienees poseian una gran armadura y mucho entrenamiento en cualquier edad , en su estilo de combate a puños era capaz de realizar secuencias de golpes precisas y contraataques rapidos, tambien usaba algunas tecnicas de romper brazos, puntos de precion, diferentes formas de noquear, etc.tambien era capaz de desarmar a sus oponentes y usar sus armas contra ellos dejando a estos indefensos y acabar rapidamente con ellos, Ezio tuvo un entrenamiento muy duro y tiene un gran nivel como luchador, con un nivel de esgrima imprecionante desde su juventud hasta su vejez combinandolo con su cañon oculto

Trivia

  • El nombre "Ezio" y "Altair" tienen significados similares: "Altair" se significa "Águila" al igual que el nombre Ezio. Altair viene de la estrella más brillante de la constelación Aquila que también significa Águila.
  • Ezio, en todas de sus misiones de encubierto, siempre se ha disfrazado de los soldados de élite del lugar (como en Venecia y Roma, soldados de élite, y en el Imperio Otomano, como un jenízaro).
  • Ezio habla un poco de francés debido a que en su juventud tenía unas amigas francesas en Florencia.
  • Es el único de todos los antepasados de Desmond que ha protagonizado más de un juego, en total 4 (incluyendo los spin-offs).
  • Ezio es también uno de los antepasados de Desmond que más ha poseído distintos fragmentos del Edén, como el Fruto del Edén (el que poseía en ACII y AC: Brotherhood y el cetro del Edén).
  • Ezio, para vivir en el siglo XV y XVI, ha utilizado varias máquinas bélicas como el bombardero, el carro de combate, la ametralladora, un bombardero naval y el fuego griego.

Notas y referencias

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