Altaïr con un grupo de vigilantes en Damasco.
Los vigilantes son individuos que actúan para proteger a los civiles sin autoridad legal. Estas acciones pueden estar en la capacidad de hacer cumplir la ley, ayudando a detener a los delincuentes sin la supervisión de policía
Históricamente, los vigilantes también se han opuesto a los intereses de las autoridades que consideraban opresivas. Desde la Tercera Cruzada al Renacimiento a la Revolución Americana, los vigilantes locales asistieron a los Asesinos, obstruyendo a los guardias que los persiguieron. En muchos casos, su apoyo a los Asesinos surgió de la gratitud por los actos meritorios de la Hermandad, tales como rescatar a sus amigos y familiares o liberar un distrito de Roma de la Casa de Borgia.
Historia[]
Tercera Cruzada[]
Durante la Tercera Cruzada, los grupos de vigilancia en las ciudades de Damasco, Acre y Jerusalén generalmente comprendían hombres que se oponían al gobierno local de sus ciudades. Eran aquellos individuos que abiertamente se enfrentaban a los guardias o cuyos amigos y familiares se encontraban en problemas con las autoridades. Como tal, sus intereses tendían a alinearse con la hermandad levantina de Asesinos. Asesinos como Altaïr Ibn-La'Ahad frecuentemente hicieron todo lo posible para rescatar a los civiles acosados por los guardias, y en agradecimiento, las familias y amigos de estos ciudadanos se comprometieron a protegerlo a su propio riesgo.[1]
Aunque siempre estaban desarmados, estos vigilantes nunca dudaron en impedir la persecución de los guardias interceptándolos y reteniéndolos por los brazos. Esto permitió a un Asesino como Altaïr escapar o deshacerse de sus perseguidores o asesinar a su objetivo. Sin embargo, la asistencia de los vigilantes no se limitó solo a los Asesinos; en 1191, los vigilantes en la entrada sureste del Zoco Al-Silaah en Damasco ayudaron a escapar a un ladrón que robó a un mercader. Debido a que se reunieron en lugares regulares, Altaïr descubrió fisgoneando a este ladrón que este grupo específico de vigilantes podría servir como un medio de escape después de su asesinato del traficante de armas negras templario Tamir en el zoco.[1]
Los vigilantes durante este período generalmente vestían atuendos uniformes. En Acre, esto generalmente consistiría en abrigos, gorras y pantalones marrones irregulares, mientras que los vigilantes en Damasco y Jerusalén usaban túnicas negras y lisas.[1]
Renacimiento[]
Un grupo de vigilantes en Roma.
El vigilantismo persistió como un fenómeno social en el período del Renacimiento en Italia. De 1500 a 1503, durante la campaña del Asesino italiano Ezio Auditore da Firenze para desmantelar el control de los Borgia sobre Roma, gran parte de la gente común vino a apoyar su movimiento. Aquellos que no fueron reclutados en la Hermandad de Asesinos como aprendices a veces emprendieron vigilantismo para ayudar a los Asesinos. En cada distrito, la destrucción de una torre Borgia inspiraría a pequeños grupos de vigilantes a comenzar a reunirse abiertamente en las calles, lanzar insultos a los guardias cercanos y estar listos para ayudar a Ezio en cualquier momento.[2]
Su ayuda era indistinta de la de sus predecesores en la Tercera Cruzada; se encargaron de interceptar a cualquier guardia cercano que persiguiera a un Asesino, agarrándolos por los brazos para obstaculizar sus movimientos. Además de atacar directamente a los guardias, ellos también ocultaban a Ezio de ellos.[2]
Vigilantes otomanos cerca del Arsenal.
En 1511, cuando Ezio provocó disturbios en el puerto de Teodosio en Constantinopla, varios vigilantes participaron en la lucha contra los jenízaros. Aunque muchos estaban desarmados y otros solo lanzaban tenedores, arriesgaron sus vidas para protestar por las injusticias del régimen. Una vez que los alborotadores atravesaron la puerta y entraron en el Arsenal, los vigilantes continuaron la batalla contra los jenízaros y los soldados de élite.[3]
América Colonial[]
Haytham por un grupo de vigilantes en Boston.
Durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, los vigilantes prestaron su ayuda al Asesino Ratonhnhaké:ton, más conocido como Connor. El vigilantismo en este período se había mantenido en gran medida sin cambios a lo largo de los siglos; los vigilantes continuaron impidiendo a los perseguidores de los Asesinos cada vez que la persecución pasaba ante ellos o de lo contrario ocultarían a Connor de sus enemigos. Al igual que con sus homólogos romanos en el Renacimiento, se hicieron más frecuentes a medida que los Asesinos erosionaron la influencia templaria en las colonias, dándoles la libertad de congregarse. Si bien son vulnerables a la dispersión bajo la fuerza de los soldados, a menudo no dudarían en regresar a la misma área una vez que el conflicto haya terminado.[4]
Junto con los vigilantes comunes, los manifestantes también prevalecieron ampliamente en Boston y Nueva York durante este período, avivando las llamas de la Revolución Americana al despertar multitudes de civiles. Sus conmociones fueron una distracción para los soldados británicos y permitieron que Connor se escapara sin previo aviso. En otros casos, en ausencia de un motín activo, Connor incluso le ordenaría a su aprendiz Stephane Chapheau que lo provocara él mismo si fuera necesario un desvío.[4]
La inclinación de Stephane por los disturbios fue presenciada por primera vez por Connor el 6 de diciembre de 1773 cuando el francés se defendió contra los recaudadores de impuestos británicos y luego se enfureció por las calles asesinando a soldados británicos a la vista. Ese día, después de que terminó su ola de asesinatos al matar a un secuaz del templario William Johnson, aunque creía que era un simple recaudador de impuestos, Connor lo reclutó y le aconsejó que canalizara su agresión a través de otros medios que no fueran violencia sin sentido.[4]
Los disturbios tenían una tradición en las colonias británico-americanas que se remontaba al menos a la Masacre de Boston el 5 de mayo de 1770. Ese día, una multitud enojada que se reunió ante la Antigua Casa del Estado para protestar contra Leyes Townshend fueron disparados por soldados británicos en una confusión provocada por el templario Charles Lee.[4]
Revolución francesa[]
Durante la Revolución francesa en París, los vigilantes eran típicamente revolucionarios valientes y moderados, como los girondinos, y sus atuendos se parecían a los de los trabajadores y los miembros de la baja burguesía. A lo largo del conflicto, se enfrentaron frecuentemente con extremistas en las calles, a menudo arrastrando a la Guardia Nacional.[5]
Como los revolucionarios moderados eran invariablemente aliados de la Hermandad parisina de Asesinos, su presencia en un distrito de París pesaba en la bodega de los Asesinos sobre esa área. La presencia de estos moderados, por ejemplo, aumentó constantemente a lo largo de la Revolución a medida que el Asesino Arno Dorian realizaba más y más tareas para el Consejo de Asesinos, disolviendo el control templario de la ciudad. En contraste, como muchos extremistas eran también los secuaces o peones de los templarios, estaban más extendidos en la cima de la dominación templaria.[5]
Galería[]
Curiosidades[]
- Assassin's Creed
- Si Altaïr Ibn-La'Ahad pasa por un grupo de vigilantes cuando no lo persiguen, lo saludarán positivamente.
- Assassin's Creed: Brotherhood
- Los vigilantes insultan abiertamente a los guardias Borgia cuando están cerca de ellos y elogian a Ezio por sus habilidades si los libera.
- Muy raramente, los soldados Borgia atacan a los vigilantes que ya se han dispersado.
- En ocasiones se puede escuchar a los vigilantes denunciando César Borgia, incluso después de que el jugador haya terminado la última secuencia principal donde Ezio mata a César en el Asedio de Viana.
- Assassin's Creed: Unity
- A diferencia de sus contrapartes en juegos anteriores, los vigilantes ya no están desarmados ni sirven para obstruir más la persecución de un enemigo. En cambio, luchan directamente con ellos con espadas y armas de fuego e incluso incitan al conflicto por iniciativa propia, incluso sin la presencia del jugador.
Apariciones[]
- Assassin's Creed (primera aparición)
- Assassin's Creed: Brotherhood
- Assassin's Creed: Revelations
- Assassin's Creed III
- Assassin's Creed: Unity
Referencias[]
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