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«A algunos no se les adoctrina tan fácilmente como a otros. Hay muchos que han permanecido fieles a los antiguos códigos, y muchos más, al ser marcados los perniciosos efectos de los nuevos métodos. Pero yo tengo incluso más razones que los demás para mantener mi fidelidad.»
―Tazim Al-Sayf[fte]

Tazim Al-Sayf, también conocido como Malik Al-Sayf en honor a su padre, (c. 1226 - ¿?) fue un Asesino que vivió durante el siglo XIII, tomando parte en varios de los conflictos de los Asesinos Sirios. Hijo de Malik Al-Sayf—un Maestro Asesino que regentó Masyaf durante la ausencia del Mentor Altaïr Ibn-La'Ahad—, Tazim y su madre huyeron de la fortaleza cuando su padre fue encarcelado por Abbas Sofian, organizador de un golpe de estado. Malik fue asesinado dos años después, y tiempo más tarde, su hijo se unió a los Asesinos para tomar venganza algún día.

Fue veinte años tras la ejecución de Malik cuando Ibn-La'Ahad orquestó una revolución, en la que Al-Sayf tuvo un rol fundamental reclutando a Asesinos para su causa y dirigiéndolos en la batalla. Con Sofian muerto, los Asesinos procedieron a reformar la Orden, hasta que en 1257 Masyaf fue atacada por los ejércitos del Imperio Mongol. Al-Sayf ayudó a defender la ciudad mientras su Orden se retiraba, ayudado por otros Asesinos.

Biografía

«A algunos no se les adoctrina tan fácilmente como a otros. Hay muchos que han permanecido fieles a los antiguos códigos, y muchos más, al ser marcados los perniciosos efectos de los nuevos métodos. Pero yo tengo incluso más razones que los demás para mantener mi fidelidad.»
―Tazim Al-Sayf[fte]

Tazim Al-Sayf nació alrededor de 1225,[1] hijo del Maestro Asesino Malik Al-Sayf y una mujer desconocida,[2] así como sobrino del ya difunto Kadar Al-Sayf,[3] durante la regencia de Al-Sayf en Masyaf. Por este tiempo, el Asesino Abbas Sofian encarceló al Maestro Asesino, tomando la ciudad y tomando el rango de Mentor, en esa época ostentado por Altaïr Ibn-La'Ahad. El joven Tazim y su madre huyeron, dejando a su padre atrás,[2] quien fue ejecutado dos años después.[1]

Desde entonces, fue referido por su madre y otras personas como Malik, para así honorar el legado de su padre. Al-Sayf, con la venganza en mente, se dirigió a Masyaf años después para ser entrenado como un Asesino. El joven mantuvo las apariencias ignorando el Credo del Asesino como todos los seguidores de Sofian, pero en realidad lo seguía al igual que su padre, y contó con muchos aliados en la Orden que tenían la misma opinión que él; además, Al-Sayf tuvo entrenamiento adicional, viendo que las habilidades físicas se habían descuidado en la Orden. Durante su residencia en Masyaf, Al-Sayf se encargó de atender la tumba de su padre.[2]

Masyaf

Masyaf, donde Tazim Al-Sayf fue entrenado.

Al-Sayf terminó completando su formación como Asesino.[2] En 1247,[1] el antiguo Mentor Altaïr Ibn-La'Ahad regresó a Masyaf con la misión de deponer el régimen de Sofian, ayudando al mercader Mukhlis a derrotar a varios de los bandidos de Fahad, que tenían a la aldea aterrorizada con el permiso del Mentor. Ibn-La'Ahad se dedicó a promulgar el Credo del Asesino en los siguientes días, cerciorándose de que contase con suficientes apoyos para iniciar su contraataque. Al-Sayf supo de esto y siguió al anciano por toda la ciudad, observando todos sus movimientos y acciones, mientras que a la vez, se aseguraba de difundir la noticia del regreso del Mentor. Cierto día—mientras Ibn-La'Ahad resolvía una disputa familiar—el Asesino se le acercó sigilosamente, y el depuesto Mentor, al ver que Al-Sayf no tenía intención de matarlo, preguntó por sus intenciones.[2]

El Asesino no dijo sus intenciones, procurando ser visto por Ibn-La'Ahad como una figura neutral, y el anciano le explicó sus puntos débiles, que le impedirían matar a un veterano como él. Al-Sayf procedió a indicar que sabía perfectamente a quién se enfrentaba, no sin hablar de que él nació durante su dominio, a la vez que proclamó estar de parte de los métodos ortodoxos antiguos, pues una gran razón le atañía a estos. Ibn-La'Ahad preguntó por su nombre, el cual Al-Sayf reveló, para después decir que era llamado Malik, al igual que su padre. Frente al emocionado anciano, Al-Sayf reveló que su objetivo era honrar la memoria de su padre, aunque eso significase matar a Sofian. Los dos acordaron colaborar juntos, con el más joven reclutando a Asesinos e Ibn-La'Ahad reuniendo a los aldeanos.[2]

