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HMS Jersey, fue una prisión Colonias establecida en los muelles de Nueva York

En 1782, llegando el final de la Guerra de Independencia, el Maestro Asesino Ratonhnhaké:ton se infiltro en la prisión en busca de información sobre el paradero del Gran Maestre Charles Lee. En la cubierta logró escuchar a varios agentes templarios ablando  con el Capitán de la Prisión sobre unos prisioneros y una supuesta junta con el Gran Maestre en Boston, el Asesino se apresuró a retirarse no antes de acabar con el Capitán por las dudas.

Historia[]

Los británicos hicieron tantos prisioneros durante la guerra de la independencia que no tardo en quedarse sin sitio donde meterlos. Las prisiones neoyorquinas estaban al tope. Así qué los británicos empezaron a usar las azucareras e iglesias pro  Rebeldes de la ciudad.

Los buques de guerra desmantelados que aún estaban fondeados en el puerto se usaron como galeras improvisadas, el más famoso de todos fue el HMS Jersey. de hecho, el Jersey se había ganado el apodo de “infierno” debido a las condiciones de vida en la cubierta inferior, donde se encerraban a los presos, eran deplorables; mil hombres vivían hacinados sin luz, sin ventilación e higiene.

Alrededor de una docena de prisioneros morían cada día a causa de la viruela, la fiebre amarilla o la tortura a manos de los guardias; la comida que ingerían era incomestible en pocas palabras.

Según los británicos, los rebeldes no eran más que traidores que no merecían mejor trato que ese. Al menos 11,000 personas murieron a bordo de aquellas prisiones flotantes, más incluso que en el resto de la guerra.

Cuando los Británicos se marcharon de Nueva York, la armada americana hallo fosas comunes en los cenagales que rodeaban el puerto. Todos esos restos se colocaron bajo un monumento en Brocklyn, donde antes solía estar el fuerte Putnam.

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