Al-Sayf reclutó hasta a veinte hombres, con los que él y el anciano se encaminaron hacia la ciudadela de Masyaf. Reuniéndose en una plaza del pueblo, Ibn-La'Ahad consideró su opinión anterior sobre el sigilo de Al-Sayf, diciendo que era un punto a su favor, y procedieron a marchar contra Abbas Sofian. El Asesino combatió a los hombres del Mentor, dejándolos inconscientes por orden de Ibn-La'Ahad, pues solo así recuperaría la Orden. Al ver que uno de los hombres de Sofian estaba causando muchas bajas entre los suyos, Al-Sayf fue enviado para neutralizarlo, cosa que hizo con el mango de su espada. El anciano acabó entrando en el castillo y disparó a Sofian, terminando así su rebelión con una victoria.[2]

En la década siguiente Al-Sayf continuó sirviendo a la Orden durante el periodo de reconstrucción que siguió a su declive. El 12 de agosto de 1257, Al-Sayf era uno de los muchos Asesinos que se quedaron a defender Masyaf del Imperio Mongol, junto a Darim Ibn-La'Ahad y Mukhlis. Ese mismo día, la Orden se retiró de Masyaf, pero se desconoce el destino que corrió Tazim Al-Sayf.[2]

Legado

La participación de Tazim Al-Sayf en las batallas contra Sofian y los mongoles fue descrita en el diario del Asesino veneciano Niccolò Polo, La Cruzada Secreta.[2] Entre marzo y mayo de 1511, este libro fue leído por el Mentor de los Asesinos Italianos, Ezio Auditore da Firenze.[4]

Personalidad y rasgos

«Tengo dos nombres. El nombre por el que me conoce la mayoría de la Orden, que es Tazim. Pero tengo otro nombre, el que me dieron, el que me dio mi madre en honor de mi padre.»
―Tazim Al-Sayf[fte]
Malik

Malik Al-Sayf, quien se decía que era muy parecido a su hijo.

Tazim Al-Sayf, con unos veinte años, tenía una barba negra y los ojos[2] color avellana[3] de su padre Malik, y la mandíbula cuadrada. Al-Sayf, quien era solo un bebé cuando huyó de Masyaf, pasó toda su juventud buscando recuperar el legado de su padre—llegando a honrarlo siendo apodado como él—,cosa que solo creía posible mediante la restauración del Credo del Asesino y la muerte de Abbas Sofian. El joven, por tanto, se unió a los Asesinos mientras conspiraba en secreto contra Sofian, siguiendo el Credo antiguo en secreto. Según Altaïr Ibn-La'Ahad, Al-Sayf tenía el espíritu de su padre.[2]

Al-Sayf deseaba tanto la restauración del antiguo régimen que, cuando Ibn-La'Ahad regresó a la aldea, procuró seguirlo en secreto, para cerciorarse de que la rebelión no fuese destruida. Cuando el anciano le reveló su objetivo, Al-Sayf se mostró escéptico al principio, sin creer lo que le decía Ibn-La'Ahad, pero vio que no le estaba mintiendo y se le unió. Durante el combate, Al-Sayf no mató a ningún Asesino de los de Sofian, mostrando de nuevo su lealtad al Credo, y defendió Masyaf en el ataque mongol, una vez más a favor de la preservación del Credo del Asesino.[2]

Equipamiento y habilidades

«Lo retiro. Tú y todos tus hombres tenéis un sigilo incomparable.»
―Altaïr Ibn-La'Ahad a Tazim Al-Sayf[fte]

Vistiendo una túnica de Asesino, el joven Al-Sayf portaba una espada cuando se enfrentó a los hombres de Sofian. Aunque en un principio parecía ser poco sigiloso, Ibn-La'Ahad se retractó en esta postura, y dijo que tenía la misma habilidad en él que su padre. En su primer encuentro, el anciano señaló que Al-Sayf, quien tendía a apoyarse en su lado izquierdo, podía ser fácilmente derrotado si su oponente se movía a la derecha.[2]

Al haber entrenado más que otros Asesinos, Al-Sayf no tuvo problemas en el alzamiento, lo que le permitió derrotar a varios enemigos sin llegar a matarlos.[2]

Entre bastidores

Tazim Al-Sayf tan solo aparece en la novela de 2011 Assassin's Creed: La Cruzada Secreta, que narra los sucesos de los videojuegos de Ubisoft Assassin's Creed y Assassin's Creed: Bloodlines, expandiendo más en la vida de su protagonista, Altaïr Ibn-La'Ahad. En la novela, Al-Sayf aparece como un personaje menor, solo en los últimos capítulos.

El videojuego Assassin's Creed: Revelations muestra una visión de la revuelta contra Sofian distinta a la de La Cruzada Secreta. Aunque estas apenas difieren, sin crear un conflicto en el canon de la saga, Al-Sayf no es mencionado.[4] En la novela de videojuego, Assassin's Creed: Revelaciones, se identifica a un Asesino del videojuego con el nombre de Tazim, quien está presente en Masyaf en el regreso de Ibn-La'Ahad. Sin embargo, no se le ha identificado con el de este artículo, y es poco probable que se traten de la misma persona, dada sus diferencias de personalidad[5]

Apariciones

Fuentes

Notas y referencias

